martes, 31 de agosto de 2010

Profesora transexual se reincorpora tras su proceso de reasignación y reconvierte su matrimonio en una relación lésbica


Una Interesante historia desde Austria. Una profesora transexual de un instituto politécnico ha sido autorizada por el Ministerio de Educación a reintegrarse en su puesto tras someterse al proceso de reasignación de sexo. Andrea está casada con otra mujer, que hasta hace un año la identificaba todavía como varón, y que ha decidido mantener su relación de pareja.

Se trata, al parecer, del primer caso de este tipo que ocurre en el sistema educativo austriaco. Aunque el proceso de reasignación de Andrea (antes conocida como Walter S.) había generado inquietud entre los padres de los alumnos, las autoridades educativas no han puesto problema alguno para que la profesora se reincorpore a su puesto. “La escuela es un lugar de tolerancia, no de discriminación”, ha expresado con admirable rotundidad el Ministerio de Educación austriaco en un comunicado.

Pero si interesante es el aspecto público del caso, más lo es, si cabe, su faceta privada. Andrea, de 58 años, había mantenido su transexualidad “en el armario” hasta el año pasado, cuando su mujer Martha (con quien tiene un hijo) descubrió su interés por probarse ropa femenina en secreto, circunstancia que precipitó su decisión de contar la verdad e iniciar su proceso de reasignación. Martha ha admitido que, tras descubrirlo, llegó a valorar la posibilidad de divorciarse, pero que tras una temporada de meditación encontró fortaleza en el budismo y se abrió a la posibilidad de vivir una relación lésbica. “Dejé marchar a Walter y acepté en su lugar a Andrea”, ha declarado.



lunes, 30 de agosto de 2010

Entrevista a Belissa Andia, Secretaria Mundial Trans de la ILGA: Primer reto es inclusión plena de transexuales

Publicamos a continuación la entrevista que para la CHN concediera gentilmente Belissa Andia Pérez (del Instituto RUNA en Perú), Secretaria Mundial Trans de ILGA para la CHN*.


1.- Belissa, crees que los y las activistas LGBTI actuales en realidad tienen bien definido un horizonte claro (con metas claras) hacia donde se debe enrumbar el activismo local, regional y mundial? O más bien consideras que en el activismo LGBTI actual cada quien se dispara por donde se le ocurre? Cómo es en el caso de las/os activistas Trans?

El movimiento LGBTI ha tenido un desarrollo vertiginoso en los últimos años, a instancias de la importancia determinante que tiene el cuidado de la salud pública especialmente por su impacto de manera decisiva en la economía de nuestros pueblos. En este sentido las intervenciones en salud por el control del VIH han abierto una puerta para visibilizar nuestros derechos sexuales y reproductivos, ampliando nuestros horizontes que no iban más allá del gueto. Los/las activistas hemos podido procesar en estos nuevos espacios abiertos el nefasto impacto de la discriminación, la exclusión social y el estigma, para erigirnos como ciudadanas/nos dignas/nos con la posibilidad de luchar por un destino con justicia, igualdad, solidaridad, apostando por un mundo mejor. Ciertamente se ha abierto una puerta, en que al Estado le ha sido posible el concurso de las organizaciones de la sociedad civil para instrumentalizar la campaña mundial contra la epidemia del Sida, con total disponibilidad del movimiento en razón del alto impacto mortal que significó en un primer momento para el movimiento, pero esta vinculación ha significado estar supeditados y tutelados en nuestras acciones por contenidos que vienen con los programas de salud, manteniendo el control de nuestros cuerpos.

El movimiento LGBTI con la reciente incorporación de los sectores trans e intersex va buscando espacios para dar lugar a la reflexión, el análisis de la situación de nuestros derechos para definir en que horizonte impulsaremos nuestras estrategias de incidencia política, resueltamente en la promoción de nuestros derechos sexuales, reproductivos que son la base de vulneración del concierto de nuestros derechos humanos. Es el caso de la/los activistas Trans, han abierto espacios de dialogo en que se aborda el tema eje central de la identidad de género, la necesidad impostergable de sustraerla de los manuales de diagnostico en que esta catalogada como un trastorno, buscando nuevos enfoques a aquel que concibe la sexualidad y el género en un marco binario, complementario, en que está organizada nuestras sociedades de manera restrictiva y arbitraria y que francamente ya está rebasado por la experiencia humana develada.

Ciertamente hay muchas posturas al interior del movimiento, que es el cúmulo de experiencias acrisoladas desde el campo de la salud y que en este proceso de evaluación nos llevara a confrontarlas y decantarlas con mejor claridad hacia la construcción de nuestra agenda. Trazar rumbos, implica propiciar espacios de reflexión, de debate, de construcción de plataformas y de amalgamar alianzas, y este proceso debemos echarlo a andar. Es Claro que el modelo binario de la sexualidad y el género se ha agotado y se resiste a dar paso a nuevas relaciones que van aparejadas con cambios en otros ordenes.

2.- A qué premisas principales y fundamentales debe responder un activismo eficaz y eficiente? Bajo qué criterios se debe definir una incidencia política eficaz dentro del activismo LGBTI y particularmente dentro del activismo Trans?

La insurgencia de las identidades trans ha motivado que muchos movimientos tomen con atención la reflexión sobre el género é incorporando en sus discursos el principio de la no discriminación, conjuntamente con la inclusión real en sus agendas, es decir llevar la consecuencia del discurso a la práctica. La eficacia de la incidencia política debe reflejar necesidades e intereses reales, compartir la información, promover diálogos amplios y canalizar la participación de los/las activistas y grupos interesados en una lucha más amplia.

3.- Cuáles crees que son los retos a futuro del movimiento LGBTI mundial en un contexto en el que ahora se ven más los avances y alcances de nuestro activismo y en el que los logros son cada vez más sorprendentes, pero también en el que los obstáculos también parecen cada vez más infranqueables sobre todo cuando hay mucha más resistencia a tolerar, aceptar e incluir a las personas Trans?

El primer reto es el que se de al interior del movimiento LGBTI, que es la inclusión plena de las/los activistas trans y la igualdad en toda instancia, especialmente en la representatividad, lo que exige al movimiento trans madurez política y superar sus devaneos afianzando alianzas, básico para articular el apoyo descontado del movimiento de la diversidad y los movimientos sociales, transversalizando nuestra agenda y a su vez siendo participes de las agendas de los diversos movimientos con presencia real

4.- Belissa, entendemos que próximamente se realizará la Conferencia Mundial de ILGA en Brasil. Ahora que tu período al frente del Secretariado Mundial Trans (teóricamente) termina y luego de haber tenido tiempo suficiente en tan importante responsabilidad ante ILGA durante estos años para reflexionar en los avances logrados y los obstáculos en el camino, en tu opinión, cuáles serán las próximas prioridades que debería definir la Conferencia Mundial para el activismo y accionar de ILGA para los futuros años como referente regional y mundial, sobre todo en cuanto al activismo Trans?

