miércoles, 28 de octubre de 2009

Dignidad y Bienestar para las personas transgéneros y transexuales

No causes dolor ni sufrimiento, NO discrimines

Aquello que se da en llamar "transexualidad", no es un "gusto", no es un "placer", no es un "capricho".

Nadie escogería pasar por el profundo dolor de la soledad y el aislamiento, consecuencias de la discriminación y el desconocimiento.

Pero NO se escoge o decide ser "transexual": es una condición humana y la persona
solo ES lo que realmente ya ES.






¿Dijo Dios que había que infligir daño a los transexuales?

Por Carla Antonelli

Las dobles varas de medir y los reglones torcidos del Vaticano

El sacerdote Alessandro Santoro considera válido "a los ojos de Dios" el matrimonio entre una mujer transexual que nació biológicamente varón y su pareja. Son también muchísimos los países en el mundo que reconocen esta realidad -además de la propia Organización Mundial de la Salud- como un sinfín de organizaciones pro-derechos humanos. Amén de cartas magnas, donde la mayoría reconocen "el derecho al desarrollo de la propia personalidad". El Tribunal Supremo de España -año 1987- se amparó en el anterior artículo, para conceder por primera vez la modificación de una partida de nacimiento de cambio de nombre y sexo.

El párroco de un barrio de Florencia ha sido destituido por el arzobispo por haber casado a "una mujer que nació hombre", al considerar que ha cometido una "simulación de un sacramento, ya que faltan los elementos que constituyen un matrimonio religioso", ser dos personas de distinto sexo. Rechaza la mayor en su miserable transfobia, que Sandra Alvino es una mujer, de hecho y de derecho.

Resulta llamativo -o más bien deja las cosas clarificadas- la manera de actuar de estas personas que están a la cabeza de La Iglesia; organización que dice defender la palabra de Dios. Durante décadas trasladaron de parroquias a los sacerdotes que abusaban sexualmente de niños, aplicándoseles esto como máxima condena. Como era obvio allí se repetían las violaciones hacia los pequeños -chantajearon a quienes quisieron denunciar- y hoy en día muchas diócesis están en bancarrota, por las demandas millonarias de lustros en asquerosas vergüenzas tapadas.

En cambio, la destitución ha sido fulminante por parte del "poco cristiano" arzobispo de Florencia, Señor Giuseppe Bettori, al párroco Alessandro Santoro. Este buen hombre había cometido el delito de comportarse como lo hubiese hecho el mismísimo Jesucristo -dar cabida en su seno a todos aquellos que creyeran en él y lo siguieran.

¿Cuál es el delito de Sandra?: -Nacer en un cuerpo que no le correspondía y hacer verdad su propia vida; luego seguir a Jesús y ser una devota creyente.

¿Cuál es el delito del padre, Alessandro Santoro? -Ser fiel a Jesús, al evangelio y a sus seguidores-

¿Cuál es el delito del Arzobispo, Giuseppe Bettori? -Utilizar el nombre de Dios para excluir, estigmatizar y proporcionar un daño gratuito e innecesario a personas que realmente creen en su existencia.

¿Si Dios existe, pensaría y actuaría como Giuseppe Bettori o la alta cúpula vaticana, en temas como este; utilización de condones, abusos sexuales, silencio ante el exterminio nazi, relegación de la mujer o infinidad de situaciones actuales? -La respuesta queda para quien lee este articulo-

El cualquier caso, si existe, que los pille confesados.

Carla Antonelli es actriz, activista transexual y directora del Diario Digital Transexual

lunes, 26 de octubre de 2009

Destituyen a sacerdote por casar a una mujer transgénero


ROMA.- Un párroco de un barrio de Florencia ha sido destituido por el arzobispo por haber casado a 'una mujer que nació hombre', al considerar que ha cometido una simulación de un sacramento, ya que faltan los elementos que constituyen un matrimonio religioso, ser dos personas de distinto sexo.

Se trata del sacerdote Alessandro Santoro, párroco del barrio popular de Piagge, que ayer, domingo, casó ante 200 fieles de la parroquia a Sandra Alvino, de 64 años, nacida hombre, y a Fortunato Talotta, de 58 años.

Ya durante la homilía, Santoro dijo, según recogen hoy los medios locales, que su gesto no era de rebelión contra la Iglesia, sino un acto de fidelidad a su gente, al Evangelio, a las personas que quiere.

Y agregó que tanto él como los contrayentes estaban seguros de que cuando las actas matrimoniales llegarán a la diócesis el matrimonio sería anulado.

Hoy, un día después, el arzobispo de Florencia, Giuseppe Bettori, relevó al sacerdote del puesto y le pidió que viva un tiempo de reflexión y plegarias.

A la vez, el arzobispado hizo público un comunicado en el que precisó que la boda fue una simulación de un sacramento, un acto sin valor y eficacia, en cuanto faltan los elementos constitutivos de un matrimonio religioso, es decir entre un hombre y una mujer.

El arzobispo señaló que ya en enero del pasado año se informó a la pareja que no podían contraer matrimonio religioso por las causas anteriores y que el celebrado ayer lleva al engaño, ya que las dos personas implicadas pueden creer que han celebrado un sacramento donde era imposible.

Asimismo, la Curia de Florencia señala que la supuesta boda ha creado desconcierto y confusión en la comunidad cristiana y en la opinión pública, que pueden pensar que en la Iglesia han cambiado las condiciones para contraer matrimonio canónico.

Tras conocer la destitución del cura, Sandra Alvino dijo que no es justo, ya que el sacerdote no ha cometido delito alguno.

"Ha hecho lo que sentía y lo ha hecho como cura", agregó el ex transexual, que precisó: "no sé si mi matrimonio es válido, pero sé que ayer realicé el sueño de mi vida, con este matrimonio he vencido mi batalla, por lo que lo que tanto he luchado".


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Con motivo de celebrarse mundialmente la Semana Santa, el portal SentidoG.com realizó una producción fotográfica a fin de reivindicar la diversidad del colectivo gay, lesbico, transexual, rescatando la esencia de las Pascuas.

La producción, realizada con usuarios del sitio, pretende rescatar el mensaje bíblico de humildad, amor e integración a todos los excluidos, como respuesta a la permanente condena que ejerce la Iglesia Católica sobre los homosexuales.

Gabriela Binder, coordinadora de la bolsa laboral para personas transexuales “Translaburo”, personifica la imagen de Jesús, como símbolo de la mayor exposición, persecución y sufrimiento que padece este colectivo.

Gabriel Oviedo, director del portal y promotor de la iniciativa, comentó que la idea “no es provocar, sino mostrar que la diversidad está presente en todos los ámbitos. Y esperamos que ese sea nuestro mensaje. Estamos llamados a celebrar la invitación a compartir el mismo pan, la misma mesa, con toda la diversidad. Toda persona es un hijo/a amada por Dios y nada ni nadie puede quitar esa condición. Creemos que la Iglesia no interpretó bien el mensaje, y mientras Jesús estaba con las minorías, la jerarquía eclesiástica continua con su discurso de exclusión”.

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“La idea fue recrear el clásico cuadro de ´La Ultima Cena´, en una imagen que incluya a personas gays, lesbianas, trans y heterosexuales, como parte una misma celebración”, indicaron los fotógrafos de FOTO NEXT, responsables de la imagen.

Consultados por SentidoG.com, varios fieles católicos, luteranos, evangélicos expresaron el dolor que les causó el discurso homofobico impuesto por las religiones, y la necesidad de vivir ocultando su orientación sexual. Varias organizaciones como CEGLA, ICM, Misión Sacerdotal Tercermundista, Iglesia Luterana Unida y Otras Ovejas han logrado reconciliar a aquellos que tienen fe en un dios incluyente y una lectura de las Escrituras Bíblicas que no condenan a las personas por su orientación sexual.

