Los
bajos niveles de escolaridad y el poco acceso al mercado laboral hacen
que gran parte de esta población se involucre al trabajo sexual,
identificando a la misma con una perspectiva de estilo de vida inferior a
la de la población en general.
El Gobierno uruguayo, tras la legalización
del matrimonio igualitario, apunta a mejorar la situación por la que
pasa esta población transgénero, considerada en la actualidad las más
excluida del sistema educativo y el mercado laboral.
Las organizaciones sociales estiman que gran parte de la población de Uruguay forma parte de esta población transgénero, travestis y transexuales.
Los bajos niveles de escolaridad y el poco acceso al mercado laboral hacen que gran parte de esta población se involucre al trabajo sexual, identificando a la misma con una perspectiva de estilo de vida inferior a la de la población en general, según datos del informe "La identidad de género en las políticas sociales", presentando en la conmemoración de la Semana de la Diversidad.
El investigador del Instituto de Ciencia Política, especializado en el Área de Género y Diversidad e integrante del colectivo Ovejas Negras, Diego Sempol, explicó a AFP que dentro de la población LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y trans), la población transexual es considerada como “el grupo que tiene más vulnerabilidades conjuntas", dijo.
"La idea es generar mecanismos que desarticulen estas formas de exclusión tan severas", indicó.
Después de Argentina, Uruguay ha sido el segundo país latinoamericano en avalar el matrimonio gay, obteniendo sus primeras bodas en agosto.
Anteriormente, ya en Uruguay, se había legalizado el enlace civil y la adopción de niños por parejas homosexuales, además de disponer del cambio de nombre y sexo como el ingreso a las filas de las Fuerzas Armadas de homosexuales.
Sempol afirmo que "estas conquistas jurídicas son como el piso mínimo. Ahora el desafío y el objetivo es transformar la cultura y la sociedad".
Entre otras cosas, también dijo que "ahora hay que trabajar mucho en el área de la educación, el área de la salud y el área de la inclusión de la población trans, que son los puntos centrales de la nueva agenda".
Asimismo, Sempol manifestó que de todas formas "falta mucho, es un proceso lento" pasar de las conquistas legales a la eliminación de la discriminación cotidiana.
El director de Políticas Sociales del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Andrés Scagliola, afirmo que "no basta con el avance que supone el matrimonio igualitario, hay que perfeccionar la normativa y los instrumentos para combatir la discriminación, el acoso escolar a las personas LGBT, y que en las personas trans supone la exclusión de esos centros y, por tanto, determina una vida de exclusión social", agregó.
En la Semana de la Diversidad, los gobiernos de Uruguay y Cuba firmarán este viernes un convenio para cooperar en políticas públicas vinculadas a temas de diversidad sexual.
Las celebraciones culminarán con la marcha anual por la diversidad, que este año tiene la consigna "Si luchas, nada es imposible".
Las organizaciones sociales estiman que gran parte de la población de Uruguay forma parte de esta población transgénero, travestis y transexuales.
Los bajos niveles de escolaridad y el poco acceso al mercado laboral hacen que gran parte de esta población se involucre al trabajo sexual, identificando a la misma con una perspectiva de estilo de vida inferior a la de la población en general, según datos del informe "La identidad de género en las políticas sociales", presentando en la conmemoración de la Semana de la Diversidad.
El investigador del Instituto de Ciencia Política, especializado en el Área de Género y Diversidad e integrante del colectivo Ovejas Negras, Diego Sempol, explicó a AFP que dentro de la población LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y trans), la población transexual es considerada como “el grupo que tiene más vulnerabilidades conjuntas", dijo.
"La idea es generar mecanismos que desarticulen estas formas de exclusión tan severas", indicó.
Después de Argentina, Uruguay ha sido el segundo país latinoamericano en avalar el matrimonio gay, obteniendo sus primeras bodas en agosto.
Anteriormente, ya en Uruguay, se había legalizado el enlace civil y la adopción de niños por parejas homosexuales, además de disponer del cambio de nombre y sexo como el ingreso a las filas de las Fuerzas Armadas de homosexuales.
Sempol afirmo que "estas conquistas jurídicas son como el piso mínimo. Ahora el desafío y el objetivo es transformar la cultura y la sociedad".
Entre otras cosas, también dijo que "ahora hay que trabajar mucho en el área de la educación, el área de la salud y el área de la inclusión de la población trans, que son los puntos centrales de la nueva agenda".
Asimismo, Sempol manifestó que de todas formas "falta mucho, es un proceso lento" pasar de las conquistas legales a la eliminación de la discriminación cotidiana.
El director de Políticas Sociales del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Andrés Scagliola, afirmo que "no basta con el avance que supone el matrimonio igualitario, hay que perfeccionar la normativa y los instrumentos para combatir la discriminación, el acoso escolar a las personas LGBT, y que en las personas trans supone la exclusión de esos centros y, por tanto, determina una vida de exclusión social", agregó.
En la Semana de la Diversidad, los gobiernos de Uruguay y Cuba firmarán este viernes un convenio para cooperar en políticas públicas vinculadas a temas de diversidad sexual.
Las celebraciones culminarán con la marcha anual por la diversidad, que este año tiene la consigna "Si luchas, nada es imposible".
teleSUR:Afp/cs-LM
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