ILGA como abanderada de los derechos de la diversidad sexual y de género, al plantearse ya desde años atrás la incorporación de las identidades trans debe reflejar esa decisión política en acciones mas concretas hacia la plena inclusión . Un logro importante fue ciertamente la creación del secretariado trans; la realización de conferencias específicas congregando trans MtF y FtM, siendo la primera realizada en el 2006 en Ginebra; el impulso y promoción del derecho a la identidad de género a la par del derecho a la orientación sexual; es necesario en contraparte modernizar su constitución con una perspectiva de géneros múltiples, difusos.

Como movimiento apostamos por fortalecer la institucionalización de ILGA y posicionarla en la escena mundial, rescatando el aporte voluntario de sus activistas y sumando las voluntades de sus miembros en sus niveles regionales y mundiales, afianzando la comunicación en el nuevo formato de la página web interactiva y promoviendo campañas que vinculen y articulen al movimiento.


NOTA. Mi felicitación y admiración a mi compatriota, Belissa Andia, por su lucha y esfuerzo en la defensa de las mujeres transgenero y transexuales, y de los colectivos que conforman la diversidad sexual. Belissa no tengo el placer de conocerte, pero me encantaría mucho poder hacerlo. !!Un besote!!



domingo, 29 de agosto de 2010

"Hablo desde la Mujer que soy": Entrevista a Marilyn Solaya directora del Documental "En el Cuerpo Equivocado"


Quién sabe si por la cercanía que ofrece la experiencia común de la feminidad, esta entrevista con la cineasta Marilyn Solaya fue pasando del diálogo profesional a una charla entre amigas. La admiración por su documental En el cuerpo equivocado, estrenado este 18 de agosto en el cine Charles Chaplin y exhibido en varias salas de la capital, me llevó hasta su apartamento del Vedado una noche de sábado, con la intención de indagar en las razones que singularizan su discurso audiovisual y su enfoque de un tema tan sensible como la transexualidad.

Comenzó en el séptimo arte por la actuación, en películas como Fresa y Chocolate (1993), de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío; Despabílate amor (1996), del argentino Eliseo Subiela, así como en cortos y coproducciones del ICAIC y la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños. Pero esto no fue más que un paso para acercarse a la vocación verdadera: la dirección cinematográfica. Luego de graduarse de esta especialidad en el Instituto Superior de Arte (ISA), y echando mano a los recursos aportados por sus estudios de teatro en la Escuela Nacional de Arte (ENA), Marilyn ha escrito y dirigido varios cortos y documentales, entre ellos Hasta que la muerte nos separe, Mírame mi amor, Show room, Alegrías y Retamar. Cuenta además con un multilaureado guión de ficción, Vestido de novia, que aún espera por llegar a la gran pantalla.

En el cuerpo equivocado , proyecto premiado en la segunda edición del Programa de Fomento a la Producción y Teledifusión del Documental Latinoamericano DOCTV IB Latinoamérica, se centra en la historia de Mavi Susel, a quien se le realizó la primera operación de reasignación sexual en Cuba en el año 1988. Lo interesante es que la realizadora elige como línea argumental una arista poco explorada cuando se abordan dichas temáticas: la construcción de la feminidad en medio de una sociedad donde perviven estereotipos y prejuicios machistas, sexistas y patriarcales.

El discurso creativo de la realizadora demuestra encontrarse en un momento de madurez y crecimiento, al entregar una obra de impacto no solo por su contenido, sino por el cuidado formal. Existe en el filme un dominio evidente del lenguaje cinematográfico que le permite desplazarse con destreza entre la realidad y la ficción. La puesta en escena, uno de los aspectos más atractivos, aprovecha también la dimensión simbólica e inserta elementos metafóricos que sirven para cuestionar la tradicionalidad del género.

Desde el instante mismo de su presentación —con una abarrotada sala Chaplin y ovaciones cerradas a la protagonista, la realizadora y el equipo de filmación—, En el cuerpo equivocado promete convertirse en uno de los sucesos cinematográficos más significativos del año en Cuba. Mientras disfruta de este momento de su carrera, Marilyn ya concibe un nuevo proyecto, en el cual polemizará desde la academia sobre las construcciones sociales y culturales de la feminidad y la masculinidad.

Se trata de una creadora que ha sabido labrar su camino con esfuerzo, talento y la convicción absoluta de luchar por lo que cree. He ahí una de las claves del éxito de su película, porque solo desde el verdadero comprometimiento ético con la realidad defendida, se puede alcanzar la transparencia.

¿Cómo llegaste a Mavi?

Cuando estaba preparando el documental Mírame mi amor, sobre los exhibicionistas, visité la Clínica de la Niñez y la Adolescencia. Allí el doctor Lázaro Hernández, encargado de la consulta de trastornos de la identidad, me dijo que cuando quisiera hacer un documental necesario, abordara el tema de los transexuales. Se trataba de un tabú hasta para los libros especializados, que le dedicaban capítulos casi invisibles. Yo me quedé pensando en la conversación, y cuando estrené Hasta que la muerte nos separe en la televisión, me preguntaron sobre mi próximo proyecto y dije que había descubierto un asunto interesante, pero que todavía tenía mucho por investigar. Resulta que Mavi estaba mirando la entrevista, le gustó el documental y comenzó a averiguar la manera de contactarme. Yo acababa de parir a mi hija, y un día me llama una señora para decirme que cómo pretendía hacer un documental sobre la transexualidad si todavía no la había buscado. Le expliqué que el proyecto era solo una idea; pero la invité a mi casa, nos conocimos y a partir de ahí comenzamos a trabajar.

Ese proceso duró siete años, en los que prácticamente estuviste sin filmar.

En el 2002 terminé Mírame mi amor y de ahí me centré en este proyecto. Además, tenía a Carolina pequeña y después llegó Raúl, al mismo tiempo que escribía y organizaba lo que quería hacer con todo lo que iba aprendiendo; porque me di cuenta de que en aquel entonces no podíamos realizar un documental.

¿Por qué?

Cuando se trabajan estas temáticas hay que conocerlas a fondo para no cometer errores, sobre todo porque estás trabajando con un ser humano. Debía investigar y no era de un día para otro. Por otra parte, ella tenía muchos problemas de su propia condición por resolver. En el camino nos fuimos alfabetizando, sobre todo en las cuestiones referidas a la transexualidad, la diversidad sexual y el género, y eso me permitió percatarme de lo que representa ser una mujer desde el punto de vista social y cultural.