El Teje

domingo, 25 de octubre de 2009

Polémica en Italia por matrimonio en iglesia católica entre un hombre y un transexual en Florencia

Un sacerdote de una parroquia de Florencia (centro de Italia) celebró el domingo el matrimonio de Sandra Alvino, de 64 años, un hombre que se convirtió en mujer hace más de 30 años, y de su compañero Fortunato Talotta, de 58 años, desoyendo a la jerarquía católica, indicaron medios de prensa.


Fuente: Agencia AFP

Los 2 esposos, ya casados por lo civil desde hace 25 años, no pronunciaron el clásico “sí quiero”, tras las fórmulas consagradas, sino que procedieron al intercambio de anillos y fueron bendecidos por el padre Alessandro Santorio en Piagge, en la zona industrial de la capital de la Toscana.

El sacerdote recalcó durante la ceremonia que su decisión no era “un acto de rebelión” contra la Iglesia, sino “un acto de fidelidad hacia mis fieles, al Evangelio y a la gente que amo. Era mi deber”, dijo.

Hace 2 años este matrimonio religioso fue impedido por el arzobispo de Florencia de la época, el cardenal Ennio Antonelli, y el actual arzobispo, Giuseppe Betori, habría pedido al padre Santorno no celebrarlo.

Según la Iglesia, este matrimonio no es válido ya que el derecho canónico exige la heterosexualidad de los esposos.

Sandra Alvino se sometió a una operación para cambiar su sexo hace más de 30 años.



Niños atrapados en su cuerpo


Mar y Miguel coinciden en recordar el día de su primera comunión como uno de los más "horribles" de su vida. A ella le pusieron un traje de marinero y a él un vestido blanco de volantes. "Estaba monísimo", recuerda, "pero lo pasé fatal". Mar nació con cuerpo de niño y Miguel de niña. Son dos personas transexuales que ya disfrutan de una identidad legal y una apariencia acorde con el género al que siempre sintieron que pertenecían, pero para llegar hasta aquí han tenido que enfilar un camino lleno de piedras que, aseguran, empezó en la infancia.

Aunque la mayoría de los pacientes que recibe la Unidad de Trastorno de Identidad de Género (UTIG) del Hospital Carlos Haya de Málaga es mayor de edad, casi un 10% no ha cumplido los 18. De los alrededor de 800 transexuales que ha tratado este equipo en sus 10 años de actividad, 77 son menores. El más pequeño, de 12 años, aunque la coordinadora de la unidad, Isabel Esteva, afirma que la media llega con 14 ó 15.

Igual que los adultos, estos jóvenes reciben atención psicológica, primero para confirmar el diagnóstico y, después, para orientar al menor y su familia. "Hay que hacer un acompañamiento, pero que no sea ni potenciador ni bloqueador de nada", explica Esteva. Los jóvenes que no han contado con esta ayuda admiten que les hubiera venido bien. Alejandro, un sevillano de 24 años, acudió por primera vez a un psicólogo con 14 años sin contarle nada a su familia. Pero le sirvió de poco porque la psicóloga no entendía su problema. "Ni siquiera que tuviera novia, decía que no lo comprendía". Se fue y no volvió.

La doctora Esteva asegura que, en la última década, se ha notado una evolución social. "Antes, sobre todo en los padres de los pacientes menores, había mucho más desconocimiento y angustia". "Estamos comprobando que la evolución favorable del caso es correlacional con el apoyo familiar", afirma.

Muchos menores transexuales viven su problema en solitario, convencidos de que sus padres, más que ayudarles, van a intentar corregirles. Es lo que le pasó a Miguel, de 31 años. Cuando era adolescente su madre le llevó al psicólogo al pensar que tenía problemas de integración. Pero la psicóloga no dio con el diagnóstico adecuado y el chico no dijo nada hasta cumplir los 18. "Conozco a mi madre, soy hijo único y sabía por dónde me iba a salir", cuenta Miguel, que defiende la atención temprana de la transexualidad.

La valoración psicológica de los jóvenes diagnosticados en la UTIG de Málaga se extiende durante unos 18 meses, en los cuales el paciente hace lo que se llama un test de vida real, que supone empezar a manifestar en su entorno lo que la persona siente en su intimidad: adaptar la imagen a lo que le gustaría, cambiar su nombre real por otro con el que se sienta más a gusto.

Cuando acaba este proceso y hay un diagnóstico claro de transexualidad, la mayoría de los jóvenes tiene alrededor de 16 años, la edad recomendada, según Esteva, para iniciar un tratamiento hormonal que bloquee la pubertad y frene el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, como la barba en los hombres o el crecimiento del pecho en las mujeres. "Ojalá a mí me hubieran tratado en la pubertad. Llegué a tener una talla 95 de sujetador", cuenta Miguel, que está casado y su mujer espera un tratamiento de inseminación artificial.

La Asociación de Transexuales de Andalucía (ATA), se muestra partidaria de que los menores accedan a estos tratamientos, pero también aboga por que puedan someterse a cirugía para terminar de adaptar su cuerpo al género del que se sienten sin tener que esperar a la mayoría de edad, como hasta ahora. "Si una persona de 16 años puede someterse a cirugía estética y pronto podrá abortar sin permiso paterno, ¿por qué para esto hay que ser mayor de edad?", se pregunta Mar Cambrolle, presidenta de ATA. Su asociación pide bajar a los 16 la edad mínima para esta cirugía y que el joven no necesite la autorización de sus progenitores.

La doctora Esteva, por contra, comparte las recomendaciones internacionales de respetar la mayoría para la cirugía de reasignación de sexo. "Cuidado con correr demasiado. Con 16 todos te dicen que tienen muchas ganas de operarse. Es normal, pero nosotros les tranquilizamos y lo acaban entendiendo", explica. De los 77 menores transexuales atendidos en su unidad, 61 requirieron tratamiento para cambiar de hombre a mujer. 20 de ellos se han operado tras cumplir los 18 años. De los 16 pacientes que necesitaban cambiar su cuerpo de mujer por el de hombre, seis ya se han sometido a una mastectomía.



¿Qué hacer con un hijo intersexual?


La medicina y el derecho están de acuerdo en que los niños que nacen con genitales ambiguos tienen derecho a escoger el sexo que definitivamente quieren tener.

El tema de los hermafroditas va y viene en las noticias porque, naturalmente, siempre resultará intrigante el hecho de que un ser humano pueda tener órganos y caracteres sexuales masculinos y femeninos. El más reciente escándalo al respecto es protagonizado por la atleta surafricana Caster Semenya, dado que su apariencia no cumple con los parámetros de lo que se supone debe ser una mujer, sino que se aproxima más al estereotipo del varón.

El episodio es una buena oportunidad para volver a hablar sobre una condición que, si bien no es muy frecuente, puede afectar a cualquier hogar y su manejo inadecuado amenaza con desencadenar infelicidad y confusión. Ya de por sí, el tema es intrincado, porque cuestiona a los seres humanos sobre eso que ellos conocen como “normal” en materia de sexualidad y los pone hoy, por qué no, ante la posibilidad de un tercer sexo.

Dada esa complejidad, hay mucha imprecisión al respecto. Por ejemplo, decir que Caster es hermafrodita porque no tiene ovarios ni útero, pero sí testículos ocultos en su vagina, como lo publicaron los medios, es inexacto, ya que para serlo debería tener tanto testículos como ovarios, además de una combinación de órganos sexuales externos de ambos géneros. En realidad, el hermafroditismo es una muy rara forma del amplio y variado campo de la intersexualidad, como se llama a la combinación en un organismo humano de las características que distinguen a cada sexo. Estos trastornos se dan en la gestación, debido, por ejemplo, a trastornos genéticos o endocrinos.

Como se recuerda, un bebé de sexo masculino se da por los 23 cromosomas Y del padre y 23 cromosomas X de la madre, mientras que una niña es el resultado de los 23 X y 23 X que le aporta cada uno.

Cuando los espermatozoides del padre o el óvulo de la madre poseen más de 23 cromosomas, se presentan conformaciones genéticas como XXY o XXXY, que se traducen en las alteraciones físicas que definen a los intersexuales.

