El año pasado, la asociación Red de Igualdad Trasngénero de Irlanda, TENI, hizo público un escalofriante informe en el que se denunciaba que casi el 80% de las personas trans en el país habían considerado el suicidio. Y lo que es peor, al menos el 40%, había tratado de acabar con su propia vida, al menos una vez. Ayer, el diario Irish Independent, se hacia eco del caso de Nikita Keane, la joven de 26 años que el 16 de julio del año pasado fue encontrada ahorcada en su propio domicilio.
En 2012 había sido objeto de un violento asalto aunque, según sus allegados, ya estaba recuperada. Además, se estaba sometiendo al proceso de cambio de sexo en el Hospital de Loughlinstown y legalmente se le reconocía su identidad femenina, sin embargo, su familia no la aceptaba como tal.
Los que la conocían no se explican cómo una mujer alegre y vital pudo llegar a tomar esta dramática decisión de acabar con su vida. Su cuerpo fue encontrado por un amigo de la infancia, George Langan, quién acudió con su novio, a visitarla alrededor de las cinco de la tarde en la zona de El Monte Bajo, en Woodfarm Acres, Palmerstown. Langan ha relatado al tribunal que las cortinas de la ventana estaban cerradas, lo que les hizo sospechar por ser inusual. Cuando su pareja llamó a la puerta no hubo respuesta por lo que decidieron escalar por la azotea y fue cuando se la encontraron ahorcada en el dormitorio.
En la autopsia, el patólogo dio la causa de la muerte por asfixia. No había consumido drogas, alcohol o medicamentos ya que no se encontraron restos de ninguna sustancia en el examen toxicológico.
Durante la investigación, por desgracia su familia exigió que se refirieran a Keane por el nombre masculino que le pusieron al nacer, Keith Hannigan, demostrando un absoluto desprecio por la voluntad de ella a pesar de que en sus documentos oficiales figuraba como mujer y de que estaba en pleno proceso de transición hacia su verdadera identidad.
El mismo día que apareció muerta, Keane había hecho su vida con normalidad. Unas horas antes había ido a la oficina de correos para pagar unas facturas pendientes y compró un periódico. En el domicilio se encontraron una carta de despedida que, supuestamente, escribió de su puño y letra.
Durante la investigación también se informó de que Keane había sido atendida en el Hospital de Tallaght en junio de 2012 tras haber sido víctima de un ataque transfóbico del que estaba ya recuperada. El médico forense emitió un veredicto de muerte por suicidio.
"Es una trágica pérdida y queremos enviar nuestro más sentido pésame a la familia y amigos de Nikita", ha dicho hoy el presidente ejecutivo de TENI, Broden Giambrone. "El suicidio afecta de manera desproporcionada a nuestra comunidad y como comunidad vamos a llorar por Nikita".
"Muchos de nosotros nos sentimos muy solos o aislados cuando salimos como transgénero. Muchos de nosotros nos enfrentamos al rechazo familiar o hemos sufrido abusos. Pero tenemos soportes a tu disposición y podemos ayudarte. TENI tiene una base de datos de profesionales de salud mental y hay grupos de apoyo trans en todo el país. Si sientes que estás en crisis te animamos a que hables con los samaritanos", ha explicado el presidente de esta organización transgénero.
La ONG Samaritans Ireland tiene un programa que trabaja con personas que están en riesgo de exclusión social. Se les puede llamar al teléfono 1850 60 90 90 o visitar la web www.samaritans. org . Otra opción es contactar con la Red de Igualdad Trasngénero de Irlanda a través de la web www.teni.ie.
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