Tomamos la decisión de escribir un guión de ficción a partir de la investigación realizada, que sobrepasa la historia de Mavi, pues incluye fragmentos de lo que sucedió a esas otras personas que entrevisté. De ahí nació Vestido de novia, un título inspirado en el poema de Norge Espinosa que, aunque se refiere a la homosexualidad, tiene una ambigüedad muy rica que aproveché como símbolo para contar mi historia.

Ese guión ha recibido varios premios: en Cinergia; Dreamago, en Suiza; y en el I Taller Latinoamericano del Sector Industria en el XXX Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. Sin embargo, llegó primero el documental.

Desde el primer premio que obtuvo Vestido de novia hasta la realización de En el cuerpo equivocado pasaron tres años. La decisión provino de Mavi. Un día llegó a mi casa para decirme que teníamos que hacerlo. Le aclaré que los motivos por los cuales no lo decidimos antes continuaban vigentes, sobre todo los relativos a su entorno; le hice pensar en lo que podría suceder una vez salida a la vida pública. Pero ya no le importaba porque sentía que, a pesar del tiempo transcurrido y del trabajo de instituciones como el CENESEX (Centro Nacional de Educación Sexual), quedaba mucho por superar en cuanto a los prejuicios de la transexualidad. Quería ayudar con su historia a todas las muchachas en espera de operación, para que no pasaran por lo mismo que ella: el tiempo perdido, lo difícil de la elección.

¿Este cambio de actitud tendría que ver con la celebración de las Jornadas contra la Homofobia en Cuba en los últimos años?

Creo que todo conspiró para que ocurriera. Primero la decisión de Mavi de contar su vida, no por sensacionalismo, sino para ayudar a las muchachas que conoció en el CENESEX. También apareció la convocatoria de DocTV Latinoamérica, un concurso que se realiza por segunda ocasión, y aproveché para preparar un proyecto que me conocía muy bien, centrado en la historia de vida que venía trabajando por siete años. Lo curioso es que, aunque estuvo entre los cinco finalistas, mi proyecto no era el favorito. Pero cuando me dieron la oportunidad de exponerlo, demostré que tenía algo bien consolidado. Ella se presentó como una mujer con un problema que desea denunciar. La filmé en su casa y llamó mucho la atención su imagen, porque cuando se aborda este tema la gente no piensa en una señora. Tienen en la cabeza el estereotipo del cuerpo semejante al de Barbie. Les expliqué mis intenciones y entonces la decisión fue inapelable.

En el documental se percibe la preocupación por no vulnerar a tu personaje, un aspecto indispensable de reiterar en tiempos en los cuales parece ser más importante lograr el golpe de efecto que la ética. ¿Cómo lo manejaste tú?

El guionista o escritor tiene que ser amoral. No le puede asociar lo que piensa y cómo lo piensa a sus personajes. Debe concebir todos los protagonistas y los antagonistas del mundo con una coherencia, una lógica, y por eso no puede tener prejuicios. Pero cuando se trata de un ser humano real, las cosas cambian. Primero, hay que acortar esos egos de los realizadores cuando tenemos en la mano un tema que puede ser un boom. Hay que salirse de ahí y pensar en la persona que está delante de uno, pues tiene un corazón, una familia, un esposo, hijos o sobrinos, vecinos, etcétera. No se puede manipular, sino ser sincera, pactar. En la medida en que se conoce más sobre el tema, se sabe la mejor manera de no cometer errores y de cuidar, desde un respeto por el ser humano con el que se trabaja. Debía tener en cuenta que ella estaba haciendo un desnudo constante. Si te percatas de eso, de que alguien te está entregando su intimidad, las interioridades de su casa, que estás entrando a su vida, lo menos que puedes hacer es respetar.

Tu película cuenta la historia de una mujer cercana a los 50 años, que se cuestiona cómo ha construido su feminidad. ¿Por qué este punto de vista?

Independientemente de que estábamos trabajando, Mavi y yo nos hicimos amigas y en medio de esa amistad ambas nos fuimos alfabetizando en la teoría de género. En nuestras conversaciones hablábamos sobre muchas cuestiones, sobre la infidelidad, sobre la vida doméstica. Y de pronto empiezo a descubrir que una persona tan transgresora en su momento, capaz de lograr una operación de reasignación sexual en el año 88, se había convertido en alguien muy tradicional. Yo trataba de ayudarla en ese sentido, de mostrarle que existía otra manera para conducir la vida, menos rígida, y ella me escuchaba siempre desde su propia valoración, según como fue educada.

Cuando la concebí como personaje, primero la vi como la mujer capaz de ir sola a operarse para concluir un proceso que la convirtió en lo que siempre había sido, desde su niñez. A partir de ahí empezó a vivir según lo que entendía que era ser mujer, lo que aprendió de su entorno y de su familia. Para ella un hombre tenía que ser bien macho y heterosexual, y la mujer era la encargada de las labores domésticas. Mientras pasaron los años, abandonó sus sueños de ser cantante y comenzó a vivir para su esposo, su casa y su madre enferma, como lo han hecho muchas mujeres que conozco. Pero en un momento comenzó a despertar.

Con mi documental me interesa cuestionar que en pleno siglo XXI aún estemos estancados en esa manera convencional de entender la vida. Nos encontramos en una sociedad machista, hegemónica, patriarcal y heterosexista y, a pesar de todos los avances, a las mujeres nos siguen tratando como minorías, al igual que a las personas no heterosexuales o no blancas.

El final de la película plantea una evolución en la protagonista. ¿Cuánto influyó en ella todo el proceso de realización?

Ningún documental le cambia la vida a nadie; pero los procesos sí. Desde el momento en que Mavi y yo nos conocimos hasta que llegó a mi casa a decirme que quería contar su pasado, siento que ella comenzó a tener una opinión diferente sobre su historia. Quería hacer otras cosas, se anotó en el coro comunitario, fue a cantar al museo, visita una peña donde están los artistas que admira. Recuperó los deseos de salir al mundo y se dio cuenta de que aunque debía seguir con sus obligaciones, también podía salir de su casa porque la vida no es solo eso. El documental ayudó a aumentar el interés y la compresión de su entorno sobre ella. Subió su autoestima. La gente comenzó a mirarla de otra manera, también porque se lo ha ganado. Ella me ha dado lecciones de muchas cosas, porque nadie tiene derecho a juzgar a los demás.

Ciertos creadores y creadoras son reticentes a enmarcar su obra dentro de la teoría de género; sin embargo, tú lo reconoces como una ganancia. ¿Crees que el género puede definir una manera de hacer cine?

