viernes, 7 de octubre de 2011

Identidad de género y transexualidad

“La testosterona es responsable de la formación de lo que se conoce como hombre, una variante alternativa al diseño femenino inicial”
Louann Brizendine

Por Lic. Agnés Torres

Existen varios modelos para explicar el sexo entendido este como lo que nos permite ser hombres o mujeres, En este articulo se utilizará un modelo simplificado para hacer más digerible la comprensión de las siguientes líneas. El sexo tiene al menos 3 componentes: Uno gonodal (ovarios, testículos, hipófisis), otro cromosómico (xx, xy, xxx) y otro psicológico, y es de este último, del que se abordara en el siguiente articulo, pues en la estructura de éste, también participa nuestra neurobiología.

Se entiende por Identidad de Género la configuración del sentimiento de ser hombre o mujer, Identidad sexo-genérica es la correspondencia entre el sexo psicológico y el resto de los componentes, cuando no existe correspondencia entre el sexo psicológico y el resto de los componentes hablamos de identidad de género, que a su vez agrupa a la categoría de la transexualidad o transgeneridad. En la identidad de género hablamos de transexualidad cuando una persona ha nacido o ha configurado un sexo psicológico que no corresponde con sus genitales.

Durante el siglo XX se desarrollaron numerosas teorías, en especial por parte de los psicoanalistas para descifrar la transexualidad, teóricos y filósofos intentaron, encontrar una explicación para dicha condición, Pero con el nacimiento de estas neurociencias la investigación tomó más fuerza y la evidencia apunta a que muchos teóricos se encontraban dramáticamente equivocados. Incluso sexólogos como Jhon Money tendrían mucho que aprender con el avance de las neurociencias.

La investigación en este campo inicio con el estudio de las diferencias cerebrales post-mortem en personas transexuales. En la década de los 80 y 90´s quien lideró la investigación fue el neurólogo Simón LeVay. Sus investigaciones arrojaron los primeros datos sobre las diferencias cerebrales de las personas transexuales, y el primer descubrimiento se localizó en el hipotálamo. Se analizaron los cerebros de mujeres transexuales (nacieron con sexo psicológico mujer pero con cromosomas xy o de varón).

La investigación demostró que el tamaño del hipotálamo era muy semejante al tamaño de los hipotálamos de mujeres con cromosomas xx. Hasta ese momento se tenía claro que había semejanzas cerebrales entre los cerebros de mujeres transexuales (xy) y mujeres xx. Sin embargo hubo que esperar el desarrollo de nuevas tecnologías para ir descifrando más estas similitudes. A finales de la década de ellos 90´s e inicios del siglo XXI un nuevo ejército de neurocientíficos que pusieron énfasis en al investigación de este tema, y surgió un nuevo líder Dick F. Swaab.

Las invetigaciones de F. Swaab retomaron el descubrimiento de LeVay pero con los últimos avances en tecnología se pudo descubrir el papel fundamental del hipotálamo en la identidad de género. Otros neurocientificos como Louann Brizendine concentraron su atención en la actividad de las hormonas (testosterona y estrógenos principalmente) y como son responsables de la configuración de las conductas de hombres y mujeres.

Al empatar los resultados de ambas investigaciones se evidenció como el tamaño de algunas regiones cerebrales y la producción natural de ciertas hormonas configuran las diferencias entre mujeres y hombres y cómo estas diferencias también participan de la configuración de la identidad de género o transexualidad.

Las investigaciones de Hoffman, Goren, Marmat & Legros, Tambien han aportado evidencia de que el Tamaño del hipotálamo y la actividad endocrinológica configuran gran parte de nuestra vida como hombres o mujeres. Esta evidencia demuestra que la transexualidad no es un capricho, ni una ocurrencia casual, sino que se configura biológicamente y el responsable de esta configuración no es mas que el cerebro. Aclarando que la transexualidad no se refiere a ningún método quirúrgico sino a un proceso identitario relacionado con la morfología cerebral.

La investigación científica se ha utilizado en países como Holanda y Bélgica para modificar las leyes, y permitir a las personas transexuales modificar sus documentos oficiales, pues la evidencia demuestra que no es un asunto voluntario o de gusto sino una condición con la que se nace o se termina de configurar bien entrados los 12 meses de edad. Así se entiende que se nace o se configura en los primeros años un sexo psicológico, y no es posible revertir dicho proceso, justo como nadie puede modificar el color de sus ojos o el tamaño de su cerebro.

Si se lee bien desde el principio se entenderá que la configuración del sexo psicológico nada tiene que ver con la orientación sexual, por lo que Homosexualidad y transexualidad no son en lo absoluto cosa parecidas, emparentadas o similares, ambos temas son extraordinariamente distintos, La evidencia también demuestra que no hay diferencia cerebral entre hombres homosexuales y heterosexuales. En resumen la orientación responde una pregunta ¿queme gusta? Mientras que la identidad de genero responde a ¿que soy yo?.

La investigación en neurociencias sobre identidad de género y transexualidad siguen arrojando descubrimientos, la evidencia esta ahí. Decidir que hacer con ella y como utilizarla en beneficio de la democracia incluyente será una tarea que deban recoger todos los que se dignen ser ciudadanos, Pues es deber de cada uno construir y aportar a un mundo donde las diferencias sean al clave del crecimiento desarrollo como los primates humanos que somos.

"Con la exitencia de una ley que beneficie a personas transexuales se comienza a escribir el fin de la discriminación... poseer esos documentos nos reviste de dignidad"
Carla Antonelli



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