Carla Antonelli es una de las mujeres mas admirables y maravillosas del mundo actual. Y admirándola como la admiro, ¿por qué tarde tanto en brindar un homenaje a esta bella y valiente mujer?, pues quería poner un resumen de su vida, pero no puede encontrarlo, ya que la biografia que ella misma cuenta en su famosa página web, es algo extensa para este blog. Es por ello que opté por colocar esta entrevista que espero, refleje bien los pensamientos y la actitud de Carla. En todo caso, es un sencillo pero significativo homenaje a quien defiende, no tan sólo a una comunidad sexualmente diversa, no tan sólo a la transexual y/o transgénero, sino a todo ser humano cuyo género es el femenino, esto es, simplemente, a la mujer.


- Yo nunca me he sentido hombre, incluso cuando no sabía lo que sentía estaba más o menos claro que yo no hacía lo que hacían otros chicos. Posteriormente empecé a tener una noción clara de la diferencia. Esto no es una cosa de levantarte un día y decir que eres mujer. El sentimiento y la percepción siempre es la misma, cuando no sabes lo que te está sucediendo ya te percibes de una manera.

- Yo no me hago transexual, yo soy una mujer, lo que pasa es que mi cuerpo es percibido por los demás como el de un hombre, pero mi sentimiento y mi percepción es de mujer y lo que he intentado es adecuar mi físico a lo que mi mente da por cierto. El proceso de cambio físico lo comencé a los 17 años, mediante tratamiento hormonal...


- Un (o una) transexual es una persona que necesita adecuar su físico a cómo se percibe, el travesti, nunca mejor dicho, se traviste mediante disfraces y ropas del sexo opuesto, sin continuidad y sin modificación de su cuerpo por otros motivos, a veces de puro fetichismo y no tiene que ver con la orientación sexual... Hay travestis perfectamente heterosexuales.
- Se ha discutido mucho sobre si el carácter sexual es genético o se forma a través de experiencias...
- Yo creo que la transexualidad se determina desde la gestación, luego existen unos roles y unos comportamientos de género que dicen cómo se tiene que comportar un niño o una niña, pero no confundamos, porque los roles sociales son comportamentales pero no indican la pertenencia a un sexo u otro. Sabemos que el feto es en principio hembra y que con el paso de las semanas se define como chico o chica, pero a veces el sentido de pertenencia se cruza, y no corresponde con tu físico.

Hacia los años noventa, se hicieron estos cortes a mujeres transexuales, y vieron que eran iguales a una mujer biológica. Sea como fuere, todavía no tenemos certeza de por qué se produce la transexualidad, pero en cualquier caso es una opción de la libertad de cada uno sentir lo que es y poder llegar a serlo. El origen de la transexualidad es independiente del derecho que tiene cada uno a optar.

- En los años setenta las teorías que relacionaban la transexualidad con el entorno quedaron desfasadas. Hubo un doctor llamado Money que aseguraba que si operáramos los genitales de un niño y los convirtiéramos en los de una niña, crecería pensando que era una niña. Se hizo en un chico accidentado y pusieron en práctica esa teoría. A mediados de los noventa se hizo público que ese niño rechazó el rol de niña y comenzó a orinar de pie, se negó a vestirse como una chica y cuando se enteró de lo que habían hecho con él se comportó como lo que sentía que era.

- Se ha avanzado mucho, con la nueva Ley cualquier transexual español puede cambiar su documento, se haya operado o no de genitales, y eso es lo importante. No requiere una cirugía genital. Es una realidad social y hay que darle cobertura legal. Antes se producía discriminación en trabajos y en muchas situaciones cotidianas. Hemos avanzado pero queda la pedagogía social y la sensibilización, lo que nos llevará a normalizar esta realidad. En la cuestión sanitaria, deben cubrirse estas necesidades, igual que cotizamos. No es ningún capricho. Nuestro dinero es bueno para el resto de la población y lo contrario debe ocurrir también.
- Supongo que te refieres a la sentencia del Supremo que dice que el Estado no tiene la obligación de pagar esas operaciones...