La mayoría de las mujeres del cine, y de este país, no manejan el tema del feminismo. Decir que eres feminista es una cosa medio rara, como una mala palabra. Si eres feminista será porque odias a los hombres, porque no sé a quién se le ocurrió decir que el feminismo es lo contrario del machismo. En todo el proceso de investigación para este documental obligatoriamente debí acudir al feminismo, y me identifico muchísimo con sus teorías, sobre todo las que se pueden enmarcar en nuestra realidad. Me interesa defender los derechos de la mujer, hacer entender que ser mujer es mucho más que una condición del cuerpo. Si eso es ser feminista, yo lo soy, y no tengo ningún problema en declararlo.

Lo mejor que tiene este trabajo es que uno se da cuenta de que no puede mentir; no puede contar historias que desconoce. Si alguien me pregunta cuál es el director que mejor representa la realidad cubana, digo que Fernando Pérez; pero él es una persona que camina de su casa al ICAIC, que se relaciona con la gente, que tiene hijos y está cerca de los estudiantes, de los jóvenes. Me identifico más con ese tipo de cineasta sincero.

Primero que todo, estoy buscando mi estética y creo que la he encontrado. Tiene que ver con lo que soy: una directora de cine, una comunicadora, madre de dos hijos, cubana. No hay más sinceridad que hablar de lo que uno es y cómo vive. Mi obra tiene una mirada femenina y por ahí se conforma el concepto de mi trabajo. Todos mis temas van a ir encaminados a que se reconozca a la mujer. Si una mujer es violentada, hay que denunciarlo. Si una mujer es víctima de una construcción social como en el caso de Mavi, hay que cuestionarlo. Para el patriarcado es más cómodo que continúe el silencio; pero yo hablo desde la mujer que soy, y no puedo cargar con prejuicios patriarcales.

¿Cómo transcurrió tu tránsito de actriz a directora?

Siempre tuve claro que quería ser directora. Cuando llegué a esta ciudad para la universidad, cada día de mi vida iba a la cinemateca a ver una película. Estudiar teatro fue importante porque me dio herramientas de dramaturgia, me enseñó a trabajar con actores. Lo que pasa es que me aburre el teatro, por aquello de repetir muchas veces la misma obra, a pesar de la magia de que cada presentación puede ser distinta. Prefiero el proceso de investigar, hallar un tema, crear el guión.

Respeto mucho la actuación, pero no amo ese trabajo. Sucede que no había otra manera de acercarme al cine que como actriz. Un día me dijeron que estaban haciendo un casting para una película y resultó ser Fresa y Chocolate. La imagen que tenía yo de Titón era la de las revistas, muy distinto al hombre con canas que me evaluaba. Cuando me preguntó por el cine que prefería yo le dije que el de Tomás Gutiérrez Alea, pues había visto Memorias del subdesarrollo un millón de veces y siempre le descubría algo nuevo. Él se percató de que no lo reconocía y tal vez por esa espontaneidad me dio el personaje. Después de todo lo que implicó participar en una película tan importante, de ser dirigida por él y Juan Carlos Tabío, y ver a Titón recién operado en el rodaje, revisando cada plano hasta en el hospital, me convencí de que la de director es una profesión que demanda una entrega, aprendí a respetar el oficio.

Cuando entré al ISA a estudiar dirección todo el mundo me veía como la actriz. Incluso, hasta tuve que cambiar mi imagen en función de eso. Me construí un personaje y no hubo un casting en que no me aprobaran. De ahí aprendí que hay que seleccionar muy bien a los actores, porque a veces te puedes equivocar. Confío en la herencia del teatro, de conversar, de hacer taller, porque sé lo que te puede pasar cuando alguien te quiere dar gato por liebre. Trabajé muchísimo como actriz, con Eliseo Subiela, en una película canadiense, en la Escuela de Cine de San Antonio. Para mí estar en esa Escuela era muy cómodo, porque por allí pasaban directores de todo el mundo y después daban una charla. Fue fundamental en mi aprendizaje.

Todos los trabajos que he hecho después de salir del ISA fueron a partir de convocatorias del ICAIC. He aprovechado todos los concursos y he tenido la posibilidad de haber sido seleccionada. Me siento muy orgullosa porque me queda el buen sabor de que nadie me lo regaló, me gané la oportunidad de dirigir.

Has llamado a trabajar contigo a un grupo de los más prestigiosos especialistas del cine cubano para este documental. ¿Cómo reaccionó el equipo ante este tema?

Ha sido la experiencia más grande que he tenido dentro del mundo del cine. Para mí fue un salto. Soy una persona muy exigente con mi trabajo, para muchos conflictiva, que confronto todo porque me gusta que las cosas queden bien. Hicimos un trabajo de mesa muy fuerte; pero desgraciadamente no todo el mundo entendía el documental que estaba haciendo. Traté de estar al tanto hasta de lo mínimo. Por ejemplo, en la entrevista de Mavi trabajé con el equipo indispensable porque la consideraba un desnudo, a veces más fuerte que quitarse la blusa y el ajustador. Algunos no compartían que los sacara del set, pero era una medida de respeto, porque ella exteriorizó un grupo de asuntos que no están en el documental por ética, y las demás personas no tienen por qué saberlos.

Por otra parte, pasaron tantos años sin que yo filmara, que la gente no tiene por qué creer en mí. En mi equipo la más nueva era yo, por tanto, si alguien tenía que equivocarse era yo. Lo que chocó quizá es mi manera recta de ver las cosas. Soy preciosista y eso en estos tiempos que corren es medio raro. Sentí que a la gente le falta información sobre este tema. Tuvimos que hacer casting hasta para el chofer que todos los días traería a Mavi, porque todavía hay quien no se mete en la cabeza que es ella y no él. Es difícil para una persona común como Mavi tener de pronto frente a su casa cinco camiones, una guagua, un set de luces, que todo el mundo acuda a su baño, y todo eso hay que tenerlo en cuenta a la hora de filmar este tipo de documental.

Pero esas son nimiedades comparadas con todo lo que aprendí. Los problemas se solucionaron pronto y sentí mucho placer cuando llamé a algunos de los miembros del equipo para que vieran la primera versión del documental y me dijeron: “De verdad tenías tu película en la cabeza”.

Atendiste mucho el aspecto formal, y eso es una de las ganancias de En el cuerpo equivocado, sobre todo en cuanto a la fotografía y la edición. ¿Cómo las concebiste?

