Mirada de la Realidad Transexual en Chile
Andrés Rivera DuarteHombre Transexual. Fundador de la Organización de Transexuales por la Dignidad y la Diversidad (OTD)
(Tomado del Boletin del Secretariado Trans de ILGA Año 1, No. 005, Abril 2008)
En el año 2005 se creó la Organización de Transexuales por la Dignidad de la Diversidad, (OTD) con personalidad jurídica, desde entonces la OTD ha abierto camino y visibilizado el tema transexual masculino, nunca antes tratado por ninguna organización LGBTTI. La visibilización fue completa, desde sus derechos, discriminaciones y exigencias; OTD, en dos años logró sentar las bases de discusión del tema transexual, en el Gobierno, la sociedad, el Poder Judicial, y en el tema de salud, creando redes con hospitales. Gracias a este apoyo, los hombres transexuales que optaron, pudieron ser evaluados sicológica y psiquiátricamente, algunos se sometieron a operaciones de mastectomía e histerectomía, con especialistas, en hospitales en donde fueron subvencionados por el Estado. Hoy en día hay más regiones incorporadas en estas redes de salud.
OTD es la primera organización de hombres transexuales y un referente transexual en Chile. Hoy en día hay conocimiento de un grupo más, de transexuales masculinos, aún sin personalidad jurídica, que ha podido hacer uso de las redes de salud creadas por OTD, pudiendo así brindar ayuda a hombres transexuales. Sin duda el camino está trazado, hay un respeto hacia los hombres transexuales, un camino de siembras y logros, al ver como hombres transexuales “nacen a la vida”, sabiendo que no están solos, un camino de lucha por la igualdad y la dignidad. En nuestro afán no estamos libres de envidias, críticas mal intencionadas, ataques personales que buscan destruir la imagen de OTD y la mía, pero sabemos es el costo de hacer un trabajo visible y honesto, y estas situaciones no nos debilitan, sino al contrario nos fortalecen en nuestra lucha.
Ahora bien, en relación a otros grupos LGBTTI, como en todas partes, “usan la T” sólo para justificar un trabajo, para aumentar sus estadísticas, para solicitar dinero, pero NO para trabajar con la población Trans, al contrario sus objetivos no apuntan a nosotros.
En suerte, los hombres transexuales gozamos de ciertos beneficios, al estar insertos en una sociedad machista, hace que nuestra masculinidad, siendo “mujer”, no sea tan criticada y discriminada, somos más “aceptados” como “marimachos” o “mujeres amachadas”, lo que nos permite estudiar y terminar nuestros estudios, e incluso finalizar estudios superiores, hay discriminación, pero no tan agresiva, ni tampoco descalificadora al punto de que corramos peligro por nuestra vida.
La realidad de las mujeres transexuales es mucho más cruel, ellas son tratadas como “maricones”, en los colegios las discriminan, reciben desde la niñez descalificativos, agresiones físicas, burlas, que finalmente las llevan a abandonar los estudios, lo que inmediatamente las coarta y limita para desarrollarse en trabajos calificados. Por ende, deben llegar a las calles a ejercer el comercio sexual, como única herramienta para vivir, exponiéndose a la bestialidad de la calle y sufren los efectos de su vulnerabilidad al VIH/SIDA, ETS, alcoholismo y drogadicción.
Los grupos de mujeres transexuales deben lidiar con una sociedad machista discriminadora, con grupos neonazis, que las persiguen y asesinan, y con una discriminación desde el aparato del Estado, a través, de las Fuerzas Policiales (Carabineros, Detectives), Municipios, áreas de salud, entre otros. Algunas mujeres transexuales han muerto esperando ser atendidas, la razón, los médicos se niegan a hacerlo pues para ellos son “maricones vestidos de mujer”, sin importarles que son SERES HUMANOS.
Hay dos realidades, muy marcadas y absolutamente opuestas, la de los hombres transexuales, y la de las mujeres transexuales. En la retina de la sociedad chilena está incorporado que las mujeres transexuales, son “putas, y maricones vestidos de mujer”, los hombres transexuales, hemos podido a través de 4 años, hacer un trabajo de visibilización y culturización que ha permitido ser vistos como “personas” con igualdad de derechos, somos vistos como “hombres”, y no como “mujeres amachadas, o mujeres vestidas como hombres”. Por parte de la justicia ya se han conseguido dos fallos de reconocimiento de Identidad de Género, con cambio de nombre y sexo, sin tener la faloplastia o un pene. Este paso ha permitido dejar establecido que los transexuales debemos ser reconocidos en nuestros derechos como seres humanos, lamentablemente se ha conseguido sólo con hombres transexuales.
El gobierno chileno no tiene políticas de igualdad, respeto y dignidad que apunten a la población transexual, si bien estamos trabajando en un Proyecto de Ley de Identidad de Género con el Gobierno, y realizando una serie de talleres sobre la temática transexual, el camino que nos queda por recorrer aún es bastante, pues queremos incluso que la transexualidad sea incorporada en las políticas de Salud del Gobierno.
