lunes, 28 de enero de 2008

Paradigmas. "Transgénero" como concepto. 2


Para el segundo “paradigma”, es un hecho muy oculto y raramente mencionado el que existan algunos chicos, aparentemente normales, que para nada son varones, y en realidad tendrían que haber sido mujeres. A pesar de que poseen los genes XY normales, genitales masculinos normales, y que han sido educados como niños, a pesar de todo esto, poseen los sentimientos genéricos, las sensaciones corporales y la identidad genérica de chicas. De manera similar, algunas chicas no lo son en realidad, y deberían haber sido chicos. No sucede muy seguido, pero sucede. Y así ha sido siempre.

Quizás en uno de cada 200 o 400 nacimientos algo ocurrió en las etapas tempranas de la gestación de tal manera que las hormonas sexuales no tuvieron la acción usual en la integración del cerebro del feto. En estos casos, los niños nacen con un sexo neurológico y una identidad de género innata opuesta a la que indican sus genes y sus genitales. Este es el caso de las personas transgénero. En muchos casos, quizás en uno de cada 50 niños, parece ser que este "efecto transgenérico" está presente en cierto grado pero es menos pronunciado y esto ocurre tanto en chicos como en chicas.

Tengo la impresión de que se han separados dos perspectivas distintas dentro de esta mismo “paradigma” con respecto al concepto “transgénero”.

Un ejemplo de la primera variante la ubicó en los textos de la página de Linn Conway. Aquí existe una aceptación del uso del término “transgénero” para englobar a todas aquellas personas que independientemente de su conducta, de alguna manera y en algún grado, han sido afectadas por este problema prenatal. Pareciera que esta variante, que antes consideraba como “afectadas” a tan sólo a las personas “transexuales”, y por tanto, las únicas que validamente poseían estos sentimientos femeninos, al punto de considerarse efectivamente como “mujeres” (aunque “atrapadas en un cuerpo de hombre”), se ha “abierto” hasta aceptar utilizar el término “transgénero” para incluir la experiencia de personas “travestis” y personas “transgenéricas” (en el sentido especifico del término del primer “paradigma”).

Ahora, aún aquellas personas que no rechazan sus órganos masculinos o no se plantean su modificación mediante una intervención quirúrgica, es decir, aunque no tengan “Disforia de Genero” o el “Síndrome de Harry Benjamin”, son consideradas como personas “transgénero” (en la medida en que denotan, en algún grado, esos sentimientos genéricos opuestos). En tal sentido, esta “tolerancia” y “apertura” se expresa en el hecho de que ahora consideran a todas estas personas “transgénero” como “mujeres transgénero”, incluyendo a las chicas “transexuales”, que ahora pasan a ser consideradas, no las únicas, sino como las más afectadas por ese “efecto transgénerico”. En resumen, así como en primer “paradigma” la idea clave es el género, para esta variante, la idea principal es este “efecto transgenérico” innato.

Este no es el caso de la segunda variante, la cual rechaza el término “transgénero” pues, para esta perspectiva, no se trata de ningún cruce o transposición de un género a otro, sino que asume el concepto de “intersexualidad”. Se llama personas “intersexuales” a aquellas que estando proyectadas durante el proceso de gestación para nacer de un determinado “sexo” (en este caso, mujeres por ejemplo), nacieron con órganos sexuales con características difíciles de determinar. Se trata pues de de una “falla biológica”. Para esta variante, existen un número de personas que estando proyectados para nacer de un determinado sexo (nuevamente, p.e., en mujeres), nacieron con órganos sexuales pertenecientes al otro “sexo”.

Debido a que ésta “incongruencia” tiene por origen una “falla” biológico-natural, su situación no puede ser llamada “transgenérica” sino corresponde ubicarla dentro de los múltiples casos de “intersexualidad”. En tal sentido, las personas que sufren “Disforia de Generó” o el llamado “Síndrome de Harry Benjamín” (SHB), no deben ser llamadas ni “transgenéricas” ni mucho menos “transexuales”, sino específicamente “intersexuales”. Desde esta perspectiva, las personas travestis y transexuales, mas bien, son casos de personas que expresan femeninamente su homosexualidad latente, siendo en realidad, simplemente varones.

En la medida en tanto el primer “paradigma” como el segundo, utilizan el término o concepto “transgénero” en un sentido “englobador”, seria importante ver cómo ellos definen a las personas o identidades, conductas o comportamientos sexuales, que están “englobando”, esto es, cómo ven y cómo definen a las personas “fetichistas”, “travestis”, “transgénero” (en el sentido especifico) y “transexuales”.



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