Existen directores que quieren tener el control de todo; pero me parece un error porque para eso existen las especialidades, las cátedras. Trabajar con Raúl Pérez Ureta es un honor. Se trata de un maestro que también descubrió su oficio trabajando, experimentando, hasta convertirse en el tremendo director de fotografía que es hoy. Lo escogí porque quería que mi historia se contara a través de la luz, y su fotografía, sobre todo en los últimos años, tiene mucho de eso. Para mí es un privilegio expresarme a través de su mirada. Manolito Iglesias es también una persona muy sensibilizada con el tema, que tiene una actitud positiva. Sabía que siempre que nos sentáramos a trabajar, él iba a entenderme y enseguida se conectó con el proyecto. Editamos en dos semanas, aunque la gente no lo pueda creer.

Estuviste todo el tiempo trabajando la puesta en escena, con una línea muy fina entre realidad y ficción.

A la gente le llama la atención eso, pero no estoy inventando nada. Es la herencia de la escuela del documental cubano que hizo invisibles los límites. La realidad a veces supera a la ficción, pero a la hora de comunicar es mejor recrear ciertas cosas, y si se logra hacer una fusión equilibrada, el trabajo puede quedar mejor. Soy una espectadora muy exigente, y esos documentales que todo el tiempo se están explicando no me funcionan.

La columna vertebral es la entrevista de Mavi, pero por otro lado está mi punto de vista como realizadora. Tenía que llevar dos discursos. El de Mavi es el real, y en el mío se encuentra toda la carga simbólica de la puesta en escena. Los momentos que iba a ficcionar me los dio la investigación previa, y la continuidad del documental la encontré en las ideas, no en el vestuario.

Incluso convertiste a Mavi en actriz...

El documental es una puesta en escena desde el comienzo hasta el final. Desde que pactas con una persona para que reproduzca su rutina de todos los días, está actuando para ti. Es su casa, tiene su ropa y sus chancletas, pero está frente a una cámara y se convierte en un personaje. Esa es mi formación, llevo muchos años aprendiendo esto y es uno de los aspectos que más disfruto del cine. Además, para nadie es un secreto que me gustaría dar ese salto hacia el largometraje de ficción.

Tenías también otro riesgo ante ti, el de caer en el melodrama.

Lo primero que me planteé es que no podía hacer de esto un carnaval, ni una feria. Por otro lado, escogí a Mavi porque siento que es un ejemplo, una persona con valores humanos que respeto mucho. Si voy a defender una causa, no voy a poner sus lados oscuros. Todas las personas tenemos algo bueno y malo, no tengo por qué pasar por los lados negros de esta historia para avanzar o para que la gente se sensibilice. Tenía que explotar la parte más humana y quitar todo lo pintoresco.

¿Crees que este documental te lleve a realizar tu película de ficción?

Estoy viviendo hoy mi primer día de los 40 años, que históricamente ha sido la edad en que los realizadores cubanos han llegado al largometraje de ficción. Siempre he luchado por lo que he querido y siempre lo he logrado. Disfruto mucho cuando me lo gano y no cuando me lo regalan. He estado dispuesta a defender mi proyecto y a explicarles a todos en qué consiste, para qué sirve. En algún momento he tenido diálogos con distintas personas del ICAIC para realizar el largometraje, pero no se han concretado. Hubo quien me dijo que ese no era un guión de interés porque la transexualidad en Cuba se ve como algo muy terrible, pero en el mundo no es ningún problema. Entonces comencé a llevarles información, porque a veces se pueden tener ciertas posturas debido a la ignorancia. Quiero que si un día mi proyecto se vuelve a revisar la gente diga: “sí, ella puede”. Este es un documental de 52 minutos, con una puesta en escena, con una tesis, una mirada. Se ve que soy una realizadora con cosas por decir, que las puedo decir...

Y decir bien...

La obra habla por sí sola; aunque, por supuesto, no es perfecta. Es muy complicado llegar al cine como mujer. Cuando editaba mi segundo documental en el ICAIC, embarazada de mi hija, una realizadora me dijo que esa barriga era un error, porque en lo que el niño creciera me iba a costar mucho tiempo retomar la carrera. Pero es una felicidad ver a mis hijos crecer, educarlos, enseñarlos. Es una fortaleza para mi vida, y ahora mismo soy un tren blindado gracias a ellos. Me ayudan a tener otra mirada sobre las cosas.

¿Cuál es tu nuevo proyecto?

Sigo con estos asuntos. Me he percatado de que la gente todavía no conoce sobre diversidad sexual ni tienen información para entender estas problemáticas. El tema está muy maltratado y por eso quiero hacer un documental que se llamará Sobre el cuerpo, que polemice desde la academia sobre el género. Pretendo utilizar todas las entrevistas con especialistas que grabé para los extras de En el cuerpo equivocado, y otras nuevas, para abarcar las distintas miradas que existen entre los mismos especialistas. Quiero profundizar en cómo las construcciones de la feminidad y la masculinidad marcan la vida de las personas y dejan sus consecuencias. Me interesa el enfoque desde el género para definir mis temas, mi estética.



jueves, 26 de agosto de 2010

Leona Lo, de Singapur a Manhattan en defensa de los transexuales de Asia

NUEVA YORK — La vida de una transexual en Asia está confinada al trabajo sexual, una realidad que Leona Lo, recién llegada de Singapur, buscó denunciar esta semana con un show unipersonal en Nueva York.

"Ah Kua Show", un collage en tres actos sobre las dificultades de ser transexual en Malasia, Hong Kong o Bangkok, se trasladó de Singapur a la pequeña sala alternativa de "La Mama" en el East Village.

El show presentado hasta el jueves es parte de las 197 propuestas del XIV Festival Fringe de New York que incursiona a través de 18 salas en lo experimental y underground, lejos de las producciones clásicas de Broadway.

"La idea es abrir los ojos del mundo y ejercer un poco de presión sobre los países asiáticos, para que den reconocimiento oficial a ese tipo de mujeres", explicó Leona en entrevista con AFP tras una función que atrajo escaso público.

Leona nació varón -su nombre original era Leonard- hace 35 años en el seno de una familia china de clase media de Singapur, donde tuvo que ocultar su aspiración al sexo opuesto durante una adolescencia conflictiva.

El relato de su vida, desde un servicio militar obligatorio, estudios en Inglaterra y finalmente su operación para cambiar de sexo en Tailandia, fue objeto de un libro publicado en 2007, que Lo adaptó a la escena.

La situación de los transexuales no es la misma en todos los países asiáticos. El espectáculo, que incluye diálogos con voces en "off", canciones y baile, aspira a representar esa variedad.

"Abarca de los 'ladyboys' de Tailandia, que trabajan en cabarets sin acceder a empleos en otro tipo en empresas; a las transexuales de Malasia, cuya situación es aún peor, porque los clérigos islámicos les impiden salir de los trabajos sexuales", dice Lo.

