lunes, 30 de septiembre de 2013

Renée Richards, la historia de la lucha de una mujer transexual en el mundo del tenis Leer más: Renée Richards, la historia de la lucha de una mujer transexual en el mundo del tenis

 Tras conseguir una invitación para jugar en el US Open de 1976, no le dejaron jugar por haber nacido hombre ya que "tenía ventaja sobre las demás tenistas".



Paloma Gallego |

Renée Richards, conocida hasta 1975 como Richard Raskind, nació en el barrio de Queens de Nueva York en 1934. Hijo de padres judíos, David Raskind y Muriel Bishop, ya desde muy joven comienza a jugar al tenis colocándose en el top ten de la costa este y es una de las figuras más prometedores de Esatdos Unidos.

renee tenista

Más tarde empieza a estudiar en la Universidad de Yale, donde capitanea el equipo de la universidad. A continuación estudió Medicina y más tarde, siguiendo los pasos de su padre, ejerció en el mundo de la oftalmología, además de continuar jugando al tenis pero no a nivel profesional.

Sin embargo, en los 60, Richard Raskind viajó por toda Europa vestido de mujer, y no sólo eso, él se sentía mujer. Incluso llevaba años yendo a terapia para afrontar su sexualidad. Pero no sería hasta los años 70, cuando después de casarse y tener un hijo, pudo cumplir su sueño y operarse en 1975.

Renée Richards siguió jugando al tenis y quedó finalista del campeonato estadounidense para mayores de 35 años, en 1972. Y más tarde, en 1976, gracias al director del torneo que era un viejo amigo de la doctora Richards, consiguió una invitación para jugar en el US Open de ese año. El problema vino que cuando las otras participantes supieron de su presencia y protestaron aludiendo que tenía ventaja física sobre ellas.

Una vez que se conoció el caso de Richards, la USTA (federación de tenis estadounidense), decidió exigir una prueba de cromosomas a todas las participantes. Cuando Renée se enteró de ello, se sintió insultada y se negó a hacer el test. No contenta con esto, llevó el caso a los tribunales, ya que para ella fue una completa injusticia ya que era mujer a todos los efectos excepto porque no podía ser madre. El juez que se hizo cargo fue Alfred Ascione, y después de uno año la corte del Estado de Nueva York falló a favor de Renée Richards.

En 1979 ganó a Chris Evert, entonces número 1 del tenis femenino mundial, por 6-1 y 6-0 en este partido:


La tenista estuvo jugando hasta el año 1981, cuando se retiró. Llegó a ser la número 20 del ránking mundial femenino. Pero está claro que la presencia de Richards seguía despertando polémica y fueron muchas las que se negaron a jugar con ella, sólo la gran Billie Jean King decidió apoyarla. Tras su retirada fue entrenadora de Martina Navratilova, quien también la criticó, y siguió con su carrera de oftalmóloga. Renée Richards ha escrito dos autobiografías (Segundo Servicio, 1987; y De ninguna manera: La segunda parte de mi notoria vida, 2007). El primero de esos libros fue llevado al cine. Además, hace un par de años se estrenó un documental llamado Renée en el que se relata la vida de esta mujer.




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