El llamado hermafroditismo verdadero sería el producto de estos desordenes y, en virtud de él, la criatura nace con un ovario de un lado y un testículo en el otro. Otros, pueden presentar un ovotestis, es decir, una gónada con tejidos de ambos tipos. En fin, de acuerdo con los estudios de los doctores Guinet y Decourt, hay 98 variedades de hermafroditismo verdadero.


La intersexualidad es también el reflejo de fallas como el síndrome de Insensibilidad a los Andrógenos, en el cual, un paciente genéticamente masculino nace con algunas o todas las características de una mujer. De igual modo, se debe a trastornos como la hiperplasia renal congénita y la deficiencia de 5 alfa reductasa, entre otros.
Por ello, el nuevo ser puede presentar al nacer desde las citadas mezclas de órganos sexuales, hasta particularidades de seudohermafroditismo como micropenes o clítoris inusualmente largos. Los varones pueden presentar una deformidad llamada hipospadias, en la cual el orificio de la uretra, o meato urinario, no termina en el glande, sino en la unión entre el pene y el escroto.

¿Qué hacer cuando un niño nace intersexual? ¿Es un fenómeno? ¿Bajo qué sexo se le debe criar? Tales son las incógnitas que se les plantean a los padres que afrontan una situación de este tipo y, aunque la ciencia ofrece soluciones a estos trastornos, no todo está dicho, sino que el tema más bien vive un proceso de vuelco total.

Para entenderlo, hay que recordar que hace cosa de cuarenta años surgieron las cirugías de reasignación sexual como la panacea para estos casos. Su auge se basó en la creencia de que la sexualidad es neutral en el momento de nacer, luego se le puede manipular. Médicos pioneros como John Money creían que la apariencia de los genitales es crucial y que, por tanto, la cirugía estaba llamada a eliminar la insana ambigüedad de los intersexuales. Así, una niña con un clítoris muy grande, de más de nueve milímetros, era sometida a una reducción de tal órgano. Por su parte, un niño con un pene de menos de dos centímetros y medio, o micropene, era castrado y a cambio se le construía una vagina y se le criaba como a una niña. Tales intervenciones solían ser realizadas antes de los 2 años de edad y sin estudiar a fondo y de manera personalizada las causas de la intersexualidad.

Pero toda esa filosofía empezó a agrietarse en los años 80, cuando el que se creía el caso de reasignación sexual más exitoso hasta ese momento, fracasó. Su protagonista, John, o Joan, nació como un niño, pero en una cirugía perdió su pene. De inmediato, se le construyó una vagina y creció como una niña llamada Joan. Al llegar a la adolescencia, recibió un tratamiento de hormonas femeninas que ensancharon sus caderas y le hicieron crecer los senos. “Nadie creería que nació siendo un niño”, decían sus médicos.

Sin embargo, a los 14 años, ella declaró que no se sentía hembra, sino varón, se rebeló contra el tratamiento endocrino y su insistencia fue tanta, que convenció a sus nuevos médicos de construirle un pene, extirparle los senos y darle hormonas masculinas. De ahí en adelante ha vivido como un hombre y hoy es un feliz padre de familia.


Si bien aquel no fue un caso de intersexualidad, es bien ilustrativo, dice el doctor Milton Diamond, uno de los más apasionados defensores de los derechos de los niños intersexuales. Él ha documentado decenas de episodios de pacientes intersexuales a los que se les reasignó su sexo desde temprano y luego se rebelaron contra eso. Entre ellos se destaca la atleta olímpica austriaca Erika Schinegger, quien como Caster fue sometida a un examen de género tras sus sorprendentes logros en los años 60. Resultó que era un hombre que ignoraba que lo habían convertido en mujer por haber nacido con hipospadias.

Decenas de casos como estos empezaron a ser reportados, dice Diamond, al tiempo que nunca se conoció un solo testimonio de una reasignación exitosa de hombre a mujer. La fe en la cirugía también decayó con el auge del fenómeno de los transexuales, quienes, sin ser intersexuales, sienten que no tienen los genitales que creen que deberían tener. Luego entonces, la sexualidad no es tan neutra, arguye Diamond.

La inconveniencia de la reasignación sexual temprana también es delatada por los cada vez más influyentes grupos de presión, como la Sociedad de Intersexo de Norteamérica. Y ha sido un amplio sector de la misma comunidad médica el que se han dedicado a refutar las viejas prácticas. Doctores como el propio Diamond han encontrado que tener un micropene no siempre es motivo de frustración sexual para los hombres si se les trata con ayuda sicológica y curas hormonales. Por el lado de las mujeres con un clítoris largo, está demostrado, de acuerdo con el experto estadounidense, que ello no acarrea peligros ni ventajas, mientras que las operaciones suelen traer efectos nocivos como falta de orgasmo.


Para el doctor Diamond lo más recomendable es actuar con cautela y tomarse todo el tiempo que sea necesario antes de decidir un procedimiento si este se realiza cuando el paciente aún no tiene capacidad de decisión. En caso de que se opte por ella, “la asignación sexual debe ser provisional y sujeta a revisión por el niño intersexual cuando él, o ella, madure”, agrega. Incluso, y esta tendencia hoy lleva la delantera, él cree que un niño con genitales ambiguos puede crecer con ellos tranquilamente hasta llegar a la edad en que pueda escoger el sexo que quiera tener, si se le brinda asesoría sicológica y cuenta con el acompañamiento de su familia.

Al respecto, el derecho ha avalado lo dicho por la ciencia. En Colombia, por ejemplo, la Corte Suprema determinó en los años 90 que estas intervenciones deben contar siempre con la aceptación del paciente. En ese mismo orden de ideas, Diamond y otros colegas abogan porque los niños intersexuales, con o sin cirugías, sean informados acerca de su condición, con el fin de comenzar a derribar el tabú sobre la intersexualidad, ahora que se discute la aceptación de un tercer sexo. Para justificarlo, antropólogos han identificado categorías de este pretendido tercer género en muchas culturas, tales como los Berdache de Norteamérica, los Hijra en India y los Xanith en Omán.

Con todas esas delicadas cuestiones en juego, el reciente simposio ‘Genitales, identidad y género’ reunido en Nueva York, les hizo un llamado a los padres de niños intersexuales para que recuerden que lo importante no son sus prejuicios morales y sociales, sino el bienestar de sus hijos, que no siempre está cifrado en una cirugía prematura que a lo mejor los hará sentirse prisioneros en el cuerpo del hombre o la mujer que no son.



Las personas trans combaten el discrimen a través del arte

Con el eslogan “PARE, la transexualidad no es enfermedad” se inició en Quito el Octubre Trans Ecuador 2009. Una campaña que se realiza a nivel mundial para detener la fobia contra este colectivo conformado por los transexuales, transgénero, travestis, intersexuales, bisexuales, o en resumen: “trans en el cuerpo, trans en el género y, sobre todo, trans en la cabeza”; como aseguró Ana Almeida, miembro del proyecto Transgénero.

En el marco de esta campaña, empezaron las Jornadas de Activismo Artístico Político, que según explicó Cayetana Salao, actriz, utilizan las expresiones del arte para que la sociedad viva “una realidad que no puede ser invisibilizada por más tiempo”.

La primera jornada se dio el sábado, a las 16:00, en la Michelena, una calle emblemática del sur de Quito y siempre abarrotada de gente. En medio de la multitud, en una esquina, un grupo de personas montó su escenario: un neceser con maquillaje, taburetes para un improvisado salón de belleza y un paraguas negro sobre el que se leía “Técnicas de belleza trans”.


Cayetana, travestida de hombre, saludó a los transeúntes e invitó a que se atrevan a hacer lo mismo que ella. “Señores, ¿quién no se ha vestido de viuda el 31 de diciembre?, ¿quién no ha explorado el otro lado de su sexualidad vistiendo como el otro género? Le invitamos a cambiar, a probar, a convertirse en un guapo caballero o en una bella dama, para que se dé cuenta que vestirse de hombre o mujer no interfiere en lo que es usted como persona”.