En Singapur, agrega, "estamos adelantadas con relación a otros países, yo puedo casarme con un hombre, tener pasaporte, pero hay mucha discriminación silenciosa". "Ah Kua" es una palabra despectiva del dialecto chino local para designar a un hombre afeminado o un transexual.

La activista fundó el año pasado una red de ayuda y defensa de los derechos de los transexuales en Asia. Por ejemplo, el HIV es un problema particularmente agudo para los transexuales de Cambodia y Pakistán.

"Un 40% de todos los transexuales pakistaníes tienen HIV", señala. En Malasia o Indonesia, el problema es la religión musulmana, que les impide integrarse a la sociedad como mujeres.

"En Hong Kong tenemos actualmente el caso de una mujer que lucha por poder casarse y la estamos apoyando. Acabamos de ayudar a una transexual de Mongolia a escapar de ese país y obtener estatus de refugiada en Europa".

La realidad también cambia en función del tipo de transexual. En Hong Kong, dice, abundan hombres que buscan transexuales que no están operadas, como el personaje de Chantel en el espectáculo.

El show aborda además la aspiración a menudo frustrada de encontrar al príncipe azul, el novio occidental blanco que los va amar para siempre y sacar del mundo de la prostitución y los cabarets.

Una ilusión que a veces termina en pesadilla. "Muchos extranjeros están a la búsqueda de transexuales para llevarlas de regreso a su país y abusar de ellas", explica Lo. "Aunque sea una ilusión, comprendo porqué muchas ven a los hombres blancos como un medio de subsistencia, es una realidad cotidiana".

"Hasta que encontré a mi novio actual --relata-- tuve varias relaciones malsanas, por la ilusión del ideal que iba a cambiar por completo mi vida". El mensaje de Leona a los demás transexuales es: "sean felices con lo que son, en el lugar donde están, y hagan algo constructivo con sus vidas".


Tres historias de mujeres transexuales en Ecuador


Tres jóvenes
chicas transexuales hacen públicos sus relatos de vida dentro de una sociedad que aparentemente comienza a aceptar otros sectores y tendencias.


Expreso/Diario Digital Transexual-. Durante una tarde de clima templado, tres amigas caminaban como de costumbre por la avenida 9 de Octubre. Varias bocinas sonaban para atraer la atención de Diane (28), Rubí (25) y Tiffany (22). Las tres ignoraban los llamados, mientras conversaban sobre el día en el que decidieron cambiar de género y en lo que se han convertido sus vidas desde entonces.

“Soy Rubí desde los 20 años. Más que una determinación, fue mi valentía la que me permitió ser feliz a mi manera”.

Es esbelta. Su aspecto, afirma, es muy diferente al de antes de su transformación. “No sabía usar ni un delineador. Como mi papá era militar, si el cabello estaba muy largo y no era de su agrado me enviaba a que me lo cortara”.

Interrumpe Diane intentando sentarse cómodamente en los filos de la pileta ubicada en la Plaza San Francisco (centro de la ciudad), bajo la mirada escrutadora de los hombres que pasan, quienes no se imaginan la realidad que se oculta detrás de aquella apariencia femenina.

“Yo comencé en un reinado. Mis amigas insistieron en que ganaría ese día con aquel vestido. Tenía mis dudas, pero cuando terminaron de maquillarme... ¡Uau! Al final los jueces me seleccionaron entre todas como la más bella”.

Entre risas, Rubí y Tiffany se apoderan de la conversación para contar cómo aprovecharon un Halloween para “salir del clóset”.

“Fui a una discoteca llamada Safari disfrazada del personaje que interpreta Angelina Jolie en la película Tomb Rider. Desde ese día me contrataron para representar a otra diva: Whitney Houston”, afirma Rubí.

Tiffany, por su parte, cuenta que desde la primera vez que adoptó la apariencia de una mujer se sintió en su verdadero cuerpo. Pero mantener su aspecto femenino le costó tiempo y lágrimas.

“Todas las noches salía como chica y cuando amanecía tenía que volver a mi triste realidad. Al llegar a mi casa de una farra me tocaba cambiarme rápido en el taxi y entrar con gafas a mi habitación para que nadie de mi familia notara mi rostro maquillado”.

Los amores frustrados también son parte de las experiencias de estas tres jóvenes. Tiffany recuerda a un novio, quien le representó suspiros y a la vez noches de llanto.

“Tras 6 meses de relación aún no había tenido intimidad. Pensé que después de ese tiempo juntos estaba consciente de mi transexualidad, pero cuando decidí hablar de eso con él, pegó un salto y me dijo que lo había traumado. Fue muy duro”.

Ante circunstancias como esta, todas adoptaron una técnica de autodefensa. Al primer hombre que busca un acercamiento le aclaran desde el principio que no son mujeres biológicas: “Algunos se quedan, otros salen corriendo”, afirman.

Pero, ¿qué hace que los hombres se acerquen? Uno que otro retoque estético y el tratamiento de hormonas que busca disminuir la testosterona e incrementar los estrógenos en el cuerpo. “Es como volver a vivir la pubertad”, aclara Rubí.

Diane debe su aspecto de mujer a la cirugía: párpados, prótesis, laparoplastia, levantamiento de cejas, reducción de mentón y otras, que terminaron en la reconstrucción total de su rostro y parte superior del cuerpo.

Ella trabaja activamente en la Asociación Silueta X, una de las diversas organizaciones para transgéneros y lesbianas que hay a nivel nacional. Entre ellas están Futpen en Santa Elena y Estudio Transgénero en Quito.

También estudia Psicología en la Universidad de Guayaquil. Pese a ser la única “trans” de la carrera, dice, no hay mayor alboroto.

Según el sociólogo Héctor Chiriboga el clima en una facultad de Psicología puede ser mucho más propicio para la tolerancia, el reconocimiento y la valoración.

“Existe una mayor sensibilidad hacia el tema de la subjetividad y por ende, hay una apertura hacia el pensamiento de los demás y su elección sexual”.

Por su parte Tiffany se retiró de la carrera de Ingeniería Comercial al decidir cambiar radicalmente de imagen. Asegura que retomará sus estudios, pero esta vez en Sistemas. Rubí ha aplicado sus estudios de Diseño Gráfico en varios empleos, en un futuro sueña con ejercer en los Estados Unidos.

