Se trata de Sadie, una chica que pasó de niño a
niña durante su kindergarten, y que desde entonces se vio apartada del
sistema escolar hasta este año, cuando finalmente logró ingresar a 5º
grado en una escuela pública.
Sin embargo, mientras muchos vieron en esta instancia el comienzo de una nueva era, una niña transgénero de solo 11 años sintió que fue discriminaba por no haber sido mencionados en el discurso, lo que la llevó a escribir una sentida carta al presidente Obama expresando sus deseos.
Se trata de Sadie, una chica que pasó de niño a niña durante su kindergarten, y que desde entonces se vio apartada del sistema escolar, cuando finalmente logró ingresar a 5º grado en una escuela pública.
Sadie es como cualquier niño de su edad, o incluso más adelantada. Según describió su madre al Huffington Post, es vegana y le gusta cualquier actividad que “proteja el medio ambiente”, por lo que sueña con llegar a trabajar en Green Peace. Además, le encantaría llegar a ser madre.
Y aunque Sadie ha sentido en carne propia la discriminación desde muy pequeña, su progenitora asegura que “no se avergüenza de ser quién es”, y que al presentarse frente a un extraño, reconoce abiertamente ser transexual.
“La animé a escribir la carta porque eso la haría sentir en control de sus posibilidades y sobreponerse a cualquier sentimiento discriminador. Quería que supiera que tiene una voz. Mi sueño es que sea feliz. Eso es todo… que sea feliz”, expresó su madre.
Aquí la carta:
El mundo sería un mejor lugar si todos tuviéramos derecho a ser nosotros mismos, incluyendo las personas que tienen una identidad sexual y expresiones creativas. Las personas transgénero no tienen la libertad de hacer lo que hacen los demás, como ir al médico, a la escuela, obtener un trabajo o incluso de hacer amigos.
A los niños transgénero como a mí no nos permiten asistir a la mayoría de las escuelas porque los profesores piensan que somos diferentes. Las escuelas tienen miedo de lo que dirán los padres de los otros niños, así que los niños transgénero son mantenidos en secreto o no se les permite asistir. A los niños se les advierte que nos deben ser amigos de los niños transgénero, lo que nos hace muy tristes y solitarios.
Cuando crecen, a los adultos transgénero les resulta muy difícil obtener un trabajo debido a que los jefes creen que van a espantar a los clientes. Los médicos tienen temor de atender a pacientes transgénero porque no saben cómo tratarlos y a algunos médicos ni siquiera les interesa ayudarlos. Los pacientes transgénero como yo tenemos que viajar grandes distancias para encontrar un buen médico.
Este sería un mundo mejor si todos comprendieran que las personas transgénero tenemos los mismos sueños y esperanzas que los demás. Nos gusta hacer amigos y nos gusta ir a la escuela. Los transgénero queremos tener buenos trabajos e ir a médicos como cualquier otra persona. En realidad no es difícil simpatizar con las personas transgénero porque somos como todos los demás.
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