En el año 2005 se creó la Organización de Transexuales por la Dignidad de la Diversidad, (OTD) con personalidad jurídica, desde entonces la OTD ha abierto camino y visibilizado el tema transexual masculino, nunca antes tratado por ninguna organización LGBTTI. La visibilización fue completa, desde sus derechos, discriminaciones y exigencias; OTD, en dos años logró sentar las bases de discusión del tema transexual, en el Gobierno, la sociedad, el Poder Judicial, y en el tema de salud, creando redes con hospitales. Gracias a este apoyo, los hombres transexuales que optaron, pudieron ser evaluados sicológica y psiquiátricamente, algunos se sometieron a operaciones de mastectomía e histerectomía, con especialistas, en hospitales en donde fueron subvencionados por el Estado. Hoy en día hay más regiones incorporadas en estas redes de salud.
OTD es la primera organización de hombres transexuales y un referente transexual en Chile. Hoy en día hay conocimiento de un grupo más, de transexuales masculinos, aún sin personalidad jurídica, que ha podido hacer uso de las redes de salud creadas por OTD, pudiendo así brindar ayuda a hombres transexuales. Sin duda el camino está trazado, hay un respeto hacia los hombres transexuales, un camino de siembras y logros, al ver como hombres transexuales “nacen a la vida”, sabiendo que no están solos, un camino de lucha por la igualdad y la dignidad. En nuestro afán no estamos libres de envidias, críticas mal intencionadas, ataques personales que buscan destruir la imagen de OTD y la mía, pero sabemos es el costo de hacer un trabajo visible y honesto, y estas situaciones no nos debilitan, sino al contrario nos fortalecen en nuestra lucha.
Ahora bien, en relación a otros grupos LGBTTI, como en todas partes, “usan la T” sólo para justificar un trabajo, para aumentar sus estadísticas, para solicitar dinero, pero NO para trabajar con la población Trans, al contrario sus objetivos no apuntan a nosotros.
En suerte, los hombres transexuales gozamos de ciertos beneficios, al estar insertos en una sociedad machista, hace que nuestra masculinidad, siendo “mujer”, no sea tan criticada y discriminada, somos más “aceptados” como “marimachos” o “mujeres amachadas”, lo que nos permite estudiar y terminar nuestros estudios, e incluso finalizar estudios superiores, hay discriminación, pero no tan agresiva, ni tampoco descalificadora al punto de que corramos peligro por nuestra vida.
La realidad de las mujeres transexuales es mucho más cruel, ellas son tratadas como “maricones”, en los colegios las discriminan, reciben desde la niñez descalificativos, agresiones físicas, burlas, que finalmente las llevan a abandonar los estudios, lo que inmediatamente las coarta y limita para desarrollarse en trabajos calificados. Por ende, deben llegar a las calles a ejercer el comercio sexual, como única herramienta para vivir, exponiéndose a la bestialidad de la calle y sufren los efectos de su vulnerabilidad al VIH/SIDA, ETS, alcoholismo y drogadicción.
Los grupos de mujeres transexuales deben lidiar con una sociedad machista discriminadora, con grupos neonazis, que las persiguen y asesinan, y con una discriminación desde el aparato del Estado, a través, de las Fuerzas Policiales (Carabineros, Detectives), Municipios, áreas de salud, entre otros. Algunas mujeres transexuales han muerto esperando ser atendidas, la razón, los médicos se niegan a hacerlo pues para ellos son “maricones vestidos de mujer”, sin importarles que son SERES HUMANOS.
Hay dos realidades, muy marcadas y absolutamente opuestas, la de los hombres transexuales, y la de las mujeres transexuales. En la retina de la sociedad chilena está incorporado que las mujeres transexuales, son “putas, y maricones vestidos de mujer”, los hombres transexuales, hemos podido a través de 4 años, hacer un trabajo de visibilización y culturización que ha permitido ser vistos como “personas” con igualdad de derechos, somos vistos como “hombres”, y no como “mujeres amachadas, o mujeres vestidas como hombres”. Por parte de la justicia ya se han conseguido dos fallos de reconocimiento de Identidad de Género, con cambio de nombre y sexo, sin tener la faloplastia o un pene. Este paso ha permitido dejar establecido que los transexuales debemos ser reconocidos en nuestros derechos como seres humanos, lamentablemente se ha conseguido sólo con hombres transexuales.
El gobierno chileno no tiene políticas de igualdad, respeto y dignidad que apunten a la población transexual, si bien estamos trabajando en un Proyecto de Ley de Identidad de Género con el Gobierno, y realizando una serie de talleres sobre la temática transexual, el camino que nos queda por recorrer aún es bastante, pues queremos incluso que la transexualidad sea incorporada en las políticas de Salud del Gobierno.
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