Según Chiriboga, este es un asunto que organizativamente no se puede mirar con indiferencia porque es un sector que tiene marcadas sus estructuras. “Se está imponiendo un hecho: las personas que tienen una elección sexual diferente están viendo en el sector nacional una mayor apertura, una más clara aceptación”.





sábado, 21 de agosto de 2010

“Somos el tercer sexo y peleamos por la igualdad”


Entrevista a Rody Humano, primera política travesti en casarse

Es controvertida por naturaleza. Cuenta que desde los 5 años le gustaban las muñecas y a los 15 comenzó a vestirse de mujer, siempre con el apoyo de su familia.


Rody Humano


Con su condición de travesti se hizo querer en un pueblo de 13 mil habitantes de Tucumán -Bella Vista- y llegó a ser la primera concejal travesti. Ahora también, es la primera en su género que se casó, y va por más. Rody Humano guarda como un tesoro el cariño de la gente que la acompaña en sus decisiones y lo retribuye a través de la lucha por conseguir una sociedad más justa, en la que haya derechos para todos. Así, anunció que está trabajando con el Inadi y que en Salta hay muchas travestis que no tienen herramientas para salir adelante lejos de la prostitución, por lo que busca mostrarles que hay nuevos caminos.

¿Cómo pudiste sobrellevar tu elección sexual en un pueblo chico y conservador?

Todo lo que conseguí en la vida fue luchando. Hay cosas que me costaron mucho, también sufrí la discriminación y las dificultades propias de ser travesti, sin embargo hubo algo fundamental que fue el apoyo de mi familia. Si bien a los 15 años comencé a vestirme de mujer mi tendencia está marcada desde siempre: recuerdo que a los 5 años pedía muñecas de regalo.
Además tengo un padre muy machista, somos 11 hermanos de los cuales la mayoría son varones y pese a eso, él me supo entender y enseñar a mis hermanos para que me respetaran también. ¿Y en el ámbito laboral?
Hice de todo. En casa ayudo desde chica con las cosas, porque vengo de una familia muy pobre y nos costó mucho salir adelante. Desde los 12 años que soy tarotista porque mi mamá lo es, pero también hice peluquería que lo heredé de mi papá, que es un barbero de esos de antes. Aprendí repostería también y vendía tortas, al igual que hubo un tiempo en el que traía ropa de Buenos Aires para vender.
Sin embargo, los mayores beneficios me los dio el tarot, porque tenía clientes políticos, gente muy poderosa a quienes les canjeaba mi trabajo por mercadería o ropa usada que luego distribuía entre los pobres.

Entonces es en ese punto en el que inició tu tarea social...
Exactamente. Me gusta ver caras felices y yo trataba desde mi lugar de ayudar a la gente que menos tenía, entonces en el pueblo muchos empezaron a conocerme y a tenerme cariño. Ellos mismos fueron los que impulsaron mi candidatura como concejal en 2003.
Además, cuando era candidata, muchos políticos para sacar ventaja me denigraban y como yo no iba a pelear con ellos, la gente se daba cuenta y más me quería.

Justamente esas herramientas que ellos utilizaron para destruirte, te llevaron a ganar las elecciones. ¿Crees que hay un cambio grande en la sociedad o aún falta mucho por resolver?


En la sociedad tienen que cambiar muchas cosas. Este es un pueblo muy conservador y más que nada la gente me aceptó por la tarea social que yo llevaba adelante, pero eran muchos también los que no compartían lo que hacía. Y el problema principal para nosotras las travestis es que muchas sufrimos en carne propia la discriminación de los demás y se crea una defensa para poder soportarlo. Decir travesti, para muchos, es decir una mala palabra, es algo malo y la realidad es que somos una persona como cualquier otra.


En el casamiento me llamaron como Rodolfo Humano, aunque después me trataron como mujer constantemente. La verdad es que me molesta mucho cuando me llaman así porque me suena brusco y siento que Rody suaviza un poco. Entonces noto que en muchos casos hay gente que lo hace a propósito para hacerme sentir mal, pero ante todo yo pongo a la gente que me sigue y que me quiere, que es mi pueblo, y así puedo seguir adelante.


¿Crees que hay opciones para que las travestis mejoren su calidad de vida?

Totalmente. Las travestis tienen que mirar hacia adelante y nos tenemos que unir para luchar y abrirnos camino en lo laboral.

La realidad es que la mayoría de las travestis no tienen los medios para salir adelante pero sé que luchando se puede todo.


Lo primero que tenemos que pensar es en respetar para ser respetadas y deben tener en cuenta que no todo es la prostitución, aunque a veces no tienen otra salida. Pero yo quiero luchar para ayudarlas a conseguirla.


En Salta hay muchas travestis y son muy luchadoras todas, pero no tienen armas para seguir adelante, por eso queremos organizar una reunión en Tucumán junto al Inadi, donde podamos orientarlas para darles otro panorama. Una de las principales ideas es que no dejen de estudiar, que todas continúen con los estudios universitarios. Ahora voy a trabajar a la par del Inadi para conseguir que eso cambie, porque nosotras somos el tercer sexo, somos otro género, y luchamos por la igualdad.


¿Vas a adoptar?


Claro que sí. En cuanto pueda me voy a anotar para adoptar. Yo crié sobrinos y sé de cuidar chicos. Además hay quienes dicen que si uno los cría les genera las mismas tendencias que uno tiene y creo que los que piensan eso no son felices y no soportan el amor.
Los chicos son hasta más inteligentes que uno mismo y toman sus propias decisiones, lo que pasa es que la mente humana vuela y la gente piensa cualquier cosa, principalmente porque no nos conocen. Hay que conocer a una persona para recién juzgar y sino, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Creo que nadie va a arrojar la primera.

¿Cómo es tu vida diaria?

Estoy con mi marido desde hace 10 años. Nos conocimos cuando militábamos en política, él venía de una separación y se apoyó mucho en mí porque yo lo alentaba para salir adelante. Actualmente vivimos con una señora que me tiene mucho cariño y los hijos de él, que son tres adolescentes a los que adoro y que me quieren, creo, más que a su padre (bromea).
En mi casa soy responsable de las cosas de los chicos y cuando la señora está ocupada, cocino yo. Además trabajo mucho y hasta muy tarde y soy muy sobreprotectora de los chicos, pero nos llevamos bien y ellos tienen límites.

Les enseñamos el respeto por lo demás, al igual que nosotros los respetamos a ellos. Los hijos de Carlos son grandes y toman sus propias decisiones y ellos quieren vivir con nosotros.


¿Qué viene para tu futuro?


Creo que voy a ser candidata a intendente, depende del apoyo que me dé el gobierno. Sin embargo me parece que primero me gustaría estar en la Legislatura para desde allí presentar proyectos que contemplen los derechos de las travestis, para que se puedan desarrollar dentro de la comunidad. Además estoy iniciando una presentación con el apoyo del Inadi para cambiarme de nombre. Mi nombre sería Romina, y me gustaría conseguir que en el documento mi sexo figure como “transgénero” y no como mujer.


