Mujeres trans del grupo Centro de Atención Médica específico para Población Transgénero y Transexual, que exige derecho a la salud. Foto: Polo Gómez. Fuente: http://www.notiese.org
Las personas trans se enferman de lo mismo que todas las demás personas, sin embargo hay situaciones específicas de salud que se deben tomar en cuenta: El uso de hormonas, implantes y procesos de reasignación de sexo son cuestiones delicadas y complicadas que requieren una atención particular por parte de los médicos, sin embargo no es común que los especialistas atiendan a las trans ya sea por cuestiones de costo, acceso o discriminación.
Las trans junto con los trabajadores varones del sexo comercial tienen la tasa de prevalencia del VIH más alta en el país de acuerdo a cifras del CENSIDA. Se calcula que en varios estados del país 1 de cada 4 trans viven con VIH, la mayoría de ellas accediendo a tratamientos gratuitos a través del seguro popular sin que esto signifique que estén beneficiándose de servicios integrales de calidad. La prevención del VIH dirigida a las trans es también una cuestión compleja ya que en ocasiones se les agrupa en la población de HSH (hombres que tienen sexo con hombres) a pesar de que su forma de vida es sustancialmente diferente al de un hombre con identidad sexo-genérica.
Cuestiones de salud mental son también de suma importancia para las personas trans: terapia psicológica es siempre recomendada para quien pretenden empezar o está empezando una transición, sin embargo, nuevamente por cuestiones económicas, sociales y culturales, esto no se da en la mayoría de las ocasiones, por lo que las trans tienden a depender más de sus pares para las cuestiones de adaptación. La depresión causada por la violencia y el rechazo es un fenómeno muy común entre la población LGBT, pero en particular de las transgénero y las transexuales.
¿Cuántas trans son derechohabientes del IMSS? Seguramente muy pocas, ya que las posibilidades de encontrar empleo en el sector formal son limitadas para la población trans ¿Cuántas son derechohabientes del ISSSTE? Probablemente muchas menos, ya que trabajar para el sector público es casi imposible ante la fuerte discriminación que afecta nuestro entorno. Los servicios de Secretaría de Salud y por ende del Seguro Popular se convierten en la opción más cercana aunque no se sabe con exactitud cuántas personas que se definen como transgénero o transexuales son usuarias de los servicios públicos de salud.
Para muestra de los problemas en los servicios de salud basta un botón: hace un par de semanas, cuando hubo un conflicto con el Sindicato con los trabajadores de los Servicios de Salud del D.F. en la Clínica Condesa, uno de los principales puntos de desacuerdo de los trabajadores era el tener que referirse a las trans “por su nombre de mujer”, cosa que ya de entrada empieza a poner barreras para que las personas quieran acercarse a los servicios, a la prevención, a los tratamientos y al apoyo.
En México hay muy pocos estudios sobre las personas trans en general y en particular sobre su salud; el VIH es el único tema que ha acercado a la salud pública con la población LGBT en general, tampoco se sabe cuántas personas trans hay en el país . Es una cuestión de justicia social que no se olvide a las y los usuarios que no tienen una identidad sexo-genérica a la hora de crear políticas públicas de inclusión y de salud, no sólo en la Secretaría de Salud sino también en otras que tienen una repercusión directa como la SEP, la Secretaría del Trabajo, entre otras. La salud debe ser para todas y todos los mexicanos, incluyendo las trans.
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