jueves, 14 de febrero de 2013

Yo soy Cristina Hayworth


Samantha Love

Mami, ¿quién es Cristina Hayworth? Mi madre me mira profundamente y me dice; “es una periodista de la política”. Pero en su mirada vi que había algo más que decir, pero siendo una mujer de respeto y raíces cristianas, sólo responde y se guarda la verdadera respuesta.

Su estilo tan inigualable, traspasaba la pantalla televisiva mientras algún político era cuestionado por la prensa. Les soy muy sincera, yo no podía concentrarme en las noticias y cuestionamientos de la prensa en el momento en que veía en la pantalla a Cristina con su grabadora y su emblemática diadema.

A pesar de que vivo en el ambiente desde el 1985, no fue hasta el 1988, que conocí a Cristina Hayworth, cuando estaba en los preparativos de los que sería la primera parada de orgullo LGBT en Puerto Rico. Aunque no asistí a la primera parada, por que ya estaba residiendo en New York City, supe que fue una experiencia única y un logro de la guerrera que muchos creemos conocer. Digo creemos, por que muchos si sabemos quien es Cristina, pero sólo por su nombre o como mi madre, que sólo sabía que ella era periodista de la política.

Pero la realidad es otra, y si hay alguien en nuestro ambiente que tiene historia es nuestro orgullo Trans. Esa es Cristina. Cristina Hayworth, es natural de Humacao, Puerto Rico. Cuenta con tres hermanas y aunque todos la conocemos como periodista, ella siempre cataloga su profesión coma activista de los derechos LGBT. Como anteriormente señalé, ella fue la fundadora de muchas luchas dentro y fuera de Puerto Rico.

Personalmente, si la conocía pero en referencia de lo que escuchaba cuando apenas gateaba en el colectivo LGBT en una época en el que la transfobia era mas latente que la misma homofobia. Era la época donde en los clubes gays como Bachelor y Bocaccio, eran el top de asistencia dentro de el ambiente gay. Una época, donde se sufría tanto por simple hecho de sentirte, y querer vestirte como mujer, el cual era una identidad no aceptada por el ambiente para esos tiempos.

Si querías ser transexual, nuestro único lugar donde nos aceptaban era en la Pda 15, en Santurce en el inolvidable Danubio Azul. Por mi parte, nunca vi a Cristina por esos lares y es que simplemente, su área de confort era el Condado, recorriendo toda la ave. Ashford, paseando a sus perritos en sus tacas y vestimenta ligera y con una melena revolcada por el viento. Cristina, desde que dedica su vida a la lucha y siempre adelanta a los demás, fue la pionera en muchas causas a favor de nuestros derechos. Entre sus triunfos, no puedo dejar de mencionar esa primera parada gay que estaba en boca de todos y desde esa iniciativa comenzó el calvario.

Prohibido olvidar, como descaradamente algunos líderes, disfrazados de hipocresía y envidia la desplazaron y le quitaron los derechos de la parada gay de San Juan. Esto lo digo, no por que me lo dijo Juan Del Pueblo, por que como tú, yo si sabía quien era Cristina, pero no sabía en realidad la historia que estaba plasmada en su vida.

En el año 2000, tuve la dicha de ser invitada por uno de los actores, directores y productores del arte Josean Ortiz, para interpretar a Cristina Hayworth en una pieza teatral llamada Xica Da’ Vieques. Tan pronto leí el monólogo, les confieso que me dio mucho temor por su contenido tan fuerte. Yo, como presenta al fin, dije que si pero les confieso que muy dentro mi, me cuestionaba si en realidad podría caracterizar a un personaje con tanto bagaje y tanta historia de lucha. En mi sentía que no era merecedora de tal papel.

En las lecturas de libreto, con el elenco de la obra se me hacía difícil entrar a esa vida tan marcada por el maltrato. Nuevamente les confieso, que cada vez que leía esos parlamentos sufría mucho y me sentía que estaba trancada por que para personificarla no bastaba tener un buen libreto. Yo tenía que conocerla más, sentarme y darme esa oportunidad de escuchar su verdad. Cuan ajena estaba de tanta verdad, de tanta historia escondida y callada por muchos.

Su historia de lo que vivió en carne propia, de la lucha de “StoneWall”, me partió el alma, de tan sólo pensar que cuando mi madre me paría, ella (Cristina), recibía macanazos en su cabeza por mi. Seguía escuchándola y mis lágrimas se hacían presente ante tanta tragedia vivida por esa mujer. Esa mujer gallarda, que narraba su vida frente a mi, acompañadas de un café, me dejó sin palabras, sólo me decía en la mente, esto no es un papel más, no es un personaje caracterizado para un show de clubes gays, esto era mucho más que eso. Sólo dije entre mi, “tengo que poner todo lo que tengo para poder personificar a una héroe de tal envergadura.”

