jueves, 26 de agosto de 2010

Leona Lo, de Singapur a Manhattan en defensa de los transexuales de Asia

NUEVA YORK — La vida de una transexual en Asia está confinada al trabajo sexual, una realidad que Leona Lo, recién llegada de Singapur, buscó denunciar esta semana con un show unipersonal en Nueva York.

"Ah Kua Show", un collage en tres actos sobre las dificultades de ser transexual en Malasia, Hong Kong o Bangkok, se trasladó de Singapur a la pequeña sala alternativa de "La Mama" en el East Village.

El show presentado hasta el jueves es parte de las 197 propuestas del XIV Festival Fringe de New York que incursiona a través de 18 salas en lo experimental y underground, lejos de las producciones clásicas de Broadway.

"La idea es abrir los ojos del mundo y ejercer un poco de presión sobre los países asiáticos, para que den reconocimiento oficial a ese tipo de mujeres", explicó Leona en entrevista con AFP tras una función que atrajo escaso público.

Leona nació varón -su nombre original era Leonard- hace 35 años en el seno de una familia china de clase media de Singapur, donde tuvo que ocultar su aspiración al sexo opuesto durante una adolescencia conflictiva.

El relato de su vida, desde un servicio militar obligatorio, estudios en Inglaterra y finalmente su operación para cambiar de sexo en Tailandia, fue objeto de un libro publicado en 2007, que Lo adaptó a la escena.

La situación de los transexuales no es la misma en todos los países asiáticos. El espectáculo, que incluye diálogos con voces en "off", canciones y baile, aspira a representar esa variedad.

"Abarca de los 'ladyboys' de Tailandia, que trabajan en cabarets sin acceder a empleos en otro tipo en empresas; a las transexuales de Malasia, cuya situación es aún peor, porque los clérigos islámicos les impiden salir de los trabajos sexuales", dice Lo.

En Singapur, agrega, "estamos adelantadas con relación a otros países, yo puedo casarme con un hombre, tener pasaporte, pero hay mucha discriminación silenciosa". "Ah Kua" es una palabra despectiva del dialecto chino local para designar a un hombre afeminado o un transexual.

La activista fundó el año pasado una red de ayuda y defensa de los derechos de los transexuales en Asia. Por ejemplo, el HIV es un problema particularmente agudo para los transexuales de Cambodia y Pakistán.

"Un 40% de todos los transexuales pakistaníes tienen HIV", señala. En Malasia o Indonesia, el problema es la religión musulmana, que les impide integrarse a la sociedad como mujeres.

"En Hong Kong tenemos actualmente el caso de una mujer que lucha por poder casarse y la estamos apoyando. Acabamos de ayudar a una transexual de Mongolia a escapar de ese país y obtener estatus de refugiada en Europa".

La realidad también cambia en función del tipo de transexual. En Hong Kong, dice, abundan hombres que buscan transexuales que no están operadas, como el personaje de Chantel en el espectáculo.

El show aborda además la aspiración a menudo frustrada de encontrar al príncipe azul, el novio occidental blanco que los va amar para siempre y sacar del mundo de la prostitución y los cabarets.

Una ilusión que a veces termina en pesadilla. "Muchos extranjeros están a la búsqueda de transexuales para llevarlas de regreso a su país y abusar de ellas", explica Lo. "Aunque sea una ilusión, comprendo porqué muchas ven a los hombres blancos como un medio de subsistencia, es una realidad cotidiana".

"Hasta que encontré a mi novio actual --relata-- tuve varias relaciones malsanas, por la ilusión del ideal que iba a cambiar por completo mi vida". El mensaje de Leona a los demás transexuales es: "sean felices con lo que son, en el lugar donde están, y hagan algo constructivo con sus vidas".


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