NOTA.
Publique esta nota por que me parece muy meritoria la lucha de la protagonista, Rody Humano. Sin embargo, cuando leo estas cosas, sobre todo al sentido del término "travesti" o "transexual" pienso seriamente en cambiar el nombre de este Blog.


Es cierto: el término "transgenero" puede usarse como un término "paraguas" que abarca a transexuales, travestis, drag queens, etc, En mi caso, utilizó la autodefinición de "mujer transgénero", en un sentido especifico, es decir, una persona con un género contrario a su sexo genético, pero que lo único que la diferencia de una "mujer transexual" es su derecho a no realizarse una "cirugía de reasignación", pero por lo mismo, me definó como de un género específico: el femenino, el de mujer.


Yo no creeo en un "tercer sexo" ni en un "tercer género" por simple lógica: para que exista un "tercer sexo y/o género", la persona tendría que sentir, actuar, comportarse, etc., ni como hombre ni como mujer, y menos como una "mezcla" de ambos.
Por supuesto, dentro del paraguas "transgénero", también existen las personas "bi-genero", aquellas que se identifican con lo masculino y con lo femenino, pero generalmente los alternan, por momentos, considerándolos como "dos lados" de una misma personalidad, pero no los mezclan. Es más, por lo general, la identidad de género es la que coincide con el sexo genético, es decir, la masculina. Y es por eso mismo que prefieren reconocerse como "travestis", como al parecer es el caso de Rody Humano, pues desea que en su documento de identidad figure como "transgénero" pero "no como mujer", pues entiende que no podría pedir que fugure como "travesti".

Si tal "tercer sexo y/o género" existiera, personas como Rody Humano, no se maquillaríana ni se vestirían como una mujer. Deberían vestirse de manera "neutra" o "mixta" o una muy "distinta" a las otras dos.


Esta es una reflexión, no de crítica a Rody Humano ni a su concepto de "travesti" o de "transgénero", sino que me pone a pensar en que yo debiera dejar de lado ya ese término de "mujer transgénero" y asumirme como una "mujer transexual", por que al final de cuentas, estos son solo "clises". Lo que decimos ambas, siempre, es lo mismo: somos mujeres.




viernes, 13 de agosto de 2010

Mexico: "Somos indocumentadas en nuestro propio país"


El movimiento transexual en en la ciudad de México reconoce grandes avances, pero ahora, su lucha busca extenderse a lo largo del país, para refrendar sus derechos sobre, por ejemplo, su documentación oficial

APOYO PARTIDISTA Diana Barrios ha participado activamente a favor del perredismo en la capital. En la imagen, Barrios aparece junto al actual jefe delegacional de Cuahtémoc, Agustín Torres Pérez (Foto: Iván Quecha / ELUNIVERSAL )


CIUDAD DE MÉXICO | Viernes 13 de agosto de 2010 Iván Quecha | El Universal09:07


Las mujeres transexuales tienen un reto mayúsculo: obtener la igualdad en una sociedad en constante transformación, con muchos avances en lo legal, pero pocos sobre aceptación pública.



Diana Barrios, mujer transexual, creó la Fundación Transformarte, ubicada en la ciudad de México, para auxiliar a las mujeres transexuales que viven en la capital, o que llegan de estados, rechazados por sus familias por su género.

"Estos albergues ayudarán a que las mujeres se empoderen cuando llegan a la capital, ya que cuando arriban, creen que van a poder realizarse, pero les cierran las puertas, y la prostitución es el único camino ante tanto rechazo", señaló la activista.

Uno de los puntos más importantes es la modificación del género en documentos oficiales, ya que muchas veces las mujeres transexuales son discriminadas porque, por ejemplo, en su credencial de elector, tienen nombres masculinos, aun cuando tengan una transformación completa de su cuerpo. "Somos indocumentadas en nuestro propio país", sentenció.

En este sentido, también planteó la necesidad de establecer como un derecho la hormonización a nivel federal, para que un endocrinólogo especialista asesore a las transexuales sobre la inyección de dichas sustancias, y así evitar problemas posteriores.

Por otra parte, Barrios reconoció los esfuerzos de Marcelo Ebrard, jefe de gobierno de la ciudad de México, para modificar la legislación para crear un ambiente más favorable para la en la capital para la comunidad Lésbico Gay Bisexual Transexual Travesti Transgénero Intersexual (hermafroditas) (LGBTTTI).

Por otro lado, consideró que las posturas en contra de la adopción a homosexuales son erradas, debido a que en la sociedad la violencia sólo se combate con educación:

"Hay tantos niños en espera de un abrazo, pero están creciendo en la soledad, cuando podrían tener una gran oportunidad con parejas homosexuales", comentó, y agregó que si bien no es fácil adoptar por los exámenes, muchas personas transgénero y homosexuales podrían tener una familia sin problemas.

Entre los proyectos que tiene la fundación, está el crear una red de apoyo para mujeres transgénero en todo el país, comenzando en la ciudad de México.

Por otra parte, Barrios comentó que ya tiene contacto con comunidades en Argentina, Colombia y Brasil, con quienes establecerán alianzas para luchar por la igualdad.


lunes, 2 de agosto de 2010

Policía realiza "transición" y regresará al trabajo luego de su cirugia de reafirmación de sexo/género

Durante más de seis años el policía británico Adam Smith recorrió las calles de varias ciudades costeras de Gales del Norte para luego dejar su trabajo y luego regresar... ya siendo una mujer.

Durante más de seis años el policía británico Adam Smith recorrió las calles de varias ciudades costeras de Gales del Norte, ganándose el respeto y la admiración de los habitantes locales, y muchos sintieron una tremenda lástima cuando anunció que abandonaría su trabajo y pasaría a ejercer otro.

Sin embargo, dentro de poco tiempo regresó a su trabajo, en la misma calidad de oficial, pero cambiado de aspecto: ahora era una mujer, informó The Daily Mail.

El policía, de 31 años, pasó por un tratamiento de cambio de sexo y ahora se llama Alejandra Smith, conocido/da como Lexie. Los dos últimos años los ha vivido como mujer pero, hasta ahora, físicamente sigue siendo un hombre puesto que todavía no ha sido sometido a la operación de cambio de sexo que le costará 10 mil libras esterlinas.

Sin embargo, ya tiene permiso de instalarse en vestuario femenino y hacer el registro personal de mujeres. En enero próximo Alejandra partirá a Tailandia para ser operada, acompañada por su amigo Chloe Davis, también un transexual que anteriormente se llamó Clive.