miércoles, 28 de octubre de 2009

¿Dijo Dios que había que infligir daño a los transexuales?

Por Carla Antonelli

Las dobles varas de medir y los reglones torcidos del Vaticano

El sacerdote Alessandro Santoro considera válido "a los ojos de Dios" el matrimonio entre una mujer transexual que nació biológicamente varón y su pareja. Son también muchísimos los países en el mundo que reconocen esta realidad -además de la propia Organización Mundial de la Salud- como un sinfín de organizaciones pro-derechos humanos. Amén de cartas magnas, donde la mayoría reconocen "el derecho al desarrollo de la propia personalidad". El Tribunal Supremo de España -año 1987- se amparó en el anterior artículo, para conceder por primera vez la modificación de una partida de nacimiento de cambio de nombre y sexo.

El párroco de un barrio de Florencia ha sido destituido por el arzobispo por haber casado a "una mujer que nació hombre", al considerar que ha cometido una "simulación de un sacramento, ya que faltan los elementos que constituyen un matrimonio religioso", ser dos personas de distinto sexo. Rechaza la mayor en su miserable transfobia, que Sandra Alvino es una mujer, de hecho y de derecho.

Resulta llamativo -o más bien deja las cosas clarificadas- la manera de actuar de estas personas que están a la cabeza de La Iglesia; organización que dice defender la palabra de Dios. Durante décadas trasladaron de parroquias a los sacerdotes que abusaban sexualmente de niños, aplicándoseles esto como máxima condena. Como era obvio allí se repetían las violaciones hacia los pequeños -chantajearon a quienes quisieron denunciar- y hoy en día muchas diócesis están en bancarrota, por las demandas millonarias de lustros en asquerosas vergüenzas tapadas.

En cambio, la destitución ha sido fulminante por parte del "poco cristiano" arzobispo de Florencia, Señor Giuseppe Bettori, al párroco Alessandro Santoro. Este buen hombre había cometido el delito de comportarse como lo hubiese hecho el mismísimo Jesucristo -dar cabida en su seno a todos aquellos que creyeran en él y lo siguieran.

¿Cuál es el delito de Sandra?: -Nacer en un cuerpo que no le correspondía y hacer verdad su propia vida; luego seguir a Jesús y ser una devota creyente.

¿Cuál es el delito del padre, Alessandro Santoro? -Ser fiel a Jesús, al evangelio y a sus seguidores-

¿Cuál es el delito del Arzobispo, Giuseppe Bettori? -Utilizar el nombre de Dios para excluir, estigmatizar y proporcionar un daño gratuito e innecesario a personas que realmente creen en su existencia.

¿Si Dios existe, pensaría y actuaría como Giuseppe Bettori o la alta cúpula vaticana, en temas como este; utilización de condones, abusos sexuales, silencio ante el exterminio nazi, relegación de la mujer o infinidad de situaciones actuales? -La respuesta queda para quien lee este articulo-

El cualquier caso, si existe, que los pille confesados.

Carla Antonelli es actriz, activista transexual y directora del Diario Digital Transexual

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