Ante el llamado la gente se agolpó y aunque al principio nadie aceptaba la invitación de Cayetana, tras unos minutos, de la parte de atrás de la multitud salió Jorge Sáenz para “dejarse llevar” y comenzar su maquillaje.

Del neceser salieron sombras de ojos, delineadores, collares y gel que hicieron que Jorge vaya tomando facciones femeninas. Mientras las risas de quienes observaron surgían, él siguió.

Solo después de acabada la sesión se atrevió a responder a las carcajadas: “Yo soy un hombre, y no por maquillarme voy a dejar de serlo”. La respuesta, sin embargo, no fue suficiente para su amigo Luis Tapia. Él le acercó un pañuelo y le ordenó limpiarse porque parecía “maricón”.

Después sus comentarios siguieron. Para Luis, esas cosas “son raras” y aunque en la Michelena hay “personas a las que les gusta vestir como mujercitas; uno siempre debe guardar la distancia”. Y dijo, convencido, que no debería darse espacios a los trans, pues “sus ideas podrían contaminar a los niños”.

Pero es precisamente esa contraposición de situaciones lo que busca la campaña al invitar a heterosexuales a cambiar su vestimenta por la del género opuesto, ya que, según Ana Almeida, aún falta que la sociedad conozca el tema trans para que empiece a respetar a “los cuerpos distintos con derechos iguales”.

Por eso Cayetana sigue en su tarea. Ese mismo sábado, por ejemplo, explicó a unas 50 personas que “ser trans no es ninguna enfermedad, ni un trastorno o un trauma”, por eso no deben considerarla una patología mental.

A Dayán Méndez le pareció “una bestia” (excelente), lo que escuchó y por eso decidió dejarse travestir como hombre. Engrosó sus pómulos y la mandíbula; se puso un bigote, una ‘chiva’ y una corbata. Dayán quedó convertida en varón.

“Todo lo que dijeron se relaciona con lo que respeto y pienso. Se habla de igualdad, pero solo de boca para afuera porque la sociedad maltrata a los que no entran en lo que se considera ‘normal’, y luego, con ideas retrógradas, se transgrede todo derecho humano”, manifestó.

Y ella, a diferencia de Sáenz, sí recibió apoyo. Su amigo Carlos Altamirano aplaudió la iniciativa porque es en la calle donde “caminan, trabajan y son abusadas estas personas, y en este mismo sitio deben reivindicar sus derechos”.

Al escucharlo, Cecilia Suárez también opinó sobre el tema. Para ella, si bien la convivencia con las personas trans es cotidiana en las calles, nunca falta quien las agreda. Algo que, para ella, sucede por la falta de información: “Aquí todos conocemos que existen estas personas, solo que nadie entiende qué sienten, pero eso no es nuestra culpa porque nadie nos explica y a veces los trans se sienten atacados si les preguntamos algo para saber”.

Alejandra Moreira, miembro del proyecto Transgénero, aseguró que el arte aplicado en la campaña será una forma de llegar a todos de una forma didáctica y no agresiva: “De una manera directa, pero sutil, las personas verán nuestro arte e irán entendiéndonos y respetándonos cada vez más”.

Dayán Méndez

Estudiante universitaria

“Se habla de igualdad, pero solo de boca para afuera porque la sociedad maltrata a aquellos que no entran en lo que se considera normal”
Lucía Real Hidalgo lreal@telegrafo.com.ec Reportera - Quito


Trans aún arriesgan vida por identidad


(Aunque esta es una nota de Ecuador, es completamente extensible a todo el colectivo transexual de América Latina)


En el sur de Quito trabaja Noelia, quien es conocida como una “muñeco". Esto quiere decir que es una personas trans que tiene experiencia en inyectar siliconas, hormonas y otras sustancias a sus otras compañeras que quieran realizarse cambios corporales para lograr adecuar su identidad sexual a su cuerpo.

En esa tarea tiene más de 15 años y ninguno de ellos aún la acreditan como “médico profesional”, pues todo lo aprendió “viendo a otras realizarlos”.

Aun así su “clientela” es numerosa. Si bien no lleva la cuenta exacta del número de personas a las que ha atendido, sabe que “hace años que pasaron del millar”.

Eso sin ser un médico autorizado y sin tener un título profesional. Pero seguridad no le falta. Dice ser buena en lo que hace y que pocas veces sus pacientes han tenido complicaciones médicas a causa de sus procedimientos. "No pasa a menudo, pero algunas veces el cuerpo reacciona mal ante la silicona o las hormonas y pueden llegar a morir; entonces nos toca correr al hospital”.

Solo tras decir eso, Noelia reconoce que ella y sus pacientes corren riesgos. Aunque luego intente justificarse. “Mis compañeras trans me buscan porque no tienen dinero suficiente para acudir a médicos profesionales a realizarse procesos de implantación y hormonización”.

De ahí que los principales procedimientos que se hacen los trans son el aumento de glúteos, pechos y labios que vienen acompañados de un proceso de hormonización, para reducir rasgos, ya sean masculinos o femeninos.

Los costos por estos procedimientos fluctúan entre los 20 a 150 dólares con “Las muñecos”, mientras que en una clínica particular este monto asciende a 3.000 dólares.

Pero cancelar esta última cantidad resulta ínfima frente a los riesgos que se pueden asumir pagando solo US$ 20, según explica el doctor Silvio Eguiguren, cirujano general.

Él explica que las principales afecciones que pueden tener las personas que se someten a estos tratamientos sin el debido cuidado médico, son infecciones causadas por los implantes, daño severo de tejidos, daño muscular, afectación de órganos vitales como el hígado o riñón, desequilibrio hormonal severo que llega a afectar otras funciones orgánicas, hemorragias internas y hasta la muerte.

Edison Rodríguez, jefe de cirugía del Hospital de Especialidades Eugenio Espejo, coincide con él. De hecho, en este centro de salud ha atendido a las personas con traumas médicos graves, aunque a la par le han reclamado por qué estas operaciones no se encuentran como política pública para los trans.

Ante esto señala que la lógica de todos los hospitales públicos no se encuentra en estos procedimientos estéticos, por lo que una cirugía genital, hormonizaciones o implantes para una persona trans, no puede atenderse en estos centros. “Esos procedimientos son de orden particular y si una persona desea hacérselos tiene que pagar por ellos”, indica.

De todas formas, el galeno asegura que eso no justifica que otros practiquen esas cirugías sin conocer los riesgos. Para Rodríguez es una irresponsabilidad que las personas se sometan a prácticas “carniceras” con personas que no son profesionales y cuyos consultorios no cumplen las mínimas condiciones de higiene y salubridad.

Sin embargo, sabe sobre la existencia de estas intervenciones porque la gente acude ante la falta de recursos económicos y algunos médicos acceden a realizárselas.

A pesar de que han existido fallecimientos, como el de Brunet Lille, el 25 de septiembre de 2008, en Quito, tras intentar cambiar su sexo sin un buen desenlace, en los hospitales no existen registros de cuántos casos atienden porque en la ficha de ingreso no se toma en consideración la identidad de género, por lo que estas cifras no pueden ser contabilizadas.

Elizabeth Vásquez, activista del Proyecto Transgénero, también se muestra indignada por estos hechos y afirma que el acceso a salud de las personas trans aún difiere por el estrato social.

Quienes tienen posibilidades económicas optan por someterse a cambios estéticos y hormonizaciones en clínicas privadas en el extranjero. Mientras que aquellos que viven en los quintiles más bajos de pobreza, acuden a personas “no profesionales, que de manera rudimentaria realizan operaciones e inyectan productos altamente nocivos como el aceite”.

Para evitar esto último, Vásquez señala que el acceso al sistema de salud pública para el colectivo debe ser un derecho sin vulnerar. Pero aún, denuncia, se lo violenta. Primero porque los médicos no están sensibilizados con el tema trans y después porque entre los servicios que ofrecen no constan los cambios corporales.

