domingo, 28 de febrero de 2010

Soy una gran decepción


Por: Verónika Alejandra Inclán Cazarín

Soy una mujer transexual y cuando inicié mi transición, empece a decepcionar a todo mundo, muy aparte del hecho de que creían que era hombre y en realidad era una mujer encerrada en la facha de un hombre. Me explicare:

• Decepcione a una amiga que me dijo que acabaría tristemente prostituyéndome en una esquina, pues trabajo en un periódico, con un sueldo decoroso y más feliz que en toda mi vida

• Decepcione a quien pensó que nunca conseguiría trabajo como mujer. Cuando me corrieron por ser transexual y decidí buscar trabajo ya como mujer y no ponerme disfraz de hombre para trabajar, nadie me quiso recomendar, nadie quería apoyarme y sin embargo en un lugar me dieron la oportunidad de demostrar mi capacidad y no dudaron en que me quedara trabajando

• Decepcione a quien pensaba que a mi actual trabajo me permitían estar ahí sólo si iba con ropas de hombre. Como ya mencione, mi apariencia, condición sexual y forma de expresarme no les importo en mi trabajo, supieron ver mis capacidades por encima de creencias estúpidas y prejuicios vánales

• Decepcione a quienes pensaron que estaba tirando por la borda mi carrera, todos mis estudios; que todo a la inversión en mi educación iba a valer nada si terminaba dedicándome a prostituirme o la estética. Me encanta mi carrera, ejerzo mi carrera y nunca deje mi carrera, por falta de cultura creen que una mujer transexual solo sirve para los dos trabajos mencionados

• Decepcione a muchas amigas que me pidieron consejos de belleza. Y vuelta a lo mismo, creen que mujer transexual es igual a súper estilista y apenas y se cómo usar maquillaje en mi tipo de piel, se maquillarme, pero no se maquillar a los demás y menos dar un consejo que tendría un gran grado de erróneo

• Decepcione a aquel que pensó que me vería en una cantina buscando hombre para satisfacer mis “sucios” instintos. No he puesto el pie en una cantina y siempre salgo con amigas a divertirme y platicar, no cambie para estar con hombres, sino por sentirme mejor con quién soy y es un hecho que ahora nadie puede negar

• Decepcione a mi amiga que me dijo que esperaba que con una operación me feminizara la cara y que ya así podría empezar a vivir como mujer. Actualmente no me hecho ninguna cirugía estética y ante los ojos de todos nadie duda que soy una mujer, tal vez no seré una mujer biológica, pero si mujer transexual y todos al tratarme saben que tratan con una mujer

• Decepcione a quienes creyeron que iba a perder a todos mis amistades. De todos mis amigos el 99.9 % se quedo conmigo, me apoyaron o al menos nunca intentaron bloquearme, y lo mejor s que sume nuevos amigos , hoy tengo mucho más amigos que antes

• Decepcione a quienes pensaron que mi vida giraría a encerrarme a un ambiente “gay-trans”. No hay límites, asisto más a ambientes comunes y corrientes para el general de la población de mi edad, tengo derecho a estar donde pueden estar todos y con mi seguridad he podido darme cuenta que muchas veces no nos discriminan, sino que nos auto discriminamos refugiándonos en lugares donde más fácilmente nos aceptan

• Decepcione a los hombres que al conocerme y saber que soy mujer transexual, quisieron sexo y me negué a seguir conversación con ellos. No por ser mujer transexual muero en deseos de tener sexo, el sexo es parte de la vida de las personas, pero si creen que soy una persona enferma de ello, más enfermos están los que creen que apenas y me conocen ya quieren tener relaciones

• Decepcione a quien pensó que actuaria como una loca depravada en las calles. Camino y visto como cualquier chica normal de mi edad, vivo la vida sin perturbar a los demás, exigiendo mis derechos, pero con respeto; sonrió mucho y se refleja la felicidad en mi rostro y ni un poco reflejo depravación, porque la depravación en mi no existe

• Decepcione a muchos que nunca vieron la posibilidad que me asemejara a una mujer. Hoy nadie duda de que soy mujer, pues eso proyecto, así me siento. Y si alguien se entera de que soy mujer transexual no me importa, no ando con medias tintas, aunque tampoco es algo que voy pregonando, pues es parte de mi vida intima y yo elijo con quien hablarlo y con quién no.

Quien no me quiere ver como mujer, es alguien con falta de criterio, porque lo que está a la vista no se discute, tendré mis defectos de nacimiento pero he logrado corregirlos y ser yo, aun falta mucho por recorrer y sé que en todo esto que falta, seguiré siendo para muchos una gran decepción

Me encanta haber decepcionado a tantos, porque todo lo malo que esperaban de mí no fue lo que aconteció en mi vida, que orgullo ser “una gran decepción”

(Tomado de los Foros de "Disforia de Género")



Dificultad de reasignarse como mujer siendo transexual y medianamente pobre en Argentina


Las travestis y transexuales recurren a técnicas peligrosas para cambiar sus cuerpos y llegan a poner sus vidas en peligro.

Uf, si las propias representantes del sexo femenino hablan de lo difícil que es ser mujer, imagine lo que debe ser aspirar a transformarse en mujer siendo hombre. Y no sólo eso: imagine lo que debe ser aspirar a eso siendo hombre y relativamente pobre.

Critica-. Hoy en día, a las travestis y transexuales –unas 9.000 en la Argentina según estimaciones no les basta con ir al gimnasio, a sesiones maratónicas de pilates, dejarse crecer el pelo y frecuentar peluquerías –cuando está dentro de sus posibilidades, si no se inclinan por cabelleras artificiales. No es suficiente con aprender a usar tacos para levantar las nalgas, incorporar modales femeninos, manicura, depilación en cera, fangoterapia, atemperar el timbre de voz. Hoy en día, si no apelan a cierta química, cierta tecnología, ciertos fármacos y ciertos tratamientos endocrinológicos, están fritas.

No todas tienen la suerte –ni el dinero que suele acompañar a la buena suerte para dar el salto definitivo al otro género, y colocarse prótesis de siliconas, o para consultar periódicamente a médicos especializados en tratamientos hormonales que las ayuden a transformar radicalmente el envase sin poner en vilo su vida. Y aquí es donde empiezan los problemas, la transformación comienza a ser un asunto de vida o muerte, y el término “estar fritas” cobra todo su significado.

“La mayoría de las travestis que no tienen dinero para ir al cirujano se inyectan siliconas industriales de forma totalmente casera y sin conocimiento alguno de los efectos colaterales”, dice Claudia Puccini, travesti militante de los grupos de jóvenes de la Comunidad Homosexual Argentina.

“Son productos que se compran en droguerías. Sale muchísimo menos que una cirugía de mamas. Pero las siliconas industriales son altamente nocivas. Muchas travestis murieron por las complicaciones que les produjo este material. Son tan tóxicas que pueden resultar en un cáncer”, advierte.

No es sólo la silicona industrial lo que se inyectan las travestis para tener lolas, son comentadas por lo bajo historias de transformistas que buscan acentuar sus pechos con aceites comestibles y hasta hay algunas osadas que se meten otra clase de aceite, el Johnson, quizá con la esperanza de que, dado que es un producto para bebés, sea menos nocivo que el resto. Sin embargo, en ambos casos, corren altos riesgos de producirse infecciones internas y, en casos extremos, ingresar al torrente sanguíneo, algo que puede generar un desenlace fatal.

“Las chicas, por lo general, no tienen médico endocrinólogo y usan los productos que les llegan por el boca en boca”, dice Claudia, de la CHA. “Está, por ejemplo, el Perlutal, que a mí me puede hacer muy bien y quizás a otro no. Las hormonas no son tan nocivas como las siliconas industriales, lo que pasa es que deben ser administradas en su justa medida. Un desarreglo puede producir cualquier clase de complicación de salud”.

Sólo un hospital público ofrece servicios de endocrinología a transformistas y tiene un convenio con la CHA: el hospital Durand, con un equipo de ocho profesionales, entre ellos psicólogos, psiquiatras, urólogos y endocrinólogos.

