lunes, 11 de junio de 2012

Muertes silenciosas

Asesinatos a trans son más de los que suenan. Tamara Adrián asegura que son el grupo social más vulnerable en el hecho y en el derecho. Hay cifras ocultas que la policía no maneja por no identificar dicha condición en hombres y mujeres. El Gobierno nacional sigue sin tipificar los crímenes de odio por razones de homofobia o transfobia
KEILYN ITRIAGO MARRUFO


Justamente cuando ha habido una mayor exposición de la comunidad diverso sexual en las calles venezolanas, el número de asesinatos en razón de prejuicios ha ido incrementando.

En lo que va de año la intolerancia y la homofobia han cobrado la vida de ocho transexuales y en 2011 fueron 36 los homicidios. Pero, las cifras responden sólo a publicaciones de medios de comunicación sobre crímenes muy sonados y a reportes de organizaciones defensoras de los derechos humanos, lo cual representa, para Tamara Adrián, apenas la punta del iceberg.

La abogada, investigadora académica y activista por los derechos de las mujeres y la comunidad LGBT asegura que no hay manera de acceder a cifras oficiales.

Explica que este tipo de crímenes se conocen por denuncias y que la mayoría ni siquiera son de familiares pues éstos callan por vergüenza. Además, los cuerpos policiales, al hacer el levantamiento del cuerpo, identifican como hombre a una mujer trans.

HOMOFOBIA UNIFORMADA
José Ramón Merentes, vocero de la Red de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgéneros e Intersexuales de Venezuela (LGBTI), explica que existe una resolución del Ministerio de Interior y Justicia dictada en 2010, en la cual se establece que todos los cuerpos policiales deben erradicar las conductas o situaciones de discriminación contra las mujeres y personas sexodiversas, y velar por la atención oportuna e integral a las víctimas de discriminación y violencia por razones de género. Pero, esto no se está cumpliendo.

En la práctica existe un vacío legislativo y una ausencia de políticas públicas para investigar los crímenes de odio, no tipificados en la ley."Te encuentras con prejuicios de los propios funcionarios porque existe lo que se llama una revictimización secundaria al denunciante, tal como ocurre con las denuncias de violencia hacia la mujer. En este caso dicen `yo no investigo eso porque ese es un problema entre maricos’, lo cual es totalmente discriminatorio", señala Adrián.

El doble discurso del oficialismo, que asegura la inclusión de las demandas de la población pero no termina de legislar en la materia, es rechazado por Merentes, quien cuenta que el 28 de febrero de este año llevaron a la Asamblea Nacional una vez más la petición al Estado de asumir acciones reales y concretas para erradicar la homofobia y transfobia en el país, en la lucha contra la discriminación como lo exigen los acuerdos internacionales que Venezuela ha firmado.

LOS MÁS VULNERABLES
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, de la que el presidente Chávez se ha empeñado en salir, recientemente condenó el asesinato de "Lulú", una mujer transexual encontrada en la avenida Libertador en Caracas el pasado 4 de junio, y urgió al Estado a investigar el crimen y sancionar a los responsables.

Señaló que la inefectividad del sistema de justicia fomenta altos índices de impunidad, los cuales a su vez propician su repetición crónica, sumiendo a las víctimas y a sus familiares en la total indefensión.

Tamara Adrían manifiesta que la población diversosexual es el grupo social más vulnerable y vulnerado, "ni siquiera tienen derecho al nombre con el cual se identifican".

La solicitud de la modificación de cuatro artículos de la Ley de Registro Civil que permita a la población trans venezolana cambiar su nombre y sexo en los documentos personales sin necesidad de una operación quirúrgica genital quedó engavetada en el Parlamento.


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