Un ex soldado británico de 51 años, transexual y afincado en Alemania, defiende desde hoy ante la justicia alemana su derecho a que la sanidad pública asuma los costes de una operación de pecho, necesaria, según su argumentación, para sentirse mujer.
El demandante argumentó, en la apertura del proceso ante la Audiencia de Asuntos Sociales de Hannover (centro de Alemania), que la intervención no era de índole estética, sino relacionada con su bienestar físico y psíquico.
Según su versión, empezó a sentirse incómodo en un cuerpo de hombre estando de servicio en Irlanda del Norte y, posteriormente, ya estacionado en una base de Alemania, en 2003, se acostumbró a ponerse ropa de mujer.
El ex soldado estuvo casado durante años con una alemana, pero el matrimonio se rompió en la medida en que progresaba su transexualidad.
Hace año y medio empezó un tratamiento hormonal, a consecuencia del cual empezó a desarrollar formas femeninas, y adoptó un nombre de pila de mujer.
El desarrollo de su pecho es insatisfactorio, argumenta el querellante, lo que hace necesaria una intervención quirúrgica que sostiene no es por razones cosméticas, sino psicofisiológicas.
La sanidad pública está dispuesta a asumir los costes de una costosa operación de cambio de sexo en sus genitales, que se le practicará en breve, pero rechaza hacerlo con los 6.000 euros que aproximadamente acarrea la intervención en los pechos.
Su seguro se ciñe para su negativa a que las operaciones para agrandar o empequeñecer los senos no van a cuenta de la mutua, tampoco en las mujeres, a no ser que se trate de subsanar una anomalía grave.
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