“En verdad, nosotros no recibimos a travestis, sólo atendemos a transexuales, que es una entidad reconocida legalmente, que tiene una presentación judicial de por medio y merece su tratamiento en el hospital”, explica el doctor Oscar Levalle, jefe del departamento de endocrinología del hospital Durand. Desde que iniciaron el servicio de cambio de sexo, ya atendieron a más de 80 pacientes que se convirtieron de hombres en señoritas de la noche a la mañana.

Pero así como sucede con las travestis, advierte Levalle, también reciben casos de transexuales que toman medicación por su cuenta y corren infinidad de peligros. “Todas buscan el mismo objetivo y usan hormonas por su cuenta”, dice Levalle.

“Las transexuales suelen apelar más a consultas médicas, pero vemos a travestis que no tienen esto tan en cuenta. También no sólo vemos casos de mujer varón sino también casos de varón mujer. Cuando uno quiere cambiar el aspecto físico, tiene que emplear dosis altas de hormonas.

No es lo mismo que a un hombre que le faltan hormonas masculinas, eso es supletorio, reemplaza nada más lo que le falta. En cambio, acá se le da una dosis potenciada para contrarrestar la hormona propia. Si lee el prospecto de cualquier anticonceptivo, habla de muchos efectos adversos ya en dosis mínimas. Pero, bueno, ellas buscan cambios rápidos, quieren tener mamas y que se caigan los vellos velozmente y esto trae efectos dañinos sobre el hígado, el sistema vascular y toda clase de trombosis, trastornos en la sangre. Nosotros recetamos medicación a transexuales pero en tres meses, les pedimos verlas para hacer control de rutina. Si les crecen las mamas, hay que controlarles las mamas, infinidad de cosas”, explica el médico del Durand.

“Hay una falta total de acceso para nosotras a la cirugía plástica en los hospitales”, denuncia Claudia Pía Baudracco, de la la Asociación de Travestis Transexuales y Transgénero de la Argentina (ATTTA). “El Estado no contempla el derecho a feminizar el cuerpo”, se indigna Baudracco.

“Esto es una realidad que, si bien no está regulada, existe”, explica Patricia San Martín, médica de ginecología endocrinóloga del hospital Ramos Mejía. “Por el uso incorrecto de hormonas, las travestis tienen consecuencias graves a nivel infartos, accidentes cerebrovasculares, tromboembolismos pulmonares. Y muchas travestis no sólo usan más de una píldora, la suman además a un tratamiento inyectable, y así duplican el riesgo. Además, aumentan las posibilidades de tumores de mamas, de testículos y de próstata. En el hospital estamos interesados en tratarlos, pero tenemos muchos impedimentos legales. Como médicos, no podemos prescribir una hormona femenina a un hombre. Esa receta legalmente no se la podemos hacer”, resume San Martín.

A veces, no sólo ponen en jaque su salud, además, mal empleadas, las hormonas pueden producir exactamente el efecto contrario. “Lo que sucede es que muchos productos de venta libre contienen estrógenos, pero no inhibidores de las hormonas masculinas ni antiandrógenos. Con lo cual, producen un desfasaje hormonal. Y les sale el tiro por la culata. El organismo comienza a producir elevadas dosis de tetosterna para volver al grado normal, y produce el efecto negativo de lo que las chicas buscaban”, retoma Baudracco, de la ATTTA.

Ella sabe de qué habla, pues vivió el drama en carne propia. En 1984, se inyectó aceite industrial en los pechos y una filtración del producto puso en peligro su vida. Si no se las quitaba ocho años más tarde, quizá Claudia Pía no vivía para contar la historia. “Yo me salvé a tiempo. Es que en esa época no se manejaba tanta información como ahora y las travestis nos metíamos de todo.

De cualquier forma, nos siguen llegando a la ATTTA casos de chicas que se meten cualquier cosa. Es alarmante. Yo les digo a todas: ‘No tienen que aspirar, chicas, a representar el modelo Barbie que les venden por la televisión. Cada una debe aceptar el cuerpo que le toca’”. Algunas travestis, dice ella, la escuchan y son cautelosas, responsables, recurren a un médico y no experimentan con su cuerpo. Otras, no. Y a ellas, intuye Claudia –o, más que intuye, teme– las verá nuevamente, aunque tal vez cuando ya sea demasiado tarde.




sábado, 27 de febrero de 2010

Dan Radcliffe en Contra del Suicidio


Daniel Radcliffe quien interpreta a Harry Potter él día viernes grabó un comercial de servicio público para promover el centro The Trevor Project que es una organización enfocada en prevenir suicidios entre personas cuya sexualidad es incomprendida.

Dan dice que la razón por la que aceptóapoyar esta noble causa es que, desde pequeño, le resulta natural el hecho de que no todas las personas del mundo son heterosexuales: “Crecí conociendo a muchos hombres gay y eso no fue nunca algo tuve que pensar dos veces, que algunos hombres son gay y otros no. Y entonces fui a la escuela y por primera vez… supe de la homofobia… nunca la había tropezado con ella. Me indignó.”

Dan conoció The Trevor Project mientras participaba en la versión de 2008 de la obra teatral Equus. En el comercial, Daniel Radcliffe presenta la línea telefónica de The Trevor Project; a la cual se puede llamar para pedir consejo y evitar suicidios entre jóvenes homosexuales, bisexuales o transgénero.

Radcliffe también ve importante el mensaje que difunde entre líneas su aparición en el comercial de servicio público: “Creo que es importante para alguien de una serie de grandes películas comerciales como ‘Harry Potter’ y particularmente porque no soy gay o bisexual o transexual. El hecho de que yo sea heterosexual no hace ninguna diferencia, pero si muestra que la gente hetero está increíblemente interesada y se preocupa mucho de esto también.”




viernes, 26 de febrero de 2010

Vestida de mujer y con un aro en la nariz, Shahzadi se acomoda el velo sobre su cabeza mientras ingresa al Consejo del Cantón de Clifton, una oficina estatal de Pakistán que la contrató tras un fallo histórico de la Corte Suprema de Justicia que reconoció la igualdad ante la ley de las personas transgénero y/o transexuales.

IPS/Actualización Diario Digital Transexual-. Recordemos que hace aproximadamente un año, un hombre transexual fue detenido por contraer matrimonio con su novia, foto inferior derecha. Se han dado muchos pasos hasta obtener un cierto reconocimiento por parte del Estado y la Justicia. Con un delicado dibujo de henna (alheña) naranja en las manos, esmalte rosado en las uñas y coloridas pulseras de vidrio en las muñecas, Shahzadi pasaría fácilmente por una mujer en esta oficina donde predominan los hombres.

"En mi tarjeta nacional de identidad hay una foto mía como mujer, pero señala que mi género es el masculino", explicó Shahzadi, de 38 años.

El Consejo tiene la difícil tarea de recaudar los impuestos y tasas municipales de los residentes o empresas morosas de la acomodada zona de Clifton, en esta sureña ciudad portuaria de Karachi, a unos 1.000 kilómetros de la capital, Islamabad.

Shahzadi y sus tres amigas, Nasira, de 31 años, Aini, de 35, y Riffi Khan, de 33, son las primeras personas transgénero y/o transexuales contratadas por esta oficina pública, después de que la Corte Suprema ordenara en julio de 2009 el reconocimiento de los derechos de este colectivo marginado en la sociedad pakistaní.

Las personas transgénero – travestis y transexuales, entre otras – se identifican con un género (hombre, mujer o ninguno) distinto al biológico. Esto no implica ninguna forma específica de orientación sexual, ya que pueden identificarse como heterosexuales, homosexuales, bisexuales o asexuales.

"A nosotras nos contrató el departamento que recauda los impuestos de los evasores", explicó Shahzadi a IPS. Su supervisor, Kazi Aftab, explicó que una "mayoría de evasores ricos" le deben mucho dinero a la oficina estatal.