Para ella el sistema de salud ecuatoriano atiende únicamente "enfermos", y esta visión de la medicina hace que todo lo que tiene que ver con la intervención corporal transgénero sea visto desde el ámbito de la estética y considerado como un "capricho, cuando no es una cuestión de estética, sino de identidad".

Sabina, una trans femenina, desde su experiencia cuenta que los doctores, enfermeras y otros funcionarios de las clínicas y hospitales públicos "tratan mal a los trans, porque no respetan la identidad y nos desconocen". Por esto ella no acude a estos centros. Algo similar opina Naomi, estilista de un gabinete ubicado en la Av. La Prensa, quien dice no acudir a los centros de salud públicos porque es maltratada y los funcionarios no conocen su realidad. “Lo único que nos quieren enseñar cuando nos ven es a prevenir el VIH, pero nosotras tenemos otras necesidades”, reclama.

Susana Tamayo, responsable de prevención de VIH del Ministerio de Salud Pública, explica que este tema se ha declarado como principal dentro de la atención médica del grupo GLBTI, debido a la gran incidencia de ITS en esta población. Aun así, afirma que el MSP está trabajando para implementar servicios con profesionales sensibilizados con la realidad GLBTI, pero como el proceso es paulatino, llevará algún tiempo.

Por ahora, la Patrulla Legal, del Proyecto Transgénero, se encuentra realizando un proceso de sensibilización dentro del área de emergencias del hospital Eugenio Espejo, para que los galenos y enfermeras sepan cómo tratar a una persona trans que requiere atención, ya sea tras una mala práctica médica o cualquier otra razón.

En ocasiones, la Patrulla Legal acompaña a los trans y se percata de que el trato que reciben en los centros médicos sea el adecuado y respete su identidad. LR

Redacción Diversidad
diversidad@telegrafo.com.ec



Trans se unen para prevenir el VIH en Ecuador


Con la intención de prevenir el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) que provoca el sida (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida), grupos de mujeres transgénero visitan las calles, discotecas y bares donde laboran trabajadoras sexuales de este colectivo.

Todas las noches, la agrupación femenina Silueta X (Guayaquil), Alfil y Estudio Transgénero (Quito), Fundación Transgénero Peninsulares (Santa Elena), entre otros, otorgan información sobre la enfermedad y realizan un censo para luego entregarlo al Ministerio de Salud Pública (MSP).

Diane Rodríguez, directora del grupo femenino Silueta X, indica que el proyecto de prevención nocturna inició en mayo de este año y, desde esa fecha, cada fin de semana, se elige a dos de entre las 50 compañeras de la organización para que se trasladen hasta los sectores donde mujeres transgénero ejercen la prostitución.

Ellas visitan los alrededores de la Federación Deportiva del Guayas y el hotel Oro Verde (Hurtado, José Mascote, Luque, Avenida del Ejército y García Moreno), bajos del puente del Mall del Sur y Florida Norte y Malecón de Durán. Al llegar hasta las esquinas se acercan con cautela para entregarles folletos, profilácticos y un cuestionario donde registran la última visita al médico.

“Nos acercamos y tratamos de dialogar con ellas, pero algunas son hostiles con la presencia de cualquier organización o persona que intente averiguar algo sobre ellas”, indica.

Según Rodríguez, la mayoría de mujeres transgénero se inclina a trabajar en este ambiente por la “falta de apoyo de sus familias, discriminación social, falta de educación y sobrevivencia”.

Aun así, de acuerdo con las encuestas realizadas a las personas sensibilizadas que tienen entre 15 a 40 años, la mayoría de ella quisiera “salir de esa vida y ponerse su peluquería, porque eso les daría acceso a la sociedad”.

Además, parte de la prevención nocturna es el censo poblacional trangénero, con el cual se conocerá la cantidad de mujeres de este colectivo que hay en Ecuador y sus actividades.

Por ese motivo, Manuel Mantilla, director de Estudio Transgénero, organización que brinda talleres a miembros del grupo que han estado encarcelados, explica que la próxima semana estará listo el censo de trabajadoras sexuales trans que hay en el país, con la intención de entregarlo al MSP.

Hasta el momento se ha identificado a 600 personas, pero la cifra total se conocerá el 23 de este mes ante el encuentro nacional de este grupo minoritario.

“El MSP tiene un informe de 300 trans y nosotras hemos visto que solo en Guayaquil hay esa cantidad, sin contar Loja, Cuenca, Quito, Esmeraldas y las otras provincias”, agrega.

Mantilla explica que el proyecto busca concienciar a las personas que una forma de prevención es usar de forma correcta el condón, “así el cliente les pague más por no hacerlo”. Pero han tenido obstáculos, señala, pues hasta ahora el MSP no les entrega los profilácticos que están en bodega.

“Tenemos acercamientos con el ministerio, pero hay un convenio para que nos entreguen los preservativos y aún no lo hacen”, asegura.

En Quito las zonas donde realizan la prevención es en Reina Victoria, 6 de Diciembre, Puente del Guambra, Plaza del Teatro. Allí, el acercamiento a sus compañeras se efectúa “con cuidado”, porque algunas son reacias para recibir la información, ya que creen que llegan a quitarles la plaza de trabajo.

Aparte, “en el lugar hay mucho hurto y algunos trans son agresivos y celosos de la zona. También hay borrachas, por eso hay que ganárselas y luego entregarles el preservativo”, manifiesta.

Así lo corrobora Pilar Rivas, coordinadora de proyectos de la corporación Kimirina, entidad que financia las visitas nocturnas y los talleres sobre prevención de VIH a nivel nacional.

La funcionaria menciona que el proyecto se lo ejecuta, con otros grupos, desde 2008, con la intención de capacitar en las vías públicas sobre enfermedades de trasmisión sexual con la entrega de folletos, el cómic “Victor, Victoria” y profilácticos. “Con el cómic se difunde información que les permita a ellas tener conocimientos básicos de prevención, unión, solidaridad, discriminación, para luego hacer una organización consolidada”, informa.

La cooperación externa la otorga la organización holandesa Schorer, que colabora con 70.000 euros para la compra de condones, los talleres de capacitación y las veedurías ciudadanas.

Pero este trabajo también va más allá del colectivo trans. Mabel García, directora de Fundación Transgéneros Peninsulares (Futpen), asevera que el proyecto que realizan en la Ruta del sol no solo está enfocado a trabajadoras sexuales transgénero, sino también heterosexuales. La directora explica que, a raíz de la muerte de muchas de sus compañeras, tanto trans como heterosexuales, decidieron concienciar hace cinco años a la comunidad y lograr una equidad de género brindando información sobre el virus que ataca a todos los grupos.

Por eso, detalla, se realizan talleres de sensibilización y también de “inclusión, educación, salud, y veeduría de las diferentes violaciones que se ejercen en contra de la comunidad transgénero y las trabajadoras sexuales en general”. (EMB)

Redacción Diversidad diversidad@telegrafo.com.ec




Entrevista: Tacos, prostitución y sexo, de qué se ríe una chica trans

Alma Catira se autobautizó tras aceptar su identidad sexual después de los 30 y ahora pelea por el cambio en el DNI. Es licenciada en Ciencias Políticas y vive en un hotel de Constitución. Y se gana la vida trabajando como humorista gráfica. Cómo fue el proceso de transformación. Su vida, hoy.


Llegó la hora en que aceptó ser esa mujer a la que combatió durante años y a la que, paradójicamente, soñaba de lo más común. Tan común que le permitiera pasar desapercibida de la mirada pública. Ese día llegó y se bautizó Alma Catira. Hoy, cuando ya ronda los 40, pelea en la Justicia el reconocimiento de su identidad transexual y la autorización para modificar su sexo. Y busca curar con humor las llagas de la vida.

"Desde siempre me sentí en el cuerpo equivocado. Recuerdo que a los tres años me ponía la ropa de mi mamá y gritaba cuando no me trataban como nena. Ella me decía degenerado. Yo no sabía qué significa, pero sufría porque imaginaba que era algo espantoso. Mi papá me obligaba a hacer pis parado. A los cinco, lo corregía cuando me hablaba en masculino", cuenta Alma, en el diálogo con Terra.

