Su nombre es Kellie Malloney, y a sus 61 años acaba de salir del armario como mujer transexual. Cuando se identificaba públicamente como varón era conocido como Frank Malloney, identidad bajo la cual fue promotor de boxeo y candidato a la alcaldía de Londres por el antieuropeo y populista UKIP (United Kingdom Independence Party). En esa época no dudó en hacer declaraciones abiertamente homófobas, que llevaron incluso al grupo LGTB del Partido Conservador a pedir su retirada…

“Nací en el cuerpo equivocado, y siempre he sabido que era una mujer. No puedo seguir viviendo en las sombras, por eso hago lo que hago. Vivir con esta carga por más tiempo me habría matado”, ha declarado Kellie Malloney al Daily Mirror, el tabloide elegido para sincerarse ante el mundo después de haber seguido en secreto tratamiento hormonal y haber recibido orientación psicológica durante un año. Cuando cumpla dos, se someterá a cirugía de reasignación.

Y es que la historia personal de Malloney no es muy distinta a la de otras mujeres transexuales que han mantenido reprimida durante buena parte de su vida su identidad femenina. Ante el mundo se presentan como varones hasta que llega un punto de ruptura y deciden por fin llevar una vida acorde a su verdadera identidad de género. No es el primer caso ni será el último, pero si la historia resulta esta vez llamativa es por el perfil previo de Malloney.

Para empezar, Malloney siempre se ha movido con gran desenvoltura en un entorno especialmente machista y homófobo, el del mundo del boxeo. No triunfó personalmente en el cuadrilátero, pero se dedicó con éxito a promover la carrera de otros boxeadores, muy singularmente la de Lennox Lewis, el que fuera campeón del mundo de los pesos pesados.
Opuesto al Orgullo y a las muestras públicas de cariño entre gays

Pero Malloney también desarrolló una carrera política como miembro de UKIP, formación populista de derechas partidaria de que el Reino Unido abandone la Unión Europea. Fue su candidato a la alcaldía de Londres en 2004, obteniendo la cuarta posición con casi el 7 % de los votos. Pero lo sorprendente es que Malloney destacó entonces por su abierta homofobia. Justificó en una entrevista a una publicación local el no hacer campaña en el barrio de Camden por haber allí “demasiados gays”. En aquella ocasión también se mostró opuesto a las marchas del Orgullo y a las manifestaciones públicas de cariño entre parejas del mismo sexo. 

“No soy homófobo, pero creo que es importante que en público mantengamos una vida moral correcta”, explicó.

Malloney se defendió de las criticas recibidas argumentando que esta parte de sus declaraciones habían sido hechas off the record (como si ello le quitara gravedad) aunque insistió en que no quería aparecer en campaña rodeado de gays, que “no aportaban mucho a la sociedad”. La homofobia de Maloney recibió entonces fuertes críticas, y de hecho el grupo LGTB del Partido Conservador pidió a UKIP su retirada.

Nótese que en esta ocasión hemos preferido mantener el masculino al referirnos a sus antiguas declaraciones homófobas. Quizá porque esperamos que ello formara parte del manto de mentira con el que había recubierto su identidad. Ojalá que esta mujer, víctima de su propia represión, sea a partir de ahora un referente positivo de visibilidad. Todo el mundo merece una segunda oportunidad, y mucho más cuando se pertenece al colectivo transexual, sin duda el más vulnerable de la gran familia LGTB.

(Tomado depágina Dos manzanas: http://www.dosmanzanas.com/2014/08/politico-homofobo-sale-del-armario-como-mujer-transexual.html)