"Aunque (los evasores) no sienten vergüenza por no pagar sus impuestos, ver a los transgénero en sus puertas los incomodará mucho y pagarán lo que deben", aseguró. La idea de emplear a las personas transgénero en el departamento de recaudación de impuestos fue aplicada por primera vez en el estado indio de Bihar, en 2006, donde las contrataron para cantar y aplaudir afuera de las viviendas de los morosos, como una forma de intimidarlos.

"No, nosotros no vamos a cantar y aplaudir. Por lo menos, no gratuitamente", explicó Khan riéndose.

A un mes de ser contratadas, las cuatro siguen en etapa de entrenamiento. Por ahora, su alegría no conoce límites ante el hecho de tener un empleo. "Ahora hay algo que me hace ilusión cada mañana cuando me levanto", suspiró aliviada Nasira. "Por fin tenemos un trabajo decente, como al resto de ustedes".

Hasta el momento no ha habido incidentes desagradables en la oficina, como silbidos o miradas recelosas o despectivas, aunque ellas lo temían, agregó.

"Preparamos al personal de antemano y les advertimos que se tomarían medidas severas si les decían cualquier cosa inapropiada", señaló el supervisor Aftab.

A las personas transgénero empleadas también se les garantiza protección, incluso después del horario de trabajo. "Pueden llamarme por teléfono las 24 horas del día en caso de sufrir acoso. Minutos después de una llamada, un equipo móvil acudirá al lugar para rescatarlas", explicó.

Una vez que queden confirmadas en sus puestos, las empleadas recién designadas del Consejo de Clifton recibirán beneficios de vivienda y transporte. Ya tienen cobertura de atención médica.

Ridiculizadas y despreciadas, las personas transgénero se han visto obligadas a vivir al margen de la sociedad, y para ganarse apenas la vida recurren a la prostitución, a los bailes vulgares, al canto o incluso a pedir limosna cuando se produce un nacimiento, a cambio de su bendición.

"Antes nos ganábamos la vida cantando y bailando en bodas y fiestas. Lo seguimos haciendo. Pero ahora con tantas mujeres que se sumaron a esta profesión, no podemos competir", dijo Nasira.

Por lo tanto, muchas no tienen más remedio que recurrir a la prostitución y la mendicidad.

"El espacio para obtener un salario digno se ha reducido para nosotras", señaló Khan, quien es una excepción en su comunidad, porque cuenta con una doble maestría en ciencia política y economía. A pesar de eso, nunca consiguió un empleo acorde a su educación.

Sus trabajos previos, de recepcionista en dos hospitales de Karachi, duraron poco. "Cuando la administración supo de mi condición, pese a que me vestía de hombre, sólo me dijeron que me fuera", recordó Khan.

El fallo de la Corte Suprema respondió a una pedido presentado por jurista religioso Aslam Khaki.El tribunal ordenó al gobierno que apoyara a las personas transgénero financieramente mediante iniciativas sociales, como el Programa Benazir de Apoyo al Ingreso, llamado así en honor de la asesinada ex primera ministra Benazir Buttho y que desde 2008 destina unos 425 millones de dólares a los más pobres.

Como primer paso, ordenó a los departamentos de seguridad social de las cuatro provincias del país que realicen un censo nacional para determinar el número exacto de personas transgénero que viven en Pakistán, cuya población supera los 180 millones de habitantes.

"La Corte Suprema también nos prometió instalaciones médicas, planes de microcrédito, una cuota de trabajo de dos por ciento en todos las áreas del Estado y la inclusión del tercer género en la tarjeta nacional de identidad", agregó Bindya Rana, una respetada dirigente de su comunidad.

Rana, junto con la activista Almas Bobby de la localidad de Rawalpindi, en la centro oriental provincia de Punjab, ha sido la verdadera fuerza impulsora del histórico fallo.

"Es un gran paso en la dirección correcta", destacó Rana, que hace sólo dos meses registró su primera organización no gubernamental, la Alianza Interactiva de Género.

"Es un paso que deberían haber dado los políticos y activistas de derechos humanos", dijo Bobby, que calcula la población transgénero de Pakistán en aproximadamente 400.000 personas.

La decisión de la Corte Suprema permitió cambios iniciales fundamentales, pero las personas transgénero y los activistas siguen preocupados por las medidas futuras que deberán adoptarse para que se reconozca la plenitud de derechos del colectivo.

"Hasta que resolvamos el tema de la tarjeta nacional de identidad, con la inclusión de una tercera opción de género, junto al masculino y al femenino, no lograremos avanzar", aseguró Rana.

Sin ese reconocimiento formal, las personas transgénero no podrán obtener apoyo financiero de los programas estatales ni encontrar empleo, sostuvo.

jueves, 25 de febrero de 2010

Seis mujeres transexuales reclaman ante la Corte Suprema de Guyana poder vestir de acuerdo a su identidad de género


Un grupo de seis mujeres transexuales de Guyana han solicitado a la Corte Suprema del país que acabe con la prohibición de vestir de acuerdo a su verdadera identidad de género. Las mujeres fueron detenidas hace ahora un año por vestir como tales cuando su sexo “legal” es masculino. “Fue una de las experiencias más humillantes de mi vida”, cuenta una de ellas.

La antigua Guayana Británica -hoy Guyana- es un país de América del Sur, que limita al este con Surinam y al oeste con Venezuela y Brasil. Miembro de la Commomwealth, su lengua oficial es el inglés y su religión mayoritaria el cristianismo, distribuido en diferentes confesiones (aunque casi una cuarta parte de la población practica el hinduismo y más de un 7% son musulmanes). La ley prohíbe tanto las relaciones homosexuales masculinas (castigadas con penas de cárcel que oscilan entre los dos años y la cadena perpetua) como el vestir de acuerdo a la identidad de género en el caso de las personas transexuales, sean hombres o mujeres.

Las mujeres cuentan con el respaldo de SASOD (Guyana’s Society Against Sexual Orientation Discrimination), una organización que pese a la situación jurídica adversa lucha por los derechos de las personas LGTB e intenta que el país ponga fin a la prohibición tanto de la homosexualidad como de la transexualidad. Un empeño que cuenta con la férrea oposición de los líderes religiosos del país, tanto cristianos como hindúes y musulmanes.




miércoles, 24 de febrero de 2010

La lucha transexual, entrevista a Mónica León


Mónica León destaca desde el primer instante en que entra a una habitación. Por miradas o codeos, su presencia no pasa desapercibida. El día de la entrevista, lleva puesto un par de zapatos altos y un elegante vestido blanco. En el pecho porta dos discretas insignias, un lazo rojo, representando la solidaridad con los enfermos de sida, y un símbolo con los seis colores del orgullo de la comunidad gay.

Dinámica activista transgénero en Argentina, fue coproductora del filme Hotel Gondolín, documental que trata sobre la problemática que viven las transexuales en este país. En 2004 viajó a Francia, donde permaneció sin papeles varios años, razón por la cual estuvo obligada a poner en pausa sus acciones reivindicadoras. No obstante, fue protagonista de un escándalo mediático cuando en 2005 intentó unirse en matrimonio con Camille Barré, a su vez una activista transexual francesa. En 2009 obtiene su primer permiso de residencia.

En esta entrevista Mónica León nos comparte un poco sobre su vida como transgénero y activista, así como sobre el movimiento trans en Argentina y en Francia.

Pedro T. García: En nombre de la asociación Esprits Libres, le damos la bienvenida a Poitiers y a nuestra universidad. Como usted sabe, entre otras cosas, nuestro proyecto se enfoca en estudios de género. Uno de nuestros objetivos es conducir a jóvenes estudiantes a cuestionarse sobre lo que significa el ser hombre y el ser mujer. Para usted, ¿qué significado tiene nacer niño o nacer niña?
« Yo soy activista de muchos años, soy seropositiva, soy trabajadora sexual, soy transgénero pero ante todo yo me considero un ser humano »

Mónica León: Yo siempre pensé que a mí no me hace mujer tener una vagina ni unos pechos. Creo que es un estereotipo de la raza humana, que ha establecido los dos géneros hombre y mujer, pero creo que los géneros han evolucionado y hay una diversidad grandísima de géneros e identidades. Yo, por ejemplo, me considero una transgénero femenina.

