viernes, 14 de noviembre de 2008

Historia De Gloria, La Primera Transexual Con Un Cargo Publico A Nivel Federal En México


AFP.-Hasta hace unos años era un reportero conocido por su carácter combativo y su imagen a lo Jim Morrison, con pantalón y chaqueta de cuero; hoy se llama Gloria Hazel Davenport y es la primer persona transexual que en México ocupa un cargo público a nivel federal. Desde el pasado 1 de febrero, Gloria es jefa del departamento de contacto con ONGs del Consejo Nacional para la Prevención del Sida (Censida), de la secretaría de Salud de México (SSA)."Soy el enlace de las ONGs con el Censida. Tengo un interinato (suplencia) de seis meses con posibilidad de concursar por una plaza, que de ganarla sería definitiva", dice en entrevista con la AFP Gloria, perfectamente maquillada y vestida de falda.


Con estudios de periodismo en México y Cuba, Gloria, que prefiere omitir su nombre masculino, trabajó como reportero en medios como la agencia mexicana de noticias, Notimex.Hace cuatro años dejó ese trabajo y finalmente decidió colgar los pantalones y vivir como Gloria. "Me dije: ya viví más de 30 años como hombre por darle gusto a la sociedad, el resto de mi vida quiero ser mujer", explica.Gloria, de casi 1,90 metros de estatura con zapatos de tacón alto, sorprendió a sus colegas reporteros porque jamás mostró actitudes femeninas e incluso era conocido porque se liaba a golpes cuando las cosas se ponían difíciles.


"Siempre, desde niño, me concebí como mujer. Decía: 'de grande quiero ser mujer'. Me ponía la ropa de mi hermana debajo del uniforme escolar. Mi padre quiso, con palizas, hacerme hombre", dice.A lo largo de la primera etapa de su vida llevó una doble personalidad. En el trabajo era el reportero agresivo, en sus días libres vestía su cara femenina.Contrario a la generalidad de los transexuales, a Gloria no le atraen los hombres. "Tuve muchas novias y desde hace varios años estoy con una estupenda mujer. Ella siempre ha sabido como soy. Y siempre le he sido fiel", explica.Gloria se casó simbólicamente el pasado 14 de febrero con la mujer de su vida en la ceremonia matrimonial que realizan en la capital personas de distinta preferencia sexual por el Día del Amor.


Ahora, la funcionaria del Censida está inmersa en el proceso jurídico para cambiar legalmente su nombre y su identidad sexual. "Espero que en cuatro meses el juez resuelva para poder cambiar todos mis papeles oficiales", explica.También está sometida a un proceso hormonal, pero lamenta la imposibilidad de tener hijos. "Es algo que siempre he buscado, espero algún día adoptar".Gloria asegura que México ha dado algunos pasos contra la discriminación de personas con distintas preferencias sexuales."Tenemos unas leyes en la materia, la secretaría de Salud lanzó spots contra la homofobia y hubo asistencia jurídica a un homosexual que fue despedido de Coca-Cola", enumera.Pero faltan, dice, reformas para permitir la unión de personas del mismo sexo, permitir no sólo el cambio legal de nombre sino de género, entre otras.


En la sociedad, comenta, aún persisten algunas actitudes de burla y agresión a las personas de distinta preferencia sexual. "Mi estatura me perjudica porque con 1,90 (mts) en tacones soy muy visible, pero también me ayuda porque nadie se mete con una 'trans' de semejante tamaño", dice a carcajadas.


Uno de sus mayores orgullos es haber obtenido, con su nombre de mujer, un diploma por un curso sobre las leyes contra la discriminación del prestigioso Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)."Es el único certificado de estudios como Gloria, y me lo dio Gilberto Rincón, del Consejo contra la discriminación, y Diego Valadés, ex procurador de México y ex ministro" de la Suprema Corte, afirma.El mayor reconocimiento de Gloria es para el Censida. "Me contrataron porque soy una persona preparada y no miraron apariencias. Pero también, creo, enviaron una señal: basta de discriminación".


(Artículo que data de 2006)

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