
El Internet ha tenido un profundo efecto en el mundo TG al haber estimulado una rápida propagación de los conocimientos acerca de la “transición”, y al permitir compartir la información al respecto. Con el advenimiento del Internet y la amplia difusión y disponibilidad de información electrónica acerca del transgenerismo y transexualismo, muchas personas TG ahora omiten los clubes gay y los ambientes de travestis heterosexuales durante sus primeras exploraciones de género. En su lugar, acuden a orientadores de género y a la ayuda de grupos de apoyo TG, y de esta manera exploran tranquilamente y casi de manera anónima, las opciones para modificar el género y para una eventual “transición transgénero”. Algunas chicas intensamente transexuales (TS) también pasan por una transición TG y viven como mujeres TG durante largos períodos de tiempo, antes de someterse a una cirugía de reasignación sexual.

Una vez que estos cambios han avanzado lo suficiente, la persona puede efectuar una “transición social”, al vestir permanentemente las ropas correspondientes a su nuevo género, cambiando legalmente su nombre, y haciendo que toda su documentación legal sea rectificada con los nuevos datos, por supuesto, en aquellos países que lo permitan. Aún existen muchas dificultades en este camino, ya que la sociedad aún no acepta o no se acomoda a alguien que aparentemente se encuentra físicamente "en medio" de los dos géneros estándar. No obstante, en algunos casos las “mujeres transgénero” han logrado llevar a cabo su transición con mucho éxito en la vida, han hecho buenas carreras y también han encontrado maravillosas parejas, demostrando las posibilidades de éxito de una transición transgenéro sin necesidad de una CRS.

En los casos más intensos de transexualismo, la trayectoria inicial de las chicas TS puede parecer similar a la de las personas TG. Sin embargo, la resolución final de su condición requiere algo más que una reasignación social y hormonal. La única manera conocida de resolver la condición transexual es cambiar completamente el sexo físico para igualarlo a la identidad de género innata del sujeto. Esto quiere decir someterse a una "transición transexual", que en el caso de las personas transexuales MtF implica cambiar el cuerpo de un chico por el de una mujer. Esto se hace tomando hormonas femeninas y sometiéndose a una cirugía de reasignación para reconstruir los genitales de varón a hembra. La transición transexual está conducida bajo un protocolo médico formal que requiere orientación, terapia hormonal, y una "experiencia de vida real" de al menos un año viviendo y trabajando en el nuevo género, antes de que el paciente sea recomendado para la CRS.

Algunas personas TG que están “transicionando” migran hacia un papel social "transgénero" en vez de intentar “pasar” como mujeres. Sin embargo, no creo que las personas TG “se sientan poco cómodas con la idea de convertirse completamente en hembras en cuanto a presentación y comportamiento”. No se trata de que se sientan “poco cómodas” con modificar sus genitales, ni tampoco creo que “se sientan en la necesidad de jugar un papel social transgénero como sinónimo de “andrógino”, tal como lo señala la página de Lynn Conway.

Lo que pasa es que la mayoría de “personas transgenero” nunca sintieron una obsesiva y hasta compulsiva aversión a sus genitales, (Disforia de Genero).
Más bien, no tanto en un sentido sexista, aprecian y valoran el cuerpo con el que nacieron. Para ellas, nunca ha existido una separación mental ni metafísica entre el “cuerpo” y el “alma”. Ellas quieren “feminizar” su cuerpo, pero no desean ni creen posible “cambiarlo por otro,” y de igual manera, la mayoría considera como materialmente imposible que ellas puedan convertirse, mediante la “magia” de la cirugía, en mujeres idénticas a las mujeres biológica o en "hembras" en el sentido sexual y reproductivo del término, con el fin de pasar inadvertida entre ellas. Ellas quieren ser ellas mismas, tal y como se sienten y les dicta sus sentimientos genéricos femeninos.

Pero no son pocas las que se proponen pasar socialmente como mujeres, pero sin haberse sometido a CRS, algunas incluso, tienen éxito al asimilarse finalmente como mujeres socialmente, sin importarles las formas del acto sexual, al cual consideran algo intimo y que solo a ellas compete.
En resumen: Una persona transgénero MtF (Hombre a Mujer) se somete a una “transición" física, conductual y social de género, para poder vivir como una “mujer transgénero” en su día a dia, mientras que una persona transexual MtF se somete no sólo a una transición social de género, si no también al cambio de sus genitales (a través de CRS), para poder vivir plenamente y funcionar como una mujer biológica en su vida sentimental íntima.

De modo similar, no se debería decir nunca a aquellas chicas TS que tienen la necesidad de someterse a una transición TS que "se están suscribiendo a una visión estereotípica de la feminidad", o que "deberían estar perfectamente contentas como "ella-varón’” y no deberían someterse a la "cirugía mutilante" de la CRS. Algunas personas de las comunidades gay, lesbiana, feminista, e incluso TG dirán cosas así de terribles a jóvenes chicas TS desde un desconocimiento total de la profundidad de los sentimientos transexuales de estas chicas y su necesidad de una transición de género transexual.

Es de esperar que algún día, se reconozca la validez y autenticidad del estado de género de las personas transgénero, y otorgarles su sitio en la sociedad , como viene siendo el caso en los países más avanzados, donde ya se ha aprobado, entre muchas cosas, por ejemplo, el cambio de nombre en los documentos de identidad de las “mujeres transexuales” que ya han procesado una CRS.
Al respecto, termino esta entrada, resaltando la tenaz y valiente posición de la bella actriz Laura Antonelli , quien viene liderando en España, una lucha para que ese derecho al cambio de nombre, no tenga como requisito haberse sometido a una CRS. Es, pues, una lucha por visibilizar los derechos y la existencia misma, de la “mujer transgénero”.
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