Para mí el concepto de transgénero es una transgresión a la identidad, y yo no acepto lo que me impone la sociedad. Yo transgredo, yo quiero conservar mi sexo masculino, yo quiero que la sociedad me considere mujer, que la sociedad me considere mamá, que mi familia me acepte como una mujer sin pasar una operación.

Chüs Pan: ¿Cuál es la diferencia entre el término transexual y transgénero?

ML: Una transexual o un transexual pasa por una operación. Por ejemplo, una persona que ha nacido varón se opera para cambiar su sexo masculino al femenino, quiere decir para tener una vagina. Una mujer que nace con identidad masculina se opera y se transforma en un hombre, con un pene. Un o una transgénero es una transgresión, una persona que ha nacido hombre, ha modificado su cuerpo mediante hormonas, silicona, cirugías, pero la identidad siempre va a ser femenina. O lo contrario, si es una mujer que ha nacido con una identidad de hombre hace lo contrario a nosotras.

En muchos países se usa el término travesti. Por ejemplo en Sudamérica, las travestis estamos frivolizadas por los medios de comunicación. El travesti es la persona que ocasionalmente se traviste, depende del momento o circunstancia. No es una persona que tiene problemas de estado civil, total su travestismo es ocasionalmente, como puede ser para ir a una discoteca o para ir a un cumpleaños, o a una fiesta. No es lo mismo que decir una transexual o una transgénero. Nuestra es una forma de vida que nosotras optamos, y nosotras luchamos contra una sociedad que trata de imponernos sus propias reglas sociales.

PTG: ¿Cuál diría usted que fue el inicio de esta lucha trans en Argentina?
« Luchamos contra una sociedad que trata de imponernos sus propias reglas sociales »

ML: Hubo varios grupos de transexuales donde una de las pioneras fue Kenny de Michelis que fue precursora en inscribirse a la facultad de artes y letras en Buenos Aires. Ella fue muy mediatizada porque en el 93 las transexuales no estábamos insertadas, y fue el momento boom para que las transexuales, transgénero y travestis abrieran los ojos y pudieran defender sus derechos. Fue la vocera de nosotras y fue el ejemplo a seguir.

Hubo muchos movimientos que he trabajado con ellos por años y después me aparté porque no he compartido la política de lucha, la reivindicación. La honestidad de trabajo tampoco la comparto.

CP: ¿Cuáles serían algunos ejemplos de políticas de lucha que no comparte con estos grupos?
« Nosotras denunciamos al sistema político, pero no denunciamos al sistema interno que existe en el mundo de las trans; un mundo de corrupción e hipocresía »

ML: Las activistas de esos tiempos, que hoy en día siguen siendo activistas, no hablan de muchas verdades que se deberían hablar: explotación de transexuales, tráfico de menores, tráfico de droga, venta de droga, tráfico ilegal de silicona… estos temas que no se tocan. Si una transexual me aplica la silicona creo que es una práctica ilegal de la medicina y creo que tengo el derecho de denunciar. No puedo ser cómplice de un sistema hipócrita.

Nosotras denunciamos al sistema político, pero no denunciamos al sistema interno que existe en el mundo de las trans; un mundo de corrupción e hipocresía, donde el poder la tiene la más fuerte y la más débil tiene que ser sumisa a lo que dispone una transexual. Y si la transexual dice “bueno, yo te doy mil euros si te vas a trabajar a Europa y allá me vas a pagar seis mil euros”, yo tengo que agachar la cabeza, viajar a Italia, y pagar los seis mil euros, porque si no yo voy a desaparecer o alguien de mi familia va a desaparecer. Esto es común a prácticamente toda Sudamérica. En Argentina, Colombia, Brasil…

PTG: Y precisamente en casi todos estos países es común asociar inmediatamente a la comunidad trans con la prostitución. ¿Cuál es su postura frente a esta relación entre transexuales y prostitución?

ML: De hecho, yo soy activista de muchos años, soy seropositiva, soy trabajadora sexual, soy transgénero, pero ante todo yo me considero un ser humano que estoy capacitada a ejercer todo otro tipo de profesiones, no solamente la prostitución. Creo que una transexual o una transgénero no es incapaz de insertarse socialmente. Que muchas de las trans piensan que una transexual es sinónimo de prostitución y hay que seguir ese camino porque lo han seguido nuestras antepasadas trans y yo no apoyo esto.

Lo que sí yo apoyo es, por ejemplo, si una persona elige el trabajo sexual que lo defienda, que se ponga la camiseta de trabajadora sexual y que defienda su trabajo como cualquier otro trabajo autónomo e independiente.

Yo sé que es una violación al cuerpo, comparto con muchas feministas esos pensamientos porque yo lo he practicado, y la practico hasta hoy en día y para mí es una violación al cuerpo humano.

CP: ¿Considera que hay una falta de implicación política de la comunidad trans?

ML: No, yo no considero que tienen falta de implicación política. Por ejemplo, en Argentina hay una trans muy conocida [Florencia de la V], es actriz, y creo que políticamente nos ayuda. No está implicada en el ámbito como activista, pero ella sale en la televisión y de una forma acelera la evolución social delante del público.

Creo que no hace falta tener miles de activistas para defender los derechos, cada uno ocupa su lugar. Yo tengo amigas que son peluqueras y que están insertadas en el núcleo familiar, tienen su familia y son respetadas como tal, y esa es una forma también de acelerar el derecho y el respeto por la identidad de las trans.

PTG: ¿Cuál es el papel de la familia frente a la exclusión social de las transgénero?

ML: Hace muchos años yo pensaba que los responsables de la exclusión social que viven las trans eran los padres. Con el paso de los años yo descubro que es el Estado, porque el Estado no promulga leyes donde acepte a las trans. Hace un par de meses vi un documental que mostraba que en Tailandia las transexuales eran aceptadas en escuelas primarias, que se llaman ladyboys. Me pareció un buen ejemplo para muchos países donde existen muchas trans.

CP: En base a su experiencia, ¿es muy diferente la relación entre el Estado argentino y el Estado francés y la comunidad transexual y transgénero?
« Las abanderadas en Sudamérica son las trans argentinas en la reivindicación de los derechos de transexuales »

ML: Francia es un país muy gay y muy lesbiana, pero Argentina es un país más trans. Las trans somos muy visibles. Acá [en Francia] no hay mucha visibilidad, en la televisión se tocan temas superficiales, no hay manifestaciones.

Por ejemplo, el año pasado hubo una muerte en el bosque [de Boulogne]. Una trans ecuatoriana que fue encontrada muerta y el artículo del Parisien era de cinco renglones. Pero si muere un árabe hay manifestaciones en la calle y sale en la tele. Pero una trans no. Acá hay más tabú con temas trans.

Las abanderadas en Sudamérica son las trans argentinas en la reivindicación de los derechos de transexuales. En los 90 nosotras empezamos a organizarnos, nos empezamos a expandir, después siguió la causa Brasil que también es un país fuerte de transexuales y empezó a reivindicar los derechos, pero acá en Francia no. Yo veo que acá en derecho estábamos diez o quince años retrasadas que en Argentina o que en Sudamérica.

PTG: En 2009 usted fundó la asociación ALIITAS. ¿Cuáles son sus expectativas para esta organización?

ML: Con ALIITAS [Association de Lutte Internationale Identitaire Transgenre Arrêt Sida] yo tengo mi ambición. Es una asociación creada aquí en Francia pero la quiero extender a una escala internacional. Conocí muchas ONG de trans y ninguna me convenció. Quiero tratar con mucho empeño la calidad de vida de las transexuales (inserción social, salud, trabajo, estudios…). Sobre todo dar el ejemplo a seguir para las menores de edad trans. Pero a mí me falta pulirme, yo me baso de la experiencia personal, pero me falta pulirme, y pulirme es continuar los estudios, para ser alguien, alguien en la vida.


