La mujer trans se presentó en el Registro Civil santafesino para cambiar los datos masculinos en su documento. Recibió una negativa y ahora apelará en la Justicia.
Marina Quintero tiene 48 años, es santafesina y en las últimas décadas ha criado hijos y nietos del corazón. Ella es una importante militante social y una gran trabajadora. Hace 37 años que su vida está marcada por la lucha contra la discriminación y la defensa de su identidad. Y el miércoles pasado dio un paso más en ese camino.
A las 9 se presentó en el Registro Civil de la ciudad para pedir que se le entregue un DNI con el nombre que eligió cuando aceptó empezar a vivir como mujer. El subdirector del organismo, Carlos Castañeda, le indicó que no podía atender el reclamo porque no existe una normativa que lo autorice, y ahora presentará un recurso de amparo en la Justicia.
A los 11 años, Marina aceptó que era mujer y decidió dejar atrás a Julio Jerónimo, el nombre con el que la inscribieron cuando por sus órganos sexuales la tildaron de varón. Hoy ella sueña con poder figurar con el nombre con el que todos la conocen y acceder a todos sus derechos.
“A mí tener el documento con mi nombre me implicaría mucha tranquilidad, mucha paz”, explicó y agregó: “Cuando voy a hacer un trámite todos me dicen señora y cuando entrego el documento se quedan mirando como diciendo: «¿Dónde está el plato volador?». Los documentos que tengo no concuerdan con mi personalidad”.
Quintero es la referente local de Attta (Asociación de Travestis, Transexuales y Transgénero de la Argentina), una de las entidades que logró que le entreguen los nuevos DNI a Florencia de la V y Tania Luna, y en el marco de una acción nacional decidieron iniciar los trámites en las principales ciudades del país.
“En el Registro Civil nos dieron la negativa, así que ahora vamos a presentar un recurso de amparo como hizo Florencia de la V”, comentó y aclaró que desde el organismo mostraron muy buena predisposición aunque no cuentan con ninguna normativa que autorice ese tipo de modificaciones, ya que los proyectos presentados en el Congreso todavía no han sido tratados.
Una lucha de toda la vida
Marina no quiere realizarse la operación de reasignación sexual porque considera que no la necesita. Ella se ve, se siente y vive como una mujer, más allá de los órganos.
“No quiero operarme porque siento que me dejaría vacía. Me sentiría un maniquí. Hay muchos mitos y me parece que hay que desmentirlos. Yo hablé con Marcela Romero (dirigente de Attta a nivel nacional que está operada) y ella me dice que quedó todo natural. Pero yo no quiero exponerme a ser un conejillo de Indias. Ya estoy grande, tengo 48 años. A lo mejor si me lo hubiesen propuesto a los 15 años me hubiese enganchado en la idea, pero ahora no. Yo sé lo que soy”, remarcó.
Hace 37 años, Quintero aceptó su identidad de género y comenzó a vestirse de acuerdo a lo que sentía. “Me costó mucho y tuve que soportar muchas cosas por animarme a ser quien soy”, explicó. En todos esos años ella tuvo que vivir con la oposición de su familia a su transformación, con la dificultad para conseguir trabajo y con el miedo constante a ser detenida en la calle por el simple hecho de vivir de una manera distinta a la que establece la heterosexualidad normativa que se impone en la sociedad.
En la actualidad, la invade la esperanza y las ganas de proyectar a partir del cambio de nombre en el DNI. “Creo que hoy están dadas las condiciones para que esto se instale en la sociedad y podamos acceder a nuestro derecho a la identidad”, comentó en referencia a los cambios que se han dado tanto en la provincia (donde existe una resolución del Ministerio de Salud que establece que en los hospitales y centros de salud se debe registrar y tratar a las personas con su identidad de género), como a nivel nacional, donde los avances son evidentes.
La entrega del DNI con datos femeninos a Florencia de la V abrió una gran puerta para toda la comunidad trans. “Como es persona pública se lo dieron y ahora tiene que salir para todas porque el derecho de una es el derecho de todas”, explicó y agregó que “ya hay 15 documentos de identidad entregados a personas trans en toda la Argentina sin necesidad de efectuar el cambio de sexo. También hay muchas chicas trans que consiguieron su documento después de haberse operado”.
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