Con su historia y el convivir varios días con ella y junto a la dirección del actor Jerry Segarra, logré sacar la Cristina que aún vive latente en mi. A días de el estreno, me entero que la obra estaba siendo boicoteada por algunos miembros de la prensa, por el simple hecho de que el productor desea incluir el personaje de Cristina en la obra. Fue claro el descontento de varios periodistas, entre ellos recuerdo a Nelson Del Castillo, que si no soportaba a Cristina, menos a mi. Y si, que lo sepa el mundo, Cristina fue víctima no tan sólo de los líderes de la comunidad LGBT, también algunos miembros de la prensa no querían reconocerla como periodista.

Llegó el día de subir a escena y ver a Cristina en primera fila fue como recibir un aguacero de nervios. Saber que quien estaba imitando, o personificando, me veía detenidamente, era una presión muy fuerte, por que no podía fallar y no me importaba el público, si no lo que ella pensara de mi como su imitadora. He imitado a grandes artistas de la música, pero imitar a un personaje que no canta, era algo nuevo para mi. Un reto que pude superar por que al final de cada función ella iba al camerino y me decía: “Bitch... You are the best! ¡¡Wow!!” Eso para mi era significativamente gratificante. Hoy, después de todo lo que he vivido, después de enterarme de lo que ella estaba viviendo en los últimos 8 meses, para mi fue devastador. Como era posible que una dama de la lucha, una veterana de la lucha de StoneWall y pionera de tantas causas fuese olvidada y abandonada por todos nosotros.

¿Cómo puedo exigir igualdad, cuando nos olvidamos de quien comenzó abrir la senda a machetazo? ¿Cómo podía yo ser eco de la voz de los líderes que pregonan querer, un PR para todos, cuando no estaban incluyendo a Cristina? ¿Cómo podemos boicotear y exigir inclusión, cuando por el otro lado excluimos a Cristina? Recuerdo, que en muchas ocasiones después de conocer la verdad de Cristina, hice varios cuestionamientos a líderes y cuando siempre preguntaba: ¿Por que Cristina si era la pionera de la parada gay de San Juan no era parte de la misma?

Sólo respondían con respuestas negativas hacia su persona. Entre decir que era conflictiva, fuerte de carácter y hasta decir que era una persona que estaba loca de la mente y que quería hacer su santa voluntad, no podía ser parte de la parada. Eso, fue suficiente para entender que para caerle bien a los líderes tenías que ser imparcial, callarte y no renegar lo que ellos entendían era correcto. A veces es bueno ser diplomático, pero cuando la diplomacia se convierte en un hipócrita silenciador, es un grave problema.

Hoy Domingo, 3 de Febrero del 2013, me siento feliz por que ya Cristina resurge de entre los escombros, donde muchos la llevaron y la dejaron olvidada. Hoy gracias a el Rev. Jorge Rashkee, vive dignamente como cualquier ser humano se merece vivir. Hoy, gracias a Ana María Cristina Fernández, nuestra héroe, a pesar de deambular en la nave del olvido comía y tenia un apoyo que todos le negamos por tantos años. Hoy, sólo puedo decir Gracias Cristina Hayworth, por que tu luchaste y sigues luchando sin ayudas federales, sin agendas políticas, sin afán de ser famosa, sin intereses económicos. Eres una guerrera digna de admirar y de amarte, por que tu lucha fue genuina y nace de tu corazón. Hoy estas curando tus heridas y poco a poco recuperas tu vida con la ayuda de ángeles terrenales que a tu lado te brindan tanto amor como Lissette Alonso, de La Perla De Gran Precio y todos los que estamos al pendiente de ti.

Tu eras gris en tu vida, viviste la soledad, la derrota, el abandono, la indiferencia de muchos y hoy te levantas por que así lo quiso Dios.
Ahora, yo le hago un llamado y emplazamiento a los líderes de la comunidad LGBT, que es el momento de olvidar, de dejar atrás sus disputas con ella, dejen de vivir en raíces de amargura y aprendan a perdonarse ustedes mismo por todo el daño que le causaron a Cristina. Creo, que lo menos que ustedes pueden hacer es pedirle perdón por tanta traición. Lo menos que espero de ustedes, es que este año a Cristina se incluya en las dos paradas gays de la isla, que sea ella quien abra las paradas en una carroza merecedora de ella, que la coronemos como nuestra reina, que le den sus honores en vida y no esperen a que parta con Dios, para después llorarla con lagrimas de cocodrilo. ¡Yo espero que sea así!

Olga Orraca, actual dueña de la parada de San Juan, te emplazo a que tengas los ovarios y que mi petición sea aceptada por ti y tu comité. A mi amiga, la Lcda. Ada Conde, apelo a tu enorme corazón y te pido lo propio. Dediquen la parada de Boquerón, a quien desde años se merece ser reconocida como nuestra héroe. Espero que no tomen esta convocación, como un acto de “tiraera” o de prepotencia de mi parte. Sólo pido lo que es justo para alguien que ha dado tanto, sin recibir nada a cambio.

Por eso, y mucho más: Yo soy, Cristina Hayworth... ¡Ya Lo Sabes! Siempre Digo Lo Que Pienso.


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