Pedro T. García y Chüs Pan para el proyecto colectivo Esprits Libres

Foto de la portada: ©tofz4u

Mujer transexual: "¡Soy una hermana entre 50.000 hermanos!"


Una reasignación de sexo la ha convertido en la primera mujer transexual en 250 años en un mundo exclusivo de hombres, el Gran Oriente de Francia

Si Franco levantara la cabeza, además de echar pestes contra la conspiración judeo-masónica-comunista, podría cargar contra una conspiración francesa y transexual. La principal organización de la francmasonería, el Gran Oriente de Francia (GODF), cuenta en sus filas hace meses con una mujer, Olivia Chaumont, con pasado de varón. Una reasignación de sexo la convirtió en la primera mujer en un mundo exclusivo de hombres.

Vaya shock debió usted causar cuando apareció como mujer.

A lo largo de la historia del GODF, varios grupos de hermanos reclamaron que se admitiera a mujeres. Esas peticiones se desarrollaban en un proceso democrático y eran rechazadas en las votaciones. Yo he vivido mi vida de francmasón como hombre durante décadas. Después empezó mi itinerario transexual. Llegado el momento, tuve que contárselo a mis hermanos, informarles de que iban a tener una hermana. Y en ese momento, mi circunstancia personal vino a chocar con la evolución del Gran Oriente. Decidieron reconocerme, oficialmente, como hermana. El resultado hoy es que el Gran Oriente, tras más de 250 años de masculinidad, ya es una sociedad mixta. ¡Soy una hermana entre 50.000 hermanos!

Ha dicho que su transición "chocó" con la evolución del Gran Oriente. ¿Sus hermanos se irritaron?

Mi transición personal vino a superponerse, a poner en ebullición el debate sobre la conversión del Gran Oriente en organización mixta. Pero puedo decirle que incluso algunos hermanos que, por principios, están contra la admisión de mujeres, me apoyaron.

¿No hubo un rechazo?

No. Piense que la tolerancia es uno de los valores de la francmasonería. Pero es cierto que una cosa es reflexionar y otra encontrarse con un hermano al lado que hace su transición para ser mujer. A algunos, es verdad, les sentó como un mazazo en la cabeza.

¿Es un combate suyo luchar por la logia mixta?

Cuando las autoridades francesas aceptaron mi estado civil femenino algo nada fácil en Francia, créame nuestro Gran Maestro, Pierre Lambicchi, me apoyó para que se me reconociera hermana. Yo estoy por un Gran Oriente mixto, pero al mismo tiempo no quiero convertirme en símbolo. Rechazo ser instrumentalizada. Próximamente va a haber votaciones sobre esa cuestión. Mi experiencia puede tener influencia. Puede ser positiva o reforzar a quienes se oponen a la presencia de mujeres.

¿La transexualidad sigue siendo tabú en la sociedad francesa?

Sí. Le puedo decir que España es aplaudida y vista como un ejemplo por nuestros colectivos en Francia, por su marco legal avanzado.

¿Cómo tomó conciencia de que estaba en un cuerpo que no le correspondía?

Nacemos con ello, con un malestar, un interrogante perpetuo. Al pasar los años llega esa certeza de no estar donde se debería estar. Hay entornos sociales y familiares que te pueden permitir abordar el problema, y otros que te obligan a encubrirlo. Yo soy de la generación en la que hasta la homosexualidad era tabú. Es decir, que tenía tendencia a ocultar mi problema. Pero no puedes cerrar para siempre una olla a presión.

¿Hay señales de cambio en la Francia oficial?

En Francia, la homosexualidad estuvo en la lista de enfermedades psiquiátricas hasta hace unos años. La transexualidad acaba de salir de la lista, porque la sociedad francesa puede evolucionar. La prueba es el Gran Oriente. Con mi colectivo estamos haciendo avanzar las cosas. Tomé la iniciativa hace unos meses de crear un grupo de trabajo en la Asamblea Nacional. Ya se ha obtenido esa supresión de la transexualidad como enfermedad mental, aunque debemos vigilar que no nos supriman la cobertura de tratamientos a través de la seguridad social.

martes, 23 de febrero de 2010

Mujer transexual cantante soprano consigue entrar famoso conservatorio después de lucha

Cuando la mujer transexual, Emily De Salvo, foto, fue a una audición a una de las escuelas de música más prestigiosas de Italia, ésta fue rechazada porque el director no sabía si ponerlo entre los registros masculinos o femeninos.

DailyMail/Diario Digital Transexual-. Las personas transexuales parece que todo les cuesta el doble que a los demás, como ganarse un puesto en el tejido social, tal es el caso de Emily De Salvo. Hoy, luego de tres años de haber estudiado con el barítono Maurizio Picconi y la soprano Amelia Felle, la mujer transexual de 29 años de edad, se ganó un lugar en el conservatorio de Tito Schipa en Bari, luego de que cambiara su voz.

De Salvo, que desea finalizar su proceso con una cirugía de reasignación sexual, convenció al jurado del coro del conservatorio de que podía manejar ambos lados de la Opera Spectrum cantando los registros tanto de los barítonos como de las sopranos.

“He estado explorando el repertorio del Barroco con Felle, ejercitando la fuerza de mi falsetto. Y por otra parte, con Picconi he estado fortaleciendo los acordes baritonos”, señaló.

Emily agradece constantemente a su profesore Felle: “Ella me defendió siempre contra los que no me querían adentro (del coro), nunca podría haber logrado esto sin ella”, finalizó.


GLTTBI: HISTORIA DE LA HOMOFOBIA EN LATINOAMERICA


POR SENTIDOG.COM- Luiz Mott
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Cuando se descubrió América, España y Portugal vivían su período de mayor intolerancia contra la sodomía -la práctica de sexo anal. En la recién descubierta América se instalaron tribunales de la Inquisición -tribunales del Santo Oficio, en México, Perú y Colombia. En Brasil por su parte, representantes del Santo Oficio enviados desde Europa hacían inspecciones regulares a la colonia, denunciando y apresando a los que practicaban la sodomía. Esta práctica era considerada como uno de los pocos crímenes que las primeras autoridades de Brasil tenían autoridad para castigar con la pena de muerte sin necesidad de consulta previa con el rey de Portugal.


Al desembarcar en el Nuevo Mundo, los europeos encontraron una gran diversidad de pueblos y civilizaciones, cuyas prácticas sexuales eran muy diferentes de las costumbres europeas. Muchas de las costumbres de las civilizaciones encontradas por los europeos tenían puntos de vista distintos con respecto a la desnudez, la honra, la virginidad, el incesto, la poligamia, y sobre todo, la homosexualidad, el travestismo y la transexualidad. Al poco tiempo los europeos se dieron cuenta de que la práctica de la sodomía era común en todo el nuevo mundo.

Los conquistadores se escandalizaron profundamente al encontrarse con esculturas que mostraban en forma explícita relaciones entre personas del mismo sexo, generalmente hombres. En México, América Central, América del Sur -tanto en los Andes como en la Amazonía-, se dieron cuenta de que muchos indios e indias gustaban de la practica de sexo anal, a lo que terminaron asociando con la falta de conocimiento por parte de los grupos indígenas de la existencia de Dios y la Iglesia.

Pero no todas las culturas amerindias, sin embargo, estaban a favor del amor entre personas del mismo sexo. Entre los pueblos mayas y aztecas, según los cronistas franciscanos, "la sodomía pasiva es abominable, nefasta y detestable, digna de desprecio y de risa por parte de las gentes". Algo que llama la atención es la contradicción que existe entre diversas civilizaciones precolombinas que, por un lado, cuentan con una mitología donde se valora el hermafroditismo y la homosexualidad, y por otro, muestran prácticas morales a veces bastante represivas, aplicando incluso la pena de muerte a ciertos casos de homoerotismo.

Antonio Requena, un venezolano precursor de los estudios sobre homosexualidad en el Nuevo Mundo menciona en un trabajo con fecha de 1945 que la homosexualidad estaba presente en el continente americano desde su punto mas extremo al norte hasta su punto mas extremo al sur.

