sábado, 26 de enero de 2008

Paradigmas. Sexo y Género. 2

Permítanme hacer un resumen muy breve y quizás muy esquemático de un segundo “paradigma” al que llamaré “físico-biológico del género”. Insistó en que esta es una lectura muy propia, pero intenta resumir, a partir de algún texto principal, el contenido de muchos textos y artículos con tal posición. Espero haberlo logrado. En todo caso, vale la corrección y los comentarios, pues como señale en otra entrada, el acercanos a la "verdad" solo será posible a partir del intercambio de opiniones y de "verdades relativas" a nuestras propias experiencias y trayectorias de vida.

Para comenzar, no me parece errado indicar que este segundo “paradigma” esta de acuerdo con el primero en la idea de que el “sexo” no puede reducirse sólo a una cuestión de genitales u órganos sexuales, sino que implica, además, cuestiones genéticas, sociales y culturales. La discrepancia parece estar en la naturaleza y el origen del “genero”. En la página de Lynn Conway, se afirma que el “género” es una parte fundamental de nuestra identidad como seres humanos, pero que pesar de su importancia, la mayoría de la gente nunca piensa demasiado acerca de él. El saber popular considera que así como los niños crecen para convertirse en “hombres”, las niñas crecen para convertirse en “mujeres”. Solo existen dos posibilidades, y se es una, u otra. Basta ver el "sexo genital" a la hora del nacimiento y no hay más que hablar. Pero la mayoría de la gente no tiene idea de que es lo que causa la sensación de ser niño o niña, hombre o mujer, y asumen como un hecho su propio género, como que es tan evidente como el aire que respiran, y no hay nada que reflexionar acerca de esto. Tener un género es un incuestionable privilegio de nacimiento.

Hasta aquí pareciera que llegan las coincidencias. En realidad el argumento sobre las cuestiones de género y de sexo físico que desarrolla el texto, se basan en el caso de personas "intersexuales" y de las malas y arbitrarias prácticas médicas quirúrgicas que se realizan para adecuar un órgano genital y atribuir, también de modo arbitrario, una “identidad de genero” a estas personas "intersexuales". Es por eso que analizando dichos casos, la autora llega a la conclusión de que no son los genes los que determinan la “identidad de género” de una persona ni sus genitales, pero tampoco la educación ni los procesos de socialización. Entonces, ¿qué es y de donde proviene la “identidad de generó”? En líneas anteriores se señalaba que para la autora el “género” es, ante todo una “sensación” relacionada a una pertenencia a un sexo específico. El argumento que desarrolla y defiende el segundo “paradigma” es que el “género” y la “identidad de género” (a diferencia del otro “paradigma”), son innatos y no socio-culturales, pues existen estudios científicos que revelan “la verdadera y subyacente naturaleza de la identidad del género”. El argumento es el siguiente:

Ha venido creciendo cierta evidencia de que ciertas estructuras cerebrales en el hipotálamo (en la región BSTc ) determinan en cada persona, el núcleo de los sentimientos de género y una "identidad de género" innata. Estas estructuras cerebrales se "instalan" prenatalmente en los centros de la parte baja del cerebro y el Sistema Nervioso Central (SNC) durante las etapas tempranas del embarazo, y durante un proceso de imprenta, en el mismo Sistema Nervioso Central, modulado hormonalmente. Si tales estructuras en el cerebro y el SNC del feto son masculinizadas por las hormonas durante el embarazo temprano, entonces el niño tendrá una autopercepción e “identidad de género” masculinas, independientemente de sus genes o sus posteriores genitales. Si tales estructuras no son masculinizadas en ese periodo, el niño tendrá entonces una autopercepcion e “identidad de género” femeninas, de nuevo, independientemente de sus genes o genitales. Así que se puede considerar la “identidad de género” como un resultado complejo de la interacción entre la diferenciación anterior del cerebro y las hormonas embriónicas posteriores.

