El 1 de julio, cuando le correspondía presentar la prueba de ingreso, Yoana no pudo hacer el examen porque el aplicador de Ceneval consideró que su apariencia no coincidía con la fotorgrafía de su identificación oficial. Entonces la joven presentó una queja ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred),quien determinó que ese organismo no respetó su identidad de género y por tanto, cometió una violación a sus derechos humanos, incurrió en un acto de discriminación y como una medida de reparación tenía que repetir el examen.
Ceneval aceptó reparar el daño la semana pasada, mientras que la Universidad dijo que, en caso de que la joven alcance el puntaje solicitado, permitirá que inicié la carrera de médico cirujano este semestre pese a que las clases comenzaron desde el pasado 29 de julio.
Para evitar que este tipo de violaciones vuelvan a ocurrir, Hilda Téllez Lino, directora general adjunta de quejas y reclamaciones de Conapred, confirmó que acordaron que Ceneval -organismo privado dedicado al diseño y aplicación de evaluaciones en universidades del país-, iniciará un proceso de capacitación para que los aplicadores no discriminen por identidad de género a quienes presentan los exámenes.
“A partir de esta semana la institución iniciará un proceso de capacitación y (establecimiento de) lineamientos claros al interior, que favorezcan que cuando una persona transgénero vaya a realizar un examen y que no tenga sus documentos de cambio de identidad, sí se respete la identidad de género con la que se está presentando en el examen”, explicó Téllez.
Ceneval informó su disposición a seguir el procedimiento que recomendó Conapred para evitar nuevas “confusiones” al momento de evitar una suplantación de identidad.
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