En 1513 el conquistador Vasco Balboa lleva a cabo lo que puede ser considerada la fecha inaugural de la intolerancia hacia la homosexualidad en el Nuevo Mundo: al encontrar un numeroso séquito de indios homosexuales en el istmo de Panamá, apresó a cuarenta de ellos y los entregó a perros feroces para que los devoraran.

En 1548 se lleva a cabo la primera persecución contra europeos homosexuales: en Guatemala van presos siete sodomitas, siendo cuatro de ellos sacerdotes. Al ser llevados para la hoguera, lograron eludir la pena capital debido a un disturbio que tuvo lugar entre la población.

En 1549 el joven portugués, Estevao Redondo fue desterrado a las Américas y condenado al exilio perpetuo en el nordeste de Brasil.

En 1571 se instalan Tribunales de la Santa Inquisición en México y Perú, y en 1610 en Cartagena de Indias, litoral de Colombia. En la América hispana, a diferencia de lo que ocurría en la América portuguesa, la iglesia no tenía autorización para perseguir a los que practicaban la sodomía, esta tarea le correspondía a la justicia real.

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COMENTARIO:

Un artículo muy interesante, pero tambien sesgado. En realidad, en el largo proceso de la conquista del mundo por los europeos, que se inicia en el siglo XV y XVI, ellos no solamente encuentra sociedades donde eran permitidas y aceptadas las relaciones "homosexuales" (las cuales, los españoles, cristianos católicos, denostaron como "sodomitas"), si no mayoritariamente, la existencia de personas que podrían ser consideradas, en términos modernos, como mujeres transgénero y/o transexuales, es decir, personas nacidas como varón, pero social y culturalmente, aceptadas como mujeres especiales. Ellas eran eran altamente consideradas, pues se les considera no sólo como mediadoras entre la comunidad y la divinidad, portadoras de la magia, sino también, en muchos casos, como guerreras. Ellas podían casarse con cualquier varón y adoptar hijos. La persecusión desatada por la Santa Inquisición, se desarrollo contra "homosexuales" como contra las mujeres transgénero.

Cristina Rival


domingo, 21 de febrero de 2010

El documental dedicado a Candy Darling, una de las Supertars de Andy Warhol, se estrenó en el Festival del Berlín el 12 de febrero. Candy DARLING (1944-1974)

Marcelo Gutman/Otros Cines/Diario Digital Transexual-. Candy Darling nació como James Lawrence Slattery el 24 de Noviembre de 1944 en Forest Hills, New York. Pasando a llamarse por ultimo Candy Darling, ya en su pleno desarrollo como mujer transexual.

Pasó su infancia absorbiendo la influencia de la televisión norteamericana y las películas clásicas de Hollywood de las cuales aprendió a personificar a sus actrices favoritas, como Kim Novak.

Reveló su identidad de genero cuando su madre la confrontó acerca de unos rumores que decían que frecuentaba un bar gay local vestida como una chica. Como respuesta "Jimmy" fue a su cuarto y volvió totalmente vestida en el genero que se identificaba. Más tarde su madre declaró: “Y supe entonces…que no podía parar a -Jimmy-. Candy era demasiado hermosa y talentosa”. Su primer nombre asumido fue Hope Slattery.

Andy Warhol descubre a Candy en 1967 en un club llamado The Tenth of Always y pasa a ser su estrella favorita y protegida, convirtiéndose para Wharhol en aquello que representa el sueño hollywodense; realiza con los films Flesh en 1968 y Women in Revolt en 1971.

A su muerte, la familia destruyó muchos de sus objetos y documentos personales más íntimos pero dos libros escritos por ella fueron publicados de manera póstuma: sus diarios bajo el título de Candy Darling en 1992 y My Face for the World to See: The Diaries, Letters, and Drawings of Candy Darling, Andy Warhol Superstar en 1997.

Candy Darling (Candy, le encantaban los dulces, Darling, porque un amigo de ella que vivía en el West Village siempre le decía “Come on, let’s go, Candy, darling”) fue caracterizada por el actor Stephen Dorff en la película “I shot Andy Warhol”.

Candy falleció de leucemia y pulmonía el 21 de Marzo de 1974, a la edad de 29 años, en el Hospital Columbus que alegó que desarrolló leucemia debido a las hormonas que había estado tomando y que los resultados a largo plazo no habían sido suficientemente estudiados.

Ese momento, lo captó Peter Hujar, en el hospital Columbus el día de la muerte de la actriz transexual. Posando a lo Rita Hayworth, parecía estar viva y observándonos, famosa fotografía que pasó a la historia, imagen derecha. Convirtiéndose en uno de los retratos más populares del fotógrafo neoyorquino “Candy on her deathbed”.

En una carta escrita en su lecho de muerte y prevista para Andy Warhol y sus seguidores, Candy dijo: Cuando lean esto, ya me habré marchado. Desgraciadamente, antes de mi muerte no me quedaban deseos de vivir. Incluso con el apoyo de todos mis amigos y de mi prometedora carrera, me siento demasiado vacía como para continuar con esta existencia irreal. Estoy tan aburrida de todo... Podría decirse que estoy mortalmente aburrida. Puede sonar ridículo, pero es verdad…ojalá nos volvamos a encontrar todos de nuevo. Adiós por ahora”.

Su funeral fue presenciado por una enorme cantidad de personalidades.

El New York Times honró su petición que su obituario apareciera en la portada del diario.

Los derechos por su diario han sido comprados por la hija de Judy Garland y se está trabajando en el libreto para llevar parte de su vida al cine.

Sitio oficial de Candy Darling: http://www.candydarlingsuperstar.com / Trailer del film: http://www.beautifuldarling.com/trailerbeautiful.html / Sitio dedicado al documental: http://www.beautifuldarling.com / Marcelo GUTMAN: http://www.marcelogutman.com.ar










Cambio de nombre y sexo en México DF; un derecho inalcanzable por alto coste económico

El cambio de nombre por reasignación de sexo es un proceso legal y administrativo inalcanzable para la mayoría de los solicitantes, quienes deben esperar, al menos, seis meses. Los costos del trámite rondan los 70 mil pesos y el proceso se encuentra a expensas del criterio moral de algunos funcionarios. Este derecho, incorporado al Código Civil del Distrito Federal en enero de 2009, se gestó desde la comunidad transexual para combatir la discriminación y concitó el apoyo de defensores de los derechos humanos, sociólogos, antropólogos, médicos, abogados, incluso diputados locales



Contralinea-. Entre la comunidad transexual de la ciudad de México existe un lema: “Ya no queremos ser ilegales o mojados en nuestra propia tierra”. Por ello luchan para que se reconozca su nueva identidad jurídica; es decir, que el nombre que eligieron y su nuevo género se inscriba en sus documentos oficiales. No es un capricho, es un derecho, reclaman quienes optan por esa decisión. Hasta enero de 2009, cuando se reformó el Código Civil del Distrito Federal, la anterior identidad se inscribía en el margen del acta de nacimiento original, lo que daba pie a eventuales vejaciones. Para este grupo, el que esto se suprima constituye un logro que, sin embargo, sólo ejercen unos cuantos por su estratosférico costo.

Tener un nombre adecuado a su personalidad, reconoce Roshell Terranova, activista transexual, empresaria y publicista, abre el camino a las chicas trans y a los chicos trans en el sector laboral, porque “las empresas no te contratan y nuestras oportunidades laborales se reducen al show business, la moda, la estética y lo que es hoy por hoy la labor punta: el sexoservicio, al que todos estamos orillados porque tenemos que vivir”.

Hasta 2008, el cambio de nombre y de género en el acta de nacimiento representaba erogar entre 100 mil y 400 mil pesos, una suma inalcanzable para el promedio de esta comunidad. Con la reforma de 2009, los honorarios de abogados expertos en los entretelones del proceso se cotizan entre 8 mil y 40 mil pesos. Se adicionan unos 15 mil pesos por cada uno de los dos dictámenes médicos que exige la norma, más el costo del tratamiento hormonal, de la carta de no antecedentes penales y de la propia acta, además de otros gastos extra. En total son unos 70 mil pesos, cantidad que, una vez más, tampoco está al alcance de la mayoría.