Sigue: "A los 16, estaba cansada de lo que me pasaba y busqué darle la razón a mi papá, mi mamá, al mundo entero. ‘Sos el señor Sánchez; debes obrar como tal’, me decían. Así es como me fuerzo a tener una identidad masculina. Todo me salió mal. No podía concretar con las chicas. Me anoté para jugar al fútbol y resulté ser un desastre. Me mandé mil y una cagadas".

Hasta que llegaron los 30. Tras pasar por un cura, que la derivó a un médico clínico, que la derivó a una psicóloga, que la derivó a una sexóloga. "¿Que debo hacer para ser varón?", fue lo primero que vomitó Alma en el consultorio. El tratamiento no tomó rumbo hasta que la médica la conminó: "Si seguís así, te vas a matar. Dejá de jugar al varón que no podes ser y aceptate como la mujer transexual que sos". Y se aceptó.

Alma Catira (Alma por el ser femenino que habita su cuerpo de varón y Catira en homenaje a la protagonista de una telenovela venezolana que miraba a escondidas en su adolescencia) se las rebusca para vivir en un hotelucho del barrio porteño de Constitución.

Un par de bolsos lleno de ropa, maquillaje, dos o tres cacharros para hacerse la comida, equipo de mate para patear el hambre. En esos lugares conviene estar liviana. "Para irse rápido si hay que hacerlo de apuro o sencillamente para no acostumbrarse a que sea la casa de una", dice. No se queja: al menos, ya no comparte eso que parece baño.

Moneda que no va para comida, va para apuntes. Alma estudia Trabajo Social en la Universidad de las Madres y se licenció en Ciencias Políticas en la Universidad de Córdoba.

Siempre tuvo claro que debía formarse para superarse. Primero, escapándose de Santa Rosa de Río Primero, el pueblo cordobés de 8.500 habitantes donde nació, creció y padeció. Y luego, evitando la prostitución, casi el único sustento al que están condenadas por la sociedad travestis y transexuales. Ni con título consigue trabajo. Buenos Aires podrá ser friendly, pero otra cosa es que tomen a una trans como recepcionista.

Alma no baja la guardia. Mientras espera el fallo que le otorgue un DNI con su verdadero nombre y esculpe -con algo de hormonas y mucho de imaginación- el cuerpo que ansía tener, hace los chistes de la revista El Teje.

"El humor trans está muy vinculado a lo sexual, siempre desde un tono más picaresco y catártico que explícito", cuenta.

Y agrega: "En mi caso, hago énfasis en la problemática de la identidad de género y en el estereotipo social que pesa sobre nosotras y la prostitución. Si mis personajes no lucieran taco, minifaldas y cartera pequeña, la gente común no las identificaría como chicas trans".

Explotación laboral y sexual, amoríos truncos, hostigamiento policial, cambios en el aspecto físico, embellecimiento, exclusión del sistema sanitario. Estos son otros de los temas que abarca el universo humorístico de Alma.

Sus figuras femeninas siempre son sinuosas, jóvenes y deseables. En su vacío, los espacios remiten a los márgenes sombríos de la ciudad y sus suburbios. Y los hombres aparecen fuera de cuadro o enjuiciadores o abusadores. La soledad y la incomprensión atraviesan todas las historias.


Escándalo en España por un calendario con vírgenes transexuales

Provocador: así puede definirse como mínimo al calendario laico 2010 del Colectivo de lesbianas, gays, transexuales, y bisexuales de Madrid (COGAM), repleto de imágenes que conjugan lo sagrado y lo profano de un modo más que irreverente al representar como vírgenes, ángeles y pastores cristianos a transexuales, travestis o figuras propias del cine "XXX".

Entre otras figuras alusivas a la iconografía cristiana, es posible ver por ejemplo a una "virgen" negra sosteniendo a un niño con una mano y una bola de discoteca con la otra, o a un transexual con tatuaje luciendo una túnica blanca como casi única prenda y emanando destellos de luz al mejor estilo de una personificación religiosa.

Como era de esperarse, el particular calendario ha sido considerado "muy ofensivo a la Iglesia" , "blasfemo" y "pornográfico" por organizaciones católicas españolas, que ya hablan de una "inquisición rosa". Sin embargo, ello no parece amilanar a la gente de Cogam, que considera este producto como una forma de denunciar la ausencia de un "auténtico estado laico".

En declaraciones al diario La Vanguardia, el portavoz de la asociación Raúl García expresó esos motivos diciendo: "En España hay ateos, judíos, testigos de Jehová, musulmanes, ¿por qué no celebrar festividades laicas como el día internacional de la mujer o de la democracia?".

Para García, lejos de ser ofensivo el calendario "es muy respetuoso". En tal sentido, el vocero agrega: "Tan sólo tomamos la iconografía actual, es un trabajo artístico. Hay cuadros en el Louvre o en el Prado que podría ser más ofensivos".

Por su parte, una de las modelos que aparece en las imágenes, Isable Torres, califica: "Es arte transgresor, contemporáneo; lo importante del calendario es su mensaje: el uso del condón y medidas anticonceptivas frente a posturas intransigentes que hacen un flaco favor a la sociedad".

Según el fotógrafo responsable de las secuencias, en tanto, el objetivo del calendario es "desenmascarar la realidad, encontrar matices distintos; puede agradar o horrorizar, pero es un antídoto frente a la pereza mental".

De la realización participaron también voluntarios y celebridades como la actriz Carla Antonelli, con el objeto de contribuir a una obra que permitirá recaudar fondos para campañas por la sensibilización ante el VIH-SIDA.



Brasil ensaya un proyecto piloto, que alojará en módulos especiales a presos gays y transexuales

El diario Público editó ayer un interesante reportaje sobre el módulo especial para gays y mujeres transexuales de la cárcel de Sao Joaquim de Bicas, en el estado brasileño de Minas Gerais. Una iniciativa, de la cual ya hablamos hace unos meses, que ha partido de Walkiria la Roche, que desde la Secretaría de Desarrollo Social del estado dirige el centro de referencia para personas LGTB. La Roche está considerada además la primera mujer transexual en ocupar un cargo público en Brasil.

Walkiria la Roche percibió que una de las luchas que debía emprender era la mejora de la situación carcelaria de gays y mujeres transexuales, un colectivo especialmente vulnerable en un contexto ya de por sí muy díficil, como son las prisiones brasileñas, y que es víctima de frecuentes agresiones y violaciones por parte de otros reclusos. “Tras visitar varios presidios (…) fui consciente del número cada vez mayor de ciudadanos travestis y gays privados de libertad. Ellos me hablaron de sus sufrimientos: recibían insultos de todo tipo, se veían sometidos a abusos sexuales y les habían robado sus identidades de género, rapándoles el cabello mientras los heterosexuales seguían con su pelo normal”, comenta.

De ahí la decisión de promover este proyecto piloto, que podría extenderse a otros penales. Los centros penitenciarios brasileños constarían así de diez celdas para cuatro reos cada una. En ellas residirían sólo los que lo solicitasen, especialmente “travestis y gays afeminados que asumen su orientación sexual. Recordemos que Brasil es un país machista y muchos no lo hacen por miedo a represalias”. “El objetivo del módulo no es segregar, sino ampliar el acceso a políticas de prevención de las enfermedades de transmisión sexual. La salud es un problema de todos los encarcelados y no sólo de los homosexuales. Muchos presos mantienen relaciones sexuales con más de 20 personas y, cuando le pregunté a la dirección del presidio si entregaban preservativos, me dijeron que allí no había sexo entre hombres. Una gran equivocación”, cuenta la Roche.

El programa se complementará con un proyecto de resocialización y rehabilitación de los penados. La Secretaría de Estado de Defensa Social intentará promover la reducción de penas, su inclusión en el mercado laboral y su capacitación profesional en sectores diversos.

La iniciativa no está exenta de críticas. Colectivos LGTB, por ejemplo, habrían reclamado que las mujeres transexuales sean trasladadas a cárceles femeninas, tal y como correspondería a su identidad de género.