- Después de haber conseguido esta Ley parece que la política ha dejado de interesarte...
- He vuelto a mi carrera de actriz, que es lo que soy, pero yo creo que es necesario hacer política a través de los partidos y del parlamento. Está muy bien luchar, pero sin perder de vista que nuestros avances han salido del Congreso de los Diputados. Yo vengo del espectáculo.
- ¿Es verdad que cuando dejaste tu puesto en el PSOE el PP te ofreció el ingreso?
- Sí, fue Javier Gómez. Yo dejé claro que me iba por motivos de trabajo, para hacer la serie de Antena 3, "El síndrome de Ulises"... Yo había dejado el cargo pero no había perdido el juicio. Soy una persona de izquierdas y socialista. Este presidente tendrá mi voto mientras se presente, por agradecimiento.
- www.carlaantonelli.com se ha convertido en un lugar de referencia en la red...
- Nadie me lo hubiera dicho. Hace diez años era una página totalmente personal, fue creciendo como lugar de noticias y debate, ahora es útil y sirve, y la gente no se siente sola, y eso es algo muy importante. La cuido mucho. Tiene casi 170.000 visitas mensuales de todo el mundo. Es para todos y yo difundo lo que considero, aunque a veces algunos no estén de acuerdo en que hablen otros.
- ¿Qué reto profesional ha supuesto para ti la serie "El síndrome de Ulises"?
- Pues el trabajo bien hecho, con cariño e ilusión. Lo primero era que no chirriara mi personaje. Es digno. Y sobre todo dije que sí porque mi papel de Gloria, que es una mujer transexual y que tiene una niña en adopción, es totalmente normalizador y rompe los estereotipos marginales. Yo creo que el personaje de Gloria puede ser un referente positivo. Somos seres humanos, todos distintos y diferentes, ¿por qué un transexual va a ser un calco de otro?
- ¿Esta serie está por delante de la realidad social?
- No. Y el error fue pensar que la Ley iba a provocar una contestación como la del matrimonio gay. No hubo nada. Lo que la gente no entiende es que uno sea mujer u hombre y su DNI diga otra cosa. No hubo, contra la Ley, cientos de miles de personas en la calle y la Iglesia no se pronunció oficialmente en contra. Incluso, cuando hice la huelga de hambre, el obispo de Sevilla habló a favor de que se legislaran estos asuntos... Lo que se ve en la serie es totalmente normal.
- Sí, fue Javier Gómez. Yo dejé claro que me iba por motivos de trabajo, para hacer la serie de Antena 3, "El síndrome de Ulises"... Yo había dejado el cargo pero no había perdido el juicio. Soy una persona de izquierdas y socialista. Este presidente tendrá mi voto mientras se presente, por agradecimiento.

- Nadie me lo hubiera dicho. Hace diez años era una página totalmente personal, fue creciendo como lugar de noticias y debate, ahora es útil y sirve, y la gente no se siente sola, y eso es algo muy importante. La cuido mucho. Tiene casi 170.000 visitas mensuales de todo el mundo. Es para todos y yo difundo lo que considero, aunque a veces algunos no estén de acuerdo en que hablen otros.
- ¿Qué reto profesional ha supuesto para ti la serie "El síndrome de Ulises"?
- Pues el trabajo bien hecho, con cariño e ilusión. Lo primero era que no chirriara mi personaje. Es digno. Y sobre todo dije que sí porque mi papel de Gloria, que es una mujer transexual y que tiene una niña en adopción, es totalmente normalizador y rompe los estereotipos marginales. Yo creo que el personaje de Gloria puede ser un referente positivo. Somos seres humanos, todos distintos y diferentes, ¿por qué un transexual va a ser un calco de otro?
- ¿Esta serie está por delante de la realidad social?
- No. Y el error fue pensar que la Ley iba a provocar una contestación como la del matrimonio gay. No hubo nada. Lo que la gente no entiende es que uno sea mujer u hombre y su DNI diga otra cosa. No hubo, contra la Ley, cientos de miles de personas en la calle y la Iglesia no se pronunció oficialmente en contra. Incluso, cuando hice la huelga de hambre, el obispo de Sevilla habló a favor de que se legislaran estos asuntos... Lo que se ve en la serie es totalmente normal.

(fuente: GeneraciónXXY, 1ª quincena noviembre de 2007, págs. 8-9)