La posibilidad de rectificar el acta de nacimiento se concretó el 13 de enero de 2009 con las modificaciones, adiciones y reformas a los artículos del Código Civil para el Distrito Federal: 134 (que exige que el trámite se haga ante el juez de lo familiar), el 135 fracción II (que prevé la rectificación del nombre por enmienda), así como el 135 bis (que prevé el levantamiento de una nueva acta de nacimiento por reasignación de concordancia sexo-genérica).

Al entrar en vigor esas reformas el 13 de marzo de ese año, fue posible variar “algún nombre u otro dato esencial que afecte el estado civil, la nacionalidad, el sexo y la identidad de la persona” en el acta de nacimiento. Esto significó, para el litigante Víctor Hugo Flores Ramírez, especializado en este tema, el “reconocimiento jurídico, a nivel institucional en el derecho familiar, de lo que es la transexualidad”.

El antecedente legal de las reformas se remonta a 2005 cuando una persona obtuvo en primera instancia el cambio de nombre y de sexo, pero no logró que se le expidiera una nueva acta. Como las autoridades del Registro Civil escribieron su identidad anterior en el margen de su acta de nacimiento original, el interesado apeló, pero la sentencia le fue confirmada. Por ello, el quejoso –que consideró que esa anotación violaba sus garantías, pues cualquier persona podría conocer su pasada identidad– promovió un amparo directo contra esa confirmación.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación atrajo el recurso y dio la razón al quejoso al ordenar que se le expidiera una nueva acta de nacimiento con los cambios solicitados (en el amparo directo civil 6/2008 relacionado con la facultad de atracción 3/2008-PS). La instancia judicial asentó que el nombre podía rectificarse en el acta de nacimiento no sólo por algún error, sino “cuando existe necesidad de hacerlo”, es decir, cuando se ha usado constantemente otro nombre distinto del que consta en el registro y cuando sólo con la modificación del acta se identifica a esa persona.

La importancia del nombre

“Ya no queremos sentirnos en desventaja con el resto de la humanidad. Más allá del nombre, se trata de una condición de vida que necesitamos para ser felices”, explica Roshell Terranova. El encuentro se da en un salón donde presenta un espectáculo –integrado en su mayoría por miembros de la comunidad transexual o Grupo T. Ahí les explica que “los principales estigmas que nos da nuestro país son: el rechazo, la discriminación”, y los exhorta a no vivir con esa vulnerabilidad y luchar por su identidad.

A esta rubia empresaria, que provee de empleo fijo a una decena de personas y a otras más como independientes y que además sostiene a su familia cercana, no le incomoda que en el aeropuerto la llamen por el nombre masculino que aún figura en su pasaporte. Sonríe con picardía cuando narra que a las autoridades migratorias estadounidenses tampoco les asombra ese hecho. “Ellos están más acostumbrados”, afirma.

Su nombre, ahora muy conocido entre legisladores, estudiantes, clientes de su estética y colegas extranjeros, fue producto del azar, pues su socio la bautizó momentos antes de que comenzara una función artística. Justifica su decisión de rectificar su acta de nacimiento como un acto de coherencia, afirma Roshell: “Lo que hago es por miles de personas del Grupo T en mi país que no lo pueden hacer, así que dos meses atrás le dije al licenciado: ‘Sí, iniciémoslo’”.

La de Norma es otra historia detrás de un nuevo nombre. Es una de las seis mujeres transexuales que tras la reforma de 2009 decidió gestionar el cambio de nombre por reasignación de sexo. Su motivación es clara: “Creo que con un documento que ostente mi nombre, podré reasumir algunos derechos que perdí, como los laborales, mi patrimonio como mexicana, mi cuenta del Sistema de Ahorro para el Retiro y mis aportaciones al Instituto Mexicano del Seguro Social, entre otros”.

Mantiene un confiado entusiasmo que alienta su abogado. Contempla muy cercana la fecha en que su acta de nacimiento ostente Norma como primer nombre, que es el que su madre hubiese deseado para una hija, seguido de Elizabeth, porque ése sí le gusta mucho. Describe que cambiar su nombre no es importante “porque eso lo hacemos en cualquier momento”, sino que el acta exprese el género sin que acote cómo se llamaba y qué género tenía antes. “¡Eso es lo bueno!”, dice sonriente esta licenciada en empresas turísticas.

Le emocionó saber que ya podía solicitar la rectificación del acta y de inmediato fue al Registro Civil a conocer los requisitos; más tarde, un amigo abogado se ofreció a ayudarla y le cobrará apenas 10 mil pesos por todo. Esa suma, para ella, como para muchas de sus compañeras, representa muchos meses y días de trabajo –cuando lo tienen– y que lo restan al aporte diario a sus familias, a la adquisición de algún alimento o prenda de vestir con la ilusión de tener una identidad legal que les acerque a un trabajo mejor.

Norma ya acudió a la primera audiencia para presentarse ante el juez. Al parecer, el magistrado esperaba ver a una persona “mega operada” (y dibuja con sus manos la silueta de “extravagante”), por lo que, cuando la tuvo frente a él, no emitió ningún juicio de valor. “Eso me dio la confianza de que todo procederá bien. Está planeado que en mayo concluya todo”, celebra.

—¿Qué pasará si niegan tu petición?

—Tengo un año para volver a presentarla, pero perdería lo que ya pagué porque sería un nuevo juicio.

Los candados

Antes de la reforma de 2008, los solicitantes debían exhibir pruebas periciales en sicología, endocrinología, genética, sicología, siquiatría y en sexología, refiere el director del bufete Transexualegal, Víctor Hugo Flores Ramírez. La norma actual les pide que vivan como personas trans un mínimo de dos años y someterse a un tratamiento hormonal y sicológico que será evaluado en dos peritajes: uno médico y otro sicológico.

Para Hazel Gloria Davenport, presidenta de la organización Nación Trans, tal requisito es un candado al logro jurídico de la comunidad trans. Afirma que con esa medida, el derecho a la identidad de personas transgénero quedó en manos de “especialistas privados y de empresarios de la sicología y la sexología”, porque la obtención de ambos peritajes depende de su criterio. Aunque algunos médicos reducen el costo de sus servicios para hacerlos más accesibles, ese aspecto aún depende del criterio individual, declaró Davenport el 19 de octubre de 2009 a NotieSe, al tiempo que propuso eliminar el requisito de los peritajes o que éstos se practiquen en los servicios de salud pública.

De manera paralela, los solicitantes deben mostrar que cumplen con un protocolo sicológico y médico, lo que también representa erogaciones por consultas, administración de hormonas, etcétera.

Por la presión de organizaciones transexuales y solidarias, en enero de 2009 se puso en marcha la Iniciativa Escarlata, por la que la Secretaría de Salud del Distrito Federal, a través de la Clínica de Especialidades Condesa, apoya con hormonas y tratamiento sicológico a personas transgénero –que mantienen sus órganos y sólo cambian su apariencia física–, y transexuales –que cambian sus órganos sexuales.

Otro requisito para los solicitantes de la rectificación es comprobar que no han procedido de mala fe o fraudulentamente y que sólo persiguen ajustar su nombre a la realidad social, por lo que deben presentar ante la autoridad un comprobante de no antecedentes penales. Frente a este candado, el Estado no garantiza a los ciudadanos que su identidad anterior no será suplantada ni mal utilizados sus datos personales.

Ni Roshell ni Norma se han planteado esa cuestión. Se han limitado a cumplir escrupulosamente con todas las exigencias legales, pero no obtienen ninguna garantía. “Por lo que sé, el acta de nacimiento anterior se resguarda en el Registro Civil por cualquier cosa legal que suceda: un delito; puedan saber quién era yo antes”, dice Roshell.