Cala hondo la discriminaci�n hacia los transexuales

Las personas sin conocer, ni detenerse a pensar qué hay detrás de la motivación de un hombre para convertirse en mujer lo juzgan, le restringen las posibilidades de desarrollo personal, las familias generalmente les dan la espalda, no es sencillo que consigan trabajo e incluso quienes se decían sus amistades empiezan a cambiar de actitud conforme pasa el tiempo, comentó Tannya Alizee Martín del Campo Ramírez que en un momento fue hombre y hoy es una chica.

Esta preferencia, gusto o interés por lo femenino le nació desde que ella era pequeña, en esa primera edad no tuvo la madurez de darse cuenta que era exactamente lo que le sucedía, pero sí estaba consciente de que no podía evidenciar esa necesidad que sentía por dejar de ser lo que la gente veía en ella a través de su cuerpo masculino.

Luego de la niñez vino la pubertad y el inicio de la juventud que fue una época muy difícil, pues aunado a los problemas normales que tiene cualquier adolescente, ella tuvo que lidiar con la necesidad que tenía de vestirse y de ser mujer. Ella es de Aguascalientes pero a los 19 años se fue a la Ciudad de México para estudiar actuación, estar sola le trajo nuevas perspectivas de vida, se le abrieron unas puertas y al mismo tiempo se le cerraron otras.

“Mi familia no me habla, me comunico con ellos a través de mensajes, no me quieren ver, ellos tienen casi dos años que lo saben, no he ido a Aguascalientes en ese tiempo”. La primera en saber su condición de transexual fue su hermana que primero le dijo que iba a apoyarla, pero con el paso de los días y las circunstancias se “echó para atrás”, sus dos hermanos tampoco la apoyaron, nadie en su familia termina de aceptarlo, su madre prefiere evadir el tema y su padre le dijo que si en realidad era así, él se iba a morir.

“Se lo digo a mi familia, yo no he cambiado, mi esencia sigue siendo la misma, la forma en cómo me educaron y me criaron sigue siendo la misma, sólo el exterior cambió, véanme como un ser humano como soy, como somos todos”.

Para Tannya no fue fácil aceptarse, más de una vez compró ropa de mujer, se la ponía, la insultaban en la calle, la tiraba al llegar a su casa pero al final se daba cuenta que como hombre no era feliz, algo le hacía falta, hace un año fue que por fin se decidió a transformarse y saberse mujer, cuestión que no ha sido nada fácil. Su proceso de transformación la hizo madurar, se tomó el tiempo para reflexionar cada uno de los momentos y las consecuencias. “Que me costó trabajo aceptarme, claro que me costó fueron 34 años de mi vida”.

A través del auricular se escuchó un suspiro luego de la pregunta sobre qué es lo que más trabajo le costó en su proceso de transformación, ella dice que lo más difícil ha sido entender porqué nació hombre, cosa que seguramente no entenderá nunca.

Desde que se decidió a ser mujer cambió su forma de vestir, la ingesta de hormonas que le ha traído parabienes pero también efectos no tan agradables como las ganas de llorar o los enojos repentinos inexplicables.

Ser transexual y aceptarlo públicamente le ha cerrado puertas a nivel laboral, hasta ahora no ha podido registrarse civilmente como mujer porque eso no está tipificado en la legislación de Aguascalientes y para hacerlo en el Distrito Federal tendría que ser nacida allá; cuando estaba en su proceso de transformación le llegaron a prohibir la entrada a un baño y ahora todos la tratan como mujer, pero cuando se enteran que es transexual cambia el ambiente, todo se pone tenso.

Es por eso que desde su trinchera ella está viendo las posibilidades de que en Aguascalientes se hagan las modificaciones correspondientes a la legislación para que ella y todas las mujeres que son como ella puedan hacer sin mayor problema su cambio de identidad.

“Tannya es una mujer hermosa, muy femenina, un lindo ser humano que debió haber surgido hace mucho tiempo, veo una mujer emprendedora, con muchas ganas, con ansias de defender sus derechos, el ser mujer, ser aceptada en la sociedad como tal”.




La intersexualidad


El término antiguo para esta afección, hermafroditismo, provino de juntar los nombres de un dios y una diosa griegos, Hermes y Afrodita. Hermes era el dios de la sexualidad masculina (entre otras cosas) y Afrodita la diosa de la sexualidad, el amor y la belleza femeninas.

Aunque los términos antiguos todavía se incluyen en este artículo como referencia, han sido reemplazados por parte de la mayoría de los expertos (al igual que pacientes y sus familias) dado que son engañosos, confusos e insensibles. Este grupo de afecciones cada vez más se está llamando trastornos del desarrollo sexual (DSD, por sus siglas en inglés).

Causas

La intersexualidad se puede dividir en 4 categorías:

Intersexualidad 46, XX
Intersexualidad 46, XY
Intersexualidad gonadal verdadera
Intersexualidad compleja o indeterminada
Cada una se aborda con más detalle a continuación. NOTA: en muchos niños, la causa de la intersexualidad puede permanecer indeterminada, incluso con las técnicas de diagnóstico modernas.

Intersexualidad 46, XX: la persona tiene los cromosomas de una mujer, los ovarios de una mujer, pero los genitales externos con apariencia masculina. Esto generalmente es el resultado de un feto femenino que ha estado expuesto a hormonas masculinas en exceso antes del nacimiento. Los labios mayores (“labios” o pliegues de la piel de los genitales externos femeninos) se fusionan y el clítoris se agranda para aparecer como un pene. Esta persona generalmente tiene un útero y trompas de Falopio normales. Esta afección también se denomina 46, XX con virilización y solía llamársele pseudohermafroditismo femenino. Existen algunas causas posibles:

Hiperplasia suprarrenal congénita (la causa más común)

Hormonas masculinas, como la testosterona, consumidas por la madre durante el embarazo.

Tumores productores de hormonas masculinas en la madre, entre los cuales los más comunes son los tumores ováricos. A las madres que tengan hijos con intersexualidad 46, XX se les debe hacer un chequeo, a menos que haya otra causa clara.

Deficiencia de aromatasa, que puede no notarse hasta la pubertad. La aromatasa es una enzima que normalmente convierte las hormonas masculinas a hormonas femeninas. El exceso de actividad de la aromatasa puede llevar a exceso de estrógenos (hormona femenina) y la escasez de actividad a intersexualidad 46, XX. En la pubertad, estos niños XX, que han sido criados como niñas, pueden comenzar a tomar características masculinas.


Intersexualidad 46, XY: la persona tiene los cromosomas de un hombre, pero los genitales externos no se han formado completamente, son ambiguos o claramente femeninos. Internamente, los testículos pueden ser normales, estar malformados o ausentes. Esta afección también se denomina 46, XY con subvirilización y solía llamársele pseudohermafroditismo masculino. La formación de los genitales masculinos, externos y normales depende del equilibrio apropiado entre las hormonas masculinas y femeninas; por lo tanto, requiere una producción y funcionamiento adecuado de las hormonas masculinas. La intersexualidad 46, XY tiene muchas causas posibles:


Problemas con los testículos. Los testículos normalmente producen hormonas masculinas pero, si no se forman apropiadamente, esto llevará a subvirilización. Existen muchas causas posibles para esto, incluyendo disgenesia gonadal pura XY.

Problemas con la formación de testosterona. Ésta se forma a través de una serie de pasos; cada uno requiere una enzima diferente. Las deficiencias en cualquiera de estas enzimas pueden provocar testosterona inadecuada y producir un síndrome de intersexualidad 46 XY diferente. Tipos diversos de hiperplasia suprarrenal congénita pueden encajar en esta categoría.


Problemas con el uso de testosterona. Algunas personas tienen testículos anormales, producen cantidades adecuadas de testosterona, pero todavía tienen intersexualidad 46, XY.

