Violencia: Realidades Invisibles en Lima

Realidades invisibles: violencia contra travestis, transexuales y transgéneros que ejercen comercio sexual en la ciudad de Lima.
Lima: Instituto Runa, 2006.

Este documento presenta los resultados de la labor llevada a cabo por el Programa de Diversidad Sexual del Instituto Runa de Desarrollo y Estudios sobre Género durante el 2006, año en el cual se efectuaron actividades de vigilancia y monitoreo de los derechos de las personas trans. Se hace un recuento de los actos de violencia contra la población trans, prácticas más comunes, testimonios y perfil de los agresores, siendo un importante documento de denuncia por el respeto de los derechos humanos de comunidades trans.

Al tratarse de un tema nuevo para la población, todavía muy poco visible y por lo mismo de poco interés político para las autoridades; el libro comienza estableciendo algunas definiciones generales sobre lo que es una persona trans, las diferencias entre identidad de género e identidad sexual, la discriminación y el término recientemente acuñado: transfobia.

Continúa describiéndose la naturaleza del estudio, acompañado de algunos cuadros que sintetizan la información. La población estudiada fueron las travestis que ejercen el comercio sexual en la ciudad de Lima. Los resultados son muy interesantes porque nos permiten conocer más de cerca la problemática de la población trans en estado de prostitución, pero a su vez alarmantes por el alto número de atropellos y el enzañamiento de los actos de violencia descritos:

“El Serenazgo de Los Olivos, me detuvo y luego me llevaron a un lugar desolado donde me quitaron el dinero y la ropa, posteriormente me obligaron a tener sexo con ellos”(41). Ronca, 39 años, Los Olivos.

La investigación se restringue a Lima Metropolitana. Los principales transgresores son los efectivos municipales llamados serenazgo, conjunto de personas encargadas de la seguridad de un distrito. Aunque son servidores públicos no se rigen por las normas que éstos tienen. Sobre ellos pesan ya varias denuncias de vulneración de derechos humanos, conducta deplorable, actos de abuso de autoridad, entre otros. Sin embargo, apesar de las denuncias documentadas en Realidades invisibles como desde otras tribunas, el cuerpo de serenazgo sigue en aumento. El principal problema es que se trata de personas comunes, en su mayoría hombres, que no han recibido una formación completa sobre seguridad ciudadana y en muchos casos ninguna formación especializada pues no son profesionales.

Por tanto, en vez de invertirse más en los cuerpos de seguridad institucionalizados (como la policía con sus graves carencias, en parte por razones de índole económico), las municipalidades (los alcaldes para decirlo más claramente) prefieren ser los “protectores” de la población de su propio distrito y ganarse mayores adeptos.
Los casos recogidos por Runa suman 69, de los cuales, el 43% (30) son denuncias de maltrato físico/verbal y robo; 39.1% (27 casos) maltrato físico y verbal, y otros casos con menos porcentaje de retención, extorsión y agresión.

De todas las denuncias, el 65.3% fueron realizadas por personal del Serenazgo de Lima y distritales. En menor medida otros perpetradores son los vecinos, las rondas vecinales, las pandillas y la Policía Nacional.
“Me encontraba en una esquina cuando apareció un hombre con un cuchillo e intentó agredirme, el hombre parecía en estado de ebriedad, drogado, me correteó y los efectivos de la Policía vieron lo sucedido pero no hicieron nada para evitar la agresión”(43). Mónica, 28 años, Centro de Lima.

Lo registrado en la presente publicación demuestra la urgencia de una campaña por el respeto a la integridad de las personas trans, pero también la necesidad de cambiar los patrones de género que llevan a ver a las mujeres (biológicas o travestidas) como blanco de abusos de autoridad y graves vulneraciones a su integridad física y mental, especialmente cuando realizan comercio sexual.

Es necesario construir una sociedad de respeto pleno por el otro, sea diferente o igual o diverso. Esta interesante investigación demuestra la necesidad de seguir indagando en la problemática de la población trans para conocer su realidad y así poder cambiarla.