El significado de esta disparidad jurídica, para Miguel Rábago, radica en la inequidad. Explica que mientras se insista en estigmatizar a quienes ejercen su diversidad sexual, se seguirá diciendo que ellos son quienes harán mal uso de ese cambio. Y como los solicitantes nunca se preguntan qué hace el Estado con los datos personales de su identidad anterior, sugiere revisar si las leyes de acceso a la información pública “aminoran esos riesgos”.

Asesoría “en pañales”

Hace 10 años que Víctor Hugo Flores Ramírez, foto derecha, comenzó el abordaje jurídico y científico de la transexualidad por el vacío legal en este tema. Ha sido testigo de los dos procesos históricos de la rectificación del acta: el anterior a la reforma del 10 de octubre de 2008, donde el juicio para obtener el cambio de identidad jurídica duraba de tres a cuatro años, y el posterior a las reformas de enero de 2009, cuando el juicio dura entre cuatro y seis meses.

No existe una estadística oficial de las actas expedidas por cambio de género. La única declaración oficial de la Consejería Jurídica del Gobierno del Distrito Federal (GDF) sobre el tema fue a una revista feminista, entre abril y mayo del año pasado. “Hubo entre 10 y 12 juicios antes de la reforma de 2008, y entre 15 y 16 los juicios después de esa reforma”, dice este legista. Al respecto, el Tercer informe de actividades 2008-2009 de la Consejería Jurídica y de Servicios Legales del GDF asienta que el Registro Civil rectificó 2 mil 77 actas sin diferenciar cuáles fueron por error o por solicitud.

El bajo número de solicitantes indica a los miembros de la comunidad transexual y de la academia que los servicios legales en este campo aún están “en pañales”. Para Miguel Rábago, doctor en derecho por la Universidad de Salamanca, España, se debe fortalecer la formación en las universidades de los futuros jueces, legisladores y abogados que deberán atender casos de rectificación del acta o para ejercer nuevos derechos.

El elevado costo para ejercer ese nuevo derecho excluye a gran parte de la comunidad transexual. Definitivamente, subraya Rábago, la justicia es cara y su acceso es difícil; es un problema estructural.

La derecha y el clero

Mientras miles de mujeres y hombres trans intentan ejercer este nuevo derecho social, se endurece el discurso opositor desde el ámbito político y el clero católico, admite Roshell Terranova. Asegura que la derecha política “no le da el mando al clero, nada más le da probaditas”, porque lo contrario significaría un retroceso de siglos. Considera que algunos políticos y la iglesia católica se escudan en esas posiciones para tener a “la gran familia mexicana totalmente libre de pecado”. Advierte que entre más se presione a la Gente T para evitar que luche por sus derechos, “más va a salir del clóset”, además de que atrae gran solidaridad.

Frente a los logros contra la discriminación, siempre hay respuestas de grupos conservadores, admite Miguel Rábago Dorbecker, coordinador del Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana. Aprecia como “reacción descomunal” la tendencia a revertir la despenalización del aborto en algunas entidades, la mayoría de tradición muy conservadora. De igual manera, el director del bufete Transexualegal, Víctor Hugo Flores Ramírez, explica que le causa “extrañeza” la reacción de los grupos en el poder a la que se suma la oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo, un hecho que se acreditó desde el año pasado.

La posibilidad de que este derecho avance a nivel federal es remota. Sólo a través de una resolución de la SCJN se formaría en el futuro la jurisprudencia para hacerlo obligatorio en todos los tribunales del país, considera Flores.

Victoria desde abajo

El derecho a obtener una nueva identidad en la ciudad de México es una conquista jurídica más contra la discriminación de grupos maltratados por el Estado y excluidos de sus derechos, observa el académico de la Universidad Iberoamericana. Sostiene que la sociedad capitalina es más sensible a las demandas de los grupos marginales que el resto de los otros estados de la república. A su vez, Víctor Hugo Flores opina que para elaborar los dictámenes legislativos y la iniciativa que cristalizó en las reformas de 2009, convergieron los intereses del gobierno local, la necesidad del Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (LGTB), de fuerzas de la sociedad civil, así como de los profesionistas en diferentes disciplinas que atienden a la comunidad transexual.

Rábago, también especializado en la defensa de los derechos humanos, afirma que la reforma fue posible en la ciudad de México “porque a veces es más democrática, con una clase media más amplia y más acceso a la educación”, lo que la hace más tolerante y progresista para permitir la expresión de los derechos de manera diferente.

Sostiene además que, en general, el gremio de los abogados es “muy conservador” comparado con los sociólogos o antropólogos. Admite que en ocasiones, los tribunales adoptan posturas morales o religiosas, “bastante cuestionables” en el entorno de un Estado laico y de una concepción incluyente de los derechos humanos, por lo que, cuando se contamina el derecho de un discurso moral, siempre se excluye a los sectores que no comparten su visión.

Este derecho no es una dádiva de la Asamblea Legislativa, dice, sino resultado de la labor de muchos años por parte organizaciones de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (reunidas en el Colectivo LGTB), y de otros individuos.

El sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos dice que ésta es una victoria legal que se gestó desde abajo de la base social, desde las comunidades, los barrios y los diferentes actores de la sociedad civil, como anticipa el pensador en su investigación El derecho y la globalización desde abajo.

“Antes de este logro –reseña Roshell–, se creía que éramos incapaces de organizarnos. Se nos veía como a los parientes pobres de la comunidad, el último peldaño, la cloaca de la comunidad, las vestidas, como peyorativamente se nos nombra. Y ahora se ve que en la construcción social del derecho a la identidad jurídica fue determinante la participación de nosotras: las Mujeres T”.

Ignorancia y exclusión

El estudio de Rocío Suárez Discriminación y exclusión laboral de la población travesti, transgénero y transexual de la Ciudad de México (UACM, julio de 2009), realizado en 13 de las 16 delegaciones de la capital, revela:

Más de 84.2 por ciento de la población trans encuestada aseguró desconocer la existencia de una ley que la protege y defiende de la discriminación.

54.8 por ciento de esa comunidad ignora las modificaciones a la ley local para tener una nueva acta de nacimiento por reasignación de sexo.

82.4 por ciento dijeron estar dispuestos a obtener ese nuevo documento de identidad.

Las personas que dijeron estar empleadas y recibir prestaciones de ley lo hacen en la iniciativa privada; 76 por ciento de ese sector dijo que inició su proceso transgénero en otro empleo.

Ciento por ciento de las personas trans desempleadas admitió que no acude a programas de capacitación laboral o al seguro de desempleo del gobierno del Distrito Federal por falta de documentación oficial.

64.6 por ciento de la comunidad de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales reconoció haber sido objeto de algún acto de discriminación en el ámbito laboral.

54.8 por ciento son autoempleados y la principal causa de esta forma de trabajo se atribuyó a la discriminación en los centros laborales y a la falta de documentos oficiales para acceder al mercado laboral.

Entorno internacional

El 13 de octubre de 2009, el Senado de Uruguay aprobó por unanimidad la Ley de Cambio de Nombre y Sexo que permite a travestis y transexuales modificar su acta de nacimiento. La ley, promovida por senadores del Frente Amplio, no obliga a las personas a recurrir a la cirugía para reasignar su sexo, por lo que Mauricio Coitiño, miembro del colectivo Ovejas Negras –que integra a gays, lesbianas, travestis, transexuales y bisexuales– vaticinó que todas las personas trans buscarán hacer ese trámite por “sencillo”.

España, a través de la Ley Reguladora de la Rectificación Registral de la Mención Relativa al Sexo de las Personas, del 14 de marzo de 2007, establece el cambio del acta; en Argentina se autoriza vía juicio a quienes se someten a una operación de reasignación; en el Reino Unido, la Ley de Reconocimiento de Género de 2004 permite a los mayores de 18 años, y que “vivan en el otro género”, solicitar su reconocimiento oficial; la ley italiana Número 164, del 14 de abril de 1982, exige aplicar el procedimiento Rectificación de la Atribución del Sexo por el que los transexuales soliciten su nueva identidad; la ley sueca, del 21 de abril de 1973, prevé el cambio jurídico de sexo por una intervención quirúrgica. (NE)