El caso de Alejandro Iglesias, uno de los jugadores de Gran Hermano 2011 que padece de disforia de género sigue poniendo sobre el tapete la desinformación al respecto y “se debería haber convocado a representantes del tema para que den un pantallazo sobre esta cuestión tan delicada”, informó a AIM la integrante del Foro por la Diversidad del Inadi Soledad Henares, quien recordó: “la disforia es una enfermedad, la transexualidad no”.
En diálogo con esta Agencia, Soledad Henares consideró que “los medios de comunicación le dieron un trato discriminador a este tema, y esto continúa ocurriendo en diferentes formas y abordajes de la situación”.
“Hay que aprender a hablar bien, porque cuando se habla de disforia de género se hace referencia a una enfermedad mientras la transexualidad no lo es y al parecer cuesta mucho diferenciar ambas cuestiones y en los medios se habla del tema sin saber”.
Respecto de posibles soluciones para brindar claridad sobre el asunto, Henares consideró que “se debería haber convocado a representantes de la diversidad para que den un pantallazo sobre esta cuestión tan delicada”.
En cuanto a la disforia de género “hay que hacer alusión al sexo biológico y se toma como una enfermedad, mientras las personas transexuales tienen una identidad de género”.
“Los medios y sobre todo la televisión hacen un show de muchas cosas: no sorprende que haya chicas travestis que dicen lo que dicen pero no es que todas son así y eso depende de cada uno”.
Por otra parte, admitió que en algunos casos los medios de comunicación locales “adhirieron muchos contra la discriminación: hace un tiempo vimos un caso de homofobia en Paraná y nos sorprendió como se sumó la gente”.
“Este aspecto es muy bueno porque se van mostrando distintas cuestiones y se ve que la sociedad se está comprometiendo en la defensa de los derechos y apoya algunas causas”, concluyó.
COMENTARIO: !!Excelente título el de este artículo!! Estamos muy de acuerdo con las afirmaciones de Soledad Henares.
Estoy muy de acuerdo de establecer estas dos distinciones básicas: la primera, que independientemente de sus determinaciones bio/genéticas (aunque las hipótesis científicas a puntan a eso y no a una mera construcción voluntaria, cultural, social o psicológica) debe establecerse una relativa distinción entre el "sexo" genético y el sexo integral o el "género" de la persona.
Segundo, que existe una relativa distinción entre la llamada "disforia de género" (concepto médico patologizante de una enfermedad, producto de un supuesto conflicto entre el sexo y la identidad) y la llamada "transexualidad" que no es sino una especifica forma de relación o correspondencia entre el "sexo" genético y la identidad de "género" de una persona (aún no tenemos un termino que reemplace la palabra "transexualidad" que tambien nacio en el ambito médico patologizante).
Nuevamente: desde la creación de la especie humana, existe, de manera normal, una otra forma de correpondencia entre el sexo XX (o XY) y un género (masculino o femenino) de una misma persona, que por ser quizás minoritario, desde una visión machista/patriarcal (principalmente de su vertiente en la religión judeo-cristiana) y desde el siglo XVI, pero principalmente desde el siglo XIX, desde la perspectiva "moderna europea occidental", se le asume como "anormal" y como "patológico".
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