
Translatina devela la exclusión, perseverancia y esperanza de las trangéneros en América Latina. “Hay dos clases de ciudadanos: los que tienen derechos y los que no, y nosotras estamos dentro de este grupo” indicó Natasha Jiménez de Costa Rica.
Junto a Natasha, existen miles de trans en América Latina que sufren discriminación, no acceden a la educación, trabajo y salud. Esta situación no está alejada de la religión. En uno de los testimonios, en blanco y negro, nos cuenta una persona trans que no le permitieron tomar la Confirmación en la Iglesia Católica, porque en su confesión dijo que era homosexual: “Me sentí lo peor del mundo, soy lo que a Dios no le gusta… la Iglesia se me derrumbó”.
En el documental, a pesar de las dramáticas historias, a medida que avanza surgen también la alegría y esperanza del movimiento trans que en movilizaciones hacen un llamado a los gobiernos para que cambien sus políticas que reprimen a esta comunidad, que además se planteen marcos legales inclusivos y diferenciados para la protección de sus derechos. Estas marchas fueron organizadas en México, Argentina y Chile.
A pesar de un panorama fuertemente marcado por la discriminación se han conseguido avances. En el Ecuador