Un primer punto importante que señala esta perspectiva, es que las personas clasificadas erróneamente en su género (nuevamente, los casos de personas intersexuales), han reportado que sus problemas no provenían sólo de los “pensamientos”, sino de “percepciones de género cruzadas" y de “sensaciones corporales”: un niño percibe “sensaciones de género” quele "dicen" cómo le gustaría que su cuerpo se moviese, cuál es la respuesta al ser tocado, que tan agresivo o tierno se percibe, o como interactuar con otros niños. Y después de la pubertad, al comienzo de las “sensaciones sexuales”, se distinguen las que son “sensaciones sexuales varoniles” (necesidad de montar y penetrar) o “sensaciones sexuales femeninas” (necesidad de ser penetrada y manipulada).

Un segundo punto importante es que, una persona no construye estas “sensaciones sexuales” masculinas/femeninas, que son realmente producidas por el SNC. Simplemente las experimenta. Los mecanismos básicos de percepción involucrados, (los "pensamientos", las "sensaciones corporales" y las "sensaciones sexuales") están "integrados" de manera innata en la persona y no pueden ser cambiados por ningún medio. “la identidad de género es fija, inmutable, e irreversible por cualquier medio médico o psicológico” y “cualquiera que sea el proceso "in-útero" que las produce, las "sensaciones de género" y la "identidad de género" de la persona se encuentran en lo más profundo de su núcleo cerebral. Un tercer punto importante para este paradigma, es que existe solo un medio para determinar la identidad de género de una persona y es ¡preguntándoselo!:El “genero” es una “percepción” y solo la persona conoce con seguridad cual es, y nadie más puede decirlo.

En resumen, para este paradigma, con seguridad, el “sexo” no es igual a tan sólo los órganos sexuales internos o externos, pero el “género” y la “identidad de género”, no son productos social ni culturalmente construidos ni atribuidos, sino que son sensaciones “corporales” y “sexuales”, así como "psicológicas", son “sentimientos”, “conductas”, “comportamientos”, cuya naturaleza y origen es físico y biológico: se encuentran en determinadas estructuras ubicadas en el cerebro.

En contraposición con el primer “paradigma, se diría que en términos generales, existe una relación directa entre la características físico-biológicas de la persona y su “genero” e “identidad de genero”, por tanto, lo física y biológicamente “normal” es que se desarrolle una correspondencia necesaria entre ellos, por lo que independientemente de los “genitales” (“órganos sexuales externos” como es el caso de las personas intersexuales), a un “macho” de la especie, le corresponde generar, necesariamente, un “genero” y una “identidad de genero" masculino, mientras que a una “hembra” de la especie, le debe corresponder, necesariamente, un “genero” y una “identidad de genero” femeninos. A cada uno de ellos le debe corresponder, necesariamente, una autopercepción de su correspondiente “sexo” y deben desarrollar, necesariamente, “sensaciones sexuales” de su propio “género”: El deseo de ser penetrada sexualmente, por ejemplo, sería una “sensación sexual” de “genero femenino”. El “macho” no se hace “hombre”,
sino que ya nace “hombre”; y la “hembra” no se hace “mujer”, sino que nace “mujer”.



Nuevamente la pregunta crucial: ¿y qué pasa cuando no existe esa “correspondencia”, física y biológicamente establecida entre las caracteristicas geneticas y sexuales de una persona y su “identidad de género”?, es decir, ¿qué ocurre y que explica que una persona nacida con los genes y características físicas de un “hombre”, tiene o desarrolla una “identidad de género” distinta a la que se supone debió desarrollar, en este caso, una “identidad de genero femenino”? Y una última pregunta más crucial para mi: si el genero y su identidad, es una sensación, una percepción, un sentimiento, ¿existira un criterio objetivo para saber si la persona no se esta atribuyendo, de manera arbitraria y subjetiva, tales sensaciones de genero?, ¿basta decir, "me siento mujer" pára sostener con fundamento que una persona es una mujer?

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