Desfiló en las pasarelas del certamen y avanzó al grupo de las 12 finalistas. Entrevista de 'Bocas'.
En 2012 tuvo la osadía de
postularse como aspirante a Miss Universo Canadá. Sin embargo, al ser
descubierta y descalificada por ser una mujer transgénero, protestó, se
armó de argumentos legales en contra de la organización –propiedad del
magnate Donald Trump–, peleó, ganó y logró concursar en el reinado. Hoy,
en revistas de moda como Elle y en el reality televisivo Nuevas Chicas
Valientes, sobrepasa los límites de lo que se considera “femenino”. Ella
es Jenna Talackova, el nuevo símbolo de la diversidad de género.
Se llama Jenna Talackova, alguna vez –hace pocos años–
se llamó Walter y fue la primera mujer transgénero en competir en un
certamen de Miss Universo, el concurso de belleza más popular en el
mundo.
Nació en la ciudad de Vancouver, ubicada en el estado de
Columbia británica en Canadá, a pocos kilómetros de la tribu indígena
babine, de donde proviene su mamá.
De Walter pasó a ser Page, y de Page pasó a ser Jenna, la
mujer transgénero que, pese a tener unos ojos pequeños y rasgados,
posee una mirada profunda y penetrante que sabe acompañar con un
delicado movimiento de manos a la hora de hablar.
“Me empecé a vestir con faldas a los ocho años, me veía
como un niño lindo,” dice Jenna, quien casi siempre lleva su cabello
rubio recogido sobre la cabeza, en una especie de rueda que, además,
permite ver varios aretes pequeños en sus orejas.
Su adolescencia fue la oportunidad perfecta para
transformar su apariencia. Empezó a tomar pastillas hormonales que le
aumentaron los senos mientras disminuía la aparición del vello en su
rostro.
Ni entonces, ni a los 19 años cuando se sometió a la
cirugía de reasignación de género –que es la supresión de su genital–,
creyó que era transgénero, una palabra inexistente en el lenguaje de sus
familiares indígenas, quienes solo pueden ver a Jenna como una mujer de
“dos espíritus”.
Por ello, la tribu la apoyó no solo moralmente, sino
también económicamente cuando decidió inscribirse a Miss Universo
Canadá, en 2012, tres años después de la cirugía.
Aunque reconoce su lucha para ser una pionera en cuanto a
diversidad de género en los concursos de belleza, insiste en que
hubiese preferido pasar por el certamen como cualquier otra candidata en
la búsqueda del reconocimiento como la mujer más hermosa de su país y
el mundo.
De hecho, Jenna no le informó a Miss Universo Canadá que
era transgénero. Ella simplemente presentó sus documentos de identidad,
que certificaban que ella era del sexo femenino. Al ser seleccionada
entre las 65 finalistas, uno de los organizadores del concurso se dio
cuenta de que había participado dos años antes en Miss Queen
International, dedicado exclusivamente a mujeres transgénero. Fue
entonces cuando le cayó el título de la “primera mujer transgénero en
Miss Universo” y, con todo el peso de esa corona virtual, fue expulsada
del certamen.
No se amargó con la derrota y, en cambio, protestó en
contra de la decisión del reinado. No fue una batalla fácil, pues
detrás de la organización Miss Universo estaba su dueño, el magnate
Donald Trump, que se negó rotundamente a volver a admitir a Talackova.
Para desafiar el poder de Trump, Jenna no estaba sola:
la controversial abogada feminista Gloria Allred pidió reversar la
decisión o, de lo contrario, llevaría el caso a las cortes. El escándalo
por la candidata transgénero se volvió el centro del debate en redes
sociales, al punto que en Change.org se recogieron 35.000 firmas a
favor de Talackova.
En medio del vaivén de ataques entre la abogada Allred y
Trump, la organización Miss Universo tuvo que emitir un comunicado de
prensa, junto con la organización defensora de la comunidad LGBT GLAAD.
Se trataba de la aceptación de Jenna en Miss Universo Canadá y el
anuncio de un futuro trabajo conjunto entre el certamen y GLAAD para
flexibilizar las políticas rígidas del reinado, de modo que las
candidatas no tengan que haber nacido naturalmente como mujeres.
Contra viento y marea, en 2012 Jenna Talackova desfiló en
las pasarelas del certamen y avanzó al grupo de las 12 finalistas. No
ganó, pero tampoco lo necesitaba, pues el escándalo ya había abierto un
camino hacia el modelaje y a su propio reality de televisión Nuevas
Chicas Valientes, que se puede ver todos los domingos a las diez de la
noche en el canal E! Entertainment Canadá y, próximamente, en el mismo
canal en los Estados Unidos y Latinoamérica.
Transgénero o no transgénero, mujer o no mujer, lo cierto
es que Jenna, con su piel tersa y un poco bronceada, parece una
bailarina de porcelana: muy delgada y con unas piernas alargadas. Su
tono de voz es intermitente, a veces más o menos agudo, y suena más
chillón cuando menciona su fascinación por el k-pop, es decir, la música
y las telenovelas de la cultura pop coreana.
Después de observar una y otra vez cómo se desenvuelve
como una mujer, es imposible no estar de acuerdo con la aclamada
periodista estadounidense Bárbara Walters que dijo, en medio del
escándalo, que Jenna Talackova era “todo un bombón”.
¿Qué es ser una persona transgénero?
A mí no me gusta que me definan como transgénero, porque
me considero una mujer y legalmente soy una mujer. Siento que nací en
el cuerpo equivocado, es decir, en el de un hombre. Pero desde muy
pequeña he creído que soy una mujer.
¿Cuál es la diferencia entre travesti y transgénero?
Me imagino que la cirugía de reasignación de género,
que algunas tenemos y otras no. A mí no me gusta que me comparen por
ejemplo con Rupaul, la actriz y cantante que compartió escenario con
Elton John en la canción Don´t Go Breaking my Heart. Rupaul es una
travesti, yo soy una mujer.
¿Cómo fue nacer y crecer en el cuerpo equivocado?
Yo nací en Vancouver, Canadá, bajo el nombre de Walter
Talackova. Tengo cuatro hermanos, pero ellos son 18 años mayores que yo.
Por ende, no jugaba mucho con ellos durante mi niñez. Me acuerdo que
en esa época jugaba con una Sailor Moon y los Power Rangers. A los ocho
años de edad me empecé a vestir como una niña. Inicialmente me veía
como un niño lindo. Me acuerdo que en esa época me gustaba vestirme con
una falda de cuadros y una blusa. Por fin pude empezar a jugar con la
ropa. Aunque en el colegio fui aceptada por las niñas más populares, a
veces me molestaban con sobrenombres.
¿Su familia también es canadiense?
Muchas personas me preguntan si tengo algún ancestro de
Asia, pero no tengo ninguno. Es curioso porque me gusta mucho la cultura
coreana. Mis ancestros son indígenas, quizá de ahí saqué los ojos
achinados.
¿Tiene una obsesión por la cultura coreana?
No sé si sea obsesión, pero sí me gusta mucho. Cuando
estoy descansando mi pasatiempo favorito es ver novelas y escuchar
música coreana. Mi película favorita de Corea del Sur se llama Belleza
de 200 libras y la novela Mi nombre es Kim Sam Soon. Si hablamos de
K-pop, escucho mucho a After School, Big Bang, T-ara, BTOB. Hasta ahora
he podido ir muy pocas veces a Corea y uno de los viajes más recientes
a este país fue cuando me corregí una previa cirugía a mi nariz.
¿Cuándo empezó el proceso de transición de género?
A los 14 años empecé a tomar pastillas hormonales. Unos
tres años después comencé una evaluación siquiátrica de dos años para
que el Gobierno canadiense certificara que era del sexo femenino.
Finalmente a los 19, en junio de 2008, el doctor Pierre Brassard me
operó mis partes íntimas. El costo de la cirugía fue de 19.500 dólares
canadienses y fue cubierto totalmente por el Gobierno canadiense. El
único gasto de mi bolsillo fue el tiquete de Vancouver a Montreal,
donde se realizó la operación.
¿Fue difícil la aceptación de su transición de parte de su familia indígena?
No, porque mi familia indígena pertenece a la tribu
babine en el estado de Columbia Británica en Canadá. Yo nací en la
ciudad más grande de este estado: Vancouver. En todo caso, en esta tribu
existe una concepción distinta de mujeres como yo. Ellos consideran
que mujeres nacidas con partes de hombres son doblemente bendecidas,
pues tienen el espíritu tanto masculino como femenino. Incluso algunos
se desempeñan como sanadores o shamanes.
¿Cuál fue su primer trabajo en el modelaje?
Después de mi cirugía de reasignación de género, mi primer trabajo como modelo fue para una boutique en Vancouver.
¿Cuenta con documentos oficiales del Gobierno canadiense que certifican que es del sexo femenino?
Sí, mi certificado de nacimiento, licencia de conducir y
pasaporte dicen que yo soy una mujer y, por ello, decidí inscribirme a
Miss Universo Canadá 2012. No me pusieron ningún problema: nadie
sospechó nada. Hasta que uno de los organizadores me reconoció y se dio
cuenta de que había participado antes en una competencia solo para
transgéneros, en Tailandia.
¿Por qué decidió entrar a Miss Universo, si ya había participado en el concurso de belleza en Tailandia?
Inicialmente mi mamá estaba preocupada de la gran
exposición que tendría en estos concursos, pero después me apoyó y me
presenté a Miss Universo. Yo soy legalmente una mujer y siento que soy
hermosa tanto físicamente como en mi interior. Yo estaba consciente de
las normas para participar en este concurso y consideraba que cumplía
con todas las reglas.
Una vez fue expulsada del concurso de belleza, la famosa abogada Gloria Allred asumió la defensa de su caso…
La reputación de Gloria Allred como pionera de los
derechos civiles es ampliamente conocida. Ella fue quien habló en nombre
de algunas de las amantes del golfista Tiger Woods, de la actriz de
porno Ginger Lee (que estuvo involucrada con el político
estadounidense Anthony Wiener), y la exintegrante de Spice Girls, Mel
Brown, entre otras. Por ende, no fue una sorpresa que asumiera mi caso.
Una amiga cercana nos puso en contacto e hicimos clic inmediatamente.
Estuve muy satisfecha con el entusiasmo que demostró Allred para ganarle
a la organización del certamen y a su dueño Donald Trump. Dado que el
Gobierno canadiense había reconocido legalmente que pertenecía al sexo
femenino, Allred y yo le solicitamos al certamen reversar la expulsión,
antes de llevar el caso a las cortes. Efectivamente el concurso se echó
para atrás y pude competir, tal y como puede hacerlo cualquier otra
mujer.
¿Alguna vez conoció a Donald Trump?
Él estuvo detrás de mi expulsión de Miss Universo
Canadá, pero nunca lo conocí. Me enteré de que Donald Trump hizo un
juego de palabras con mi nombre. Mi nombre y apellido previos eran
Walter Talackova. Después de la transición solo cambié mi nombre por
Jenna. Si se toma el nombre y la primera parte del apellido suena
“JennaTal”, que en inglés suena como “genital”, es decir, como una
referencia a los genitales. Por ello Trump decía que pareciera que mi
nombre tuviese un motivo ulterior o escondido, pero se trataba de una
forma en que él se burlaba de la supresión de mis partes íntimas.
En mayo de 2012 logró desfilar en las pasarelas de Miss Universo Canadá, ¿este tipo de concursos son muy competitivos?
En cualquier clase de competencia, uno se enfrenta a todo
tipo de personalidades. Algunas candidatas fueron competitivas y rudas,
pero también conocí personas agradables durante esta experiencia.
Incluso fui elegida como Miss Simpatía. Sigo siendo amiga con algunas y
una de ellas, Dajana, es una de las protagonistas de mi show Nuevas
Chicas Valientes.
En medio de la controversia por su participación
en el reinado, la reconocida periodista estadounidense Bárbara Walters
la entrevistó en el set del programa Abc News…
Ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. Fue
un honor conocer a Bárbara. Estuve en el programa con mi mamá. Ella
siempre quiso tener una hija, pero no aprobó inicialmente el proceso de
transición. Fue algo que hablamos durante el programa. Por eso durante
mi adolescencia me fui a vivir con mi papá durante un tiempo y llegó el
momento de decirles a mis padres lo que quería y era mi prerrogativa.
Le consulté a un médico y empecé a tomar pastillas hormonales. Aunque
cada vez que veo esa entrevista me siento fatal: no me gusta cómo se
veía mi pelo.
La actual Miss Universo, Gabriela Isler, le dijo
al medio digital Hufftington Post que ella considera que “las mujeres
transgénero deberían participar en certámenes internacionales de su
propio equipo”. ¿Qué opina?
Gabriela obviamente tiene derecho a sus propias
opiniones. El cambio verdadero inspirará distintos puntos de vista y el
progreso toma tiempo. Personalmente me gustaría ver a más mujeres
transgénero compitiendo en los grandes certámenes de belleza del mundo.
Se podría decir que sentó un precedente para que otras mujeres transgénero pudiesen participar en estos concursos de belleza…
Me emocioné mucho de ver que una mujer como yo, Kylan
Arianna Wenzel, fuese aceptada el año pasado en el concurso de Miss
California, y que miles de personas hayan firmado una petición en la
plataforma en línea change.org para que las reglas de Miss Universo sean
cambiadas formalmente en todo el mundo. Por ahora es un tema candente y
habrá mucho escrutinio y discusión alrededor de cualquier mujer
transgénero que se inscriba al concurso.
Desde que participó en el certamen, ¿su carrera en el modelaje ha despegado?
Hace poco modelé para la edición de enero de 2014 de la
revista Elle y este había sido uno de los grandes sueños de mi vida.
Antes del reinado no había sido posible. Poco tiempo después de la
cirugía de reasignación de género participé en un concurso organizado
por esa publicación, pero no fui elegida y me sentí muy mal. Ahora, tras
el reinado, el sueño de ser retratada por esta prestigiosa revista se
hizo realidad. Mi publicista me llamó y me comentó que Elle deseaba
dedicarme cinco páginas: ¡no lo podía creer!
¿Es cierto que uno de sus sueños es convertirse en modelo de Victoria’s Secret?
Es un sueño porque la marca está definida por mujeres
fuertes y hermosas en el mundo. Aunque yo sé que es difícil que me
vuelva una modelo de Victoria’s Secret. Al mismo tiempo es innegable que
la opinión pública está cambiando. Hace poco la revista Cosmopolitan
hizo un artículo sobre las modelos transgénero que dominarían el show de
pasarela de Victoria’s Secret y fui la segunda de la lista.
¿Qué es lo que menos le gusta de modelar?
Los tacones. Cuando tengo que usar tacones de más de seis
pulgadas, no me gusta, especialmente cuando tengo que usarlos para ir a
eventos especiales. Es que soy alta, mido 1,85 metros, y esos tacones
me hacen ver demasiado alta.
¿Cómo fue su video-reclamo ante la Organización Mundial de Salud (OMS)?
Cuando participé en el concurso estaba lejos de pensar
que yo terminaría combatiendo la discriminación contra nosotras.
Entonces me uní a la petición ante la Organización Mundial de Salud
(OMS) en contra del tratamiento del transgenerismo como un desorden
mental. Al fin de mostrar mi desacuerdo, grabé un video para que se
dejara de incluir a mujeres como yo en la lista de enfermedades.
¿Posaría desnuda?
En el futuro podría posar desnuda para PETA (la
Organización por el Tratamiento Ético de los Animales). Pero no quiero
posar desnuda con el único fin de posar desnuda, como sucedería si lo
hiciera para Playboy. En cambio lo haría por PETA porque es una causa en
la que realmente creo. De hecho, en enero pasado fue lanzada una
campaña con esta organización: visto un bikini hecho a partir de
vegetales y es la forma en que defiendo a los vegetarianos y, obvio, a
los animales.
¿Alguna vez se ha enamorado?
¡Claro! He estado enamorada y hasta ahora he tenido dos relaciones serias.
¿Novios o novias?
Novios. Creo que las relaciones personales son
precisamente eso, entonces preferiría no dar detalles. Eso sí aclaro:
mi transición es algo que discuto en algún momento con el hombre con el
que salgo. Es un tema que surge cuando me siento totalmente cómoda para
hablarlo. Pero no hay un momento en particular para compartirlo: puede
tomar una hora o un mes.
Empezó 2014 con un nuevo reality…
El reality se llama Nuevas Chicas Valientes y registra
mi vida en Vancouver, así como mi mudanza a Toronto para tener un mayor
reconocimiento. Actualmente se puede ver todos los domingos a las 10 p.
m. en E! Entertainment Canadá.
¿La cámara la sigue en todas sus actividades?
Es una serie dramática y la cámara me sigue
especialmente en mi búsqueda de trabajo como actriz y modelo. Durante
el reality busco apartamento y también logro conseguir increíbles
oportunidades de modelaje e incluso audiciones para películas de
Hollywood. Estuve en Los Ángeles, Nueva York, Las Vegas en los Estados
Unidos y Toronto y Vancouver en Canadá. En el programa también podrán
ver a mi publicista, Vanessa, mi prima Ángela y mi amiga Dajana, que
conocí mientras competíamos por el título de Miss Universo Canadá.
Y desde que se terminó la grabación del reality, ¿qué ha hecho?
Me siento aliviada porque he tenido tiempo para cuidarme y
me quedé durante un tiempo en mi ciudad, Vancouver. Durante la
filmación, mi alimentación no fue la mejor. Estudié nutrición
holística, entonces soy muy consciente de lo que como. Tras el reality
hice una limpieza de mi cuerpo: alimentación a través de líquidos
nutricionales.
En su cuenta de Twitter se ven fotos de su
último viaje a Corea del Sur el pasado diciembre ¿Ha pensado conocer
otros países, por ejemplo, en Latinoamérica?
Nunca he ido, pero quisiera ir. En octubre del año pasado
fui invitada para ser jurado del primer concurso de belleza de
transgénero en Colombia que, entiendo, se celebra durante la semana de
la diversidad sexual en Bogotá. Era cuestión de abrir un hueco en mi
horario de grabación del reality: realmente quería viajar a Colombia.
El representante del reinado tampoco me confirmó mi participación. Lo
cierto es que las reinas de belleza venezolanas y colombianas son tan
hermosas. Las mujeres colombianas son muy lindas.
Ahora que vive plenamente como una mujer, ¿qué les diría a quienes atraviesan actualmente el proceso de transición de género?
Me siento empoderada y estoy creciendo en la mujer que siempre quise
ser. Tengo un programa de televisión, muy buenos amigos, una familia
que me apoya y un futuro prometedor. ¿Qué más puedo pedir? Lo que sí
puedo decir es que la decisión de la transición de género solo la puede
tomar uno mismo, nadie más. Y punto
Por MARÍA XIMENA PLAZA y DANIEL SHOESMITH
REVISTA BOCAS