Deficiencia de 5-alfa-reductasa. Las personas con esta deficiencia carecen de la enzima necesaria para convertir la testosterona a deshidrotestosterona (DHT). Existen al menos cinco tipos de deficiencia de 5-alfa-reductasa. Algunos de los bebés tienen genitales masculinos normales, algunos genitales femeninos normales y muchos tienen algo de los dos. La mayoría cambia a genitales masculinos externos alrededor del tiempo de la pubertad.

Síndrome de insensibilidad a los andrógenos (AIS, por sus siglas en inglés). Es la causa más común de intersexualidad 46, XY. Aquí las hormonas son todas normales, pero los receptores para las hormonas masculinas no funcionan apropiadamente. Existen más de 150 defectos diferentes identificados hasta ahora, y cada uno causa un tipo diferente de AIS. A este síndrome también se lo ha denominado feminización testicular.


Intersexualidad gonadal verdadera: aquí la persona debe tener tanto tejido ovárico como testicular. Esto podría ser en la misma gónada (un ovotestículo) o la persona podría tener un ovario y un testículo. Puede tener cromosomas XX, cromosomas XY o ambos. Los genitales externos pueden ser ambiguos o pueden tener apariencia masculina o femenina. Esta afección solía llamarse hermafroditismo verdadero. En la mayoría de las personas con intersexualidad gonadal verdadera, la causa subyacente se desconoce, aunque en algunos estudios con animales ha sido vinculada a la exposición a pesticidas comunes para la agricultura.


Trastornos de intersexualidad compleja o indeterminada del desarrollo sexual: muchas configuraciones de cromosomas distintos a las combinaciones simples 46, XX o 46, XY pueden ocasionar trastornos del desarrollo sexual y abarcan, entre otros, 45, XO (solamente un cromosoma X) y 47 XXY, 47, XXX: ambos casos tienen un cromosoma sexual adicional, sea un X o un Y. Estos trastornos no ocasionan una condición de intersexualidad donde haya discrepancia entre órganos genitales externos e internos. Sin embargo, puede haber problemas con los niveles de hormonas sexuales, el desarrollo sexual en general y alteración en los números de cromosomas sexuales.

Síntomas

Los síntomas asociados con la intersexualidad dependerán de la causa subyacente, pero pueden abarcar:

Genitales ambiguos al nacer
Micropene
Clitoromegalia (agrandamiento de clítoris)
Fusión parcial de los labios
Testículos aparentemente no descendidos (que pueden resultar ser ovarios) en niños varones
Masas labiales o inguinales (ingle), que pueden resultar ser testículos, en las niñas
Hipospadias [la abertura del pene está en un lugar diferente a la punta; en las niñas, la uretra (canal urinario) se abre en la vagina]
Genitales que aparte de esto tienen apariencia inusual al nacer
Anomalías electrolíticas
Ausencia o retraso de la pubertad
Cambios inesperados en la pubertad
Pruebas y exámenes

Análisis de cromosomas
Niveles hormonales (por ejemplo, nivel de testosterona)
Pruebas de estimulación hormonal
Pruebas de electrolitos
Pruebas moleculares específicas
Examen endoscópico (para verificar la ausencia o presencia de la vagina o el cuello uterino)
Ecografía o resonancia magnética para evaluar si los órganos sexuales internos están presentes (por ejemplo, el útero)
Tratamiento

Lo ideal es que un equipo de profesionales médicos con experiencia en intersexualidad deba trabajar en conjunto para entender y tratar el niño con intersexualidad, así como comprender, aconsejar y apoyar a toda su familia.

Los padres deben entender las controversias y cambios en el tratamiento de la intersexualidad en los últimos años. En el pasado, la opinión que prevalecía era que generalmente era mejor asignar un sexo lo más rápido posible, a menudo sobre la base de los genitales externos, en vez del sexo de los cromosomas, e instruir a los padres para no tener ambigüedad en sus mentes en cuanto al sexo del niño. A menudo se recomendaba una cirugía rápida en la cual se extirpaba el tejido testicular u ovárico del otro sexo. En general, se consideraba más fácil reconstruir los genitales femeninos que los genitales masculinos funcionales, de tal manera que si la elección “correcta” no era clara, al niño a menudo se le asignaba el sexo femenino.

En los últimos tiempos, la opinión de muchos expertos ha cambiado. Un mayor respeto por las complejidades del funcionamiento sexual femenino los ha llevado a concluir que los genitales femeninos insuficientes pueden no ser intrínsecamente mejores que los genitales masculinos insuficientes, incluso si la reconstrucción es “más fácil”. Además, otros factores pueden ser más importantes en la satisfacción del sexo que los genitales externos funcionales. Los factores cromosómicos, neurales, hormonales, psicológicos y conductuales pueden todos influir en la identidad sexual.

Ahora muchos expertos instan a demorar la cirugía definitiva por el mayor tiempo que sea sano hacerlo y lo ideal es que se involucre al niño en la decisión sobre su sexo.

Claramente, la intersexualidad es un asunto complejo y su tratamiento tiene consecuencias a corto y a largo plazo. La mejor respuesta dependerá de muchos factores, incluyendo la causa específica de dicha afección. Es mejor tomarse el tiempo para comprender el asunto antes de apresurarse a tomar una decisión. Un grupo de apoyo para la intersexualidad puede ayudar a las familias a enterarse de las últimas investigaciones, y puede brindar una comunidad de otras familias, niños y adultos que han enfrentado la misma situación.

Grupos de apoyo

Los grupos de apoyo son muy importantes para las familias que enfrentan la intersexualidad.

Diversos grupos de apoyo pueden diferir en sus puntos de vista con relación a este tema tan sensible. Busque uno que apoye sus puntos de vista y sentimientos en este tema:

Las siguientes organizaciones brindan información adicional:

American Association for Klinefelter Syndrome Information and Support: www.aaksis.org
CARES Foundation: www.caresfoundation.org
Congenital Adrenal Hyperplasia Education and Support Network: www.congenitaladrenalhyperplasia.org
Hypospadias and Epispadias Association : www.heainfo.org
Intersex Society of North America: www.isna.org
Turner Syndrome Society of the US: www.turner-syndrome-us.org
Pronóstico

Por favor, remítase a la información sobre las afecciones individuales. El pronóstico depende de la causa específica de la intersexualidad. La perspectiva en general es excelente con comprensión, apoyo y tratamiento apropiados.

Cuándo contactar a un profesional médico

Si nota que el niño presenta desarrollo sexual o genitales inusuales, hable de esto con el médico.

Nombres alternativos

Trastornos del desarrollo sexual; DSD; Hermafrodita; Seudohermafroditismo; Hermafroditismo

sábado, 24 de octubre de 2009

Un "niño" es reconocido legalmente como niña a los ocho años

A los cuatro años insistía a sus padres: "Soy una niña". A los cinco se negaba a cortarse el pelo y a los seis ya había sido diagnosticado como transexual. Joey Romero, ahora Josie, se ha convertido en un caso insólito de cambio de género con sólo ocho años de edad.

Josie fue diagnosticada como transexual cuando sólo tenía seis años. Su madre, Venessia, recuerda que "cuando empezó a hablar me decía: 'soy una chica'. Solíamos corregirla y decirle: 'No, eres un chico'. A los cuatro años insistía: 'No, realmente soy una chica'".

Cuando tenía cinco años y medio, Venessia y Joseph, ingeniero de la Fuerza Aérea de EEUU, decidieron contar su caso al pediatra, que les remitió a un especialista de género. Fue entonces cuando comenzaron a aceptar que Joey era Josie. "Yo había llorado la pérdida de mi hijo. Cuando hablé con él, supe que había ganado una hija", admite el padre.

Ha sido a los ocho años cuando Josie ha sido reconocida legalmente como una niña. En su certificado de nacimiento y su pasaporte ya figura como tal. A partir de ahora, deberá medicarse para prevenir la adolescencia masculina. A los doce años comenzará a recibir hormonas femeninas y también necesitará cirugía para convertirse en una mujer completa.

"Soy feliz. Ahora todos saben que soy una chica real y ya no tengo que fingir que soy un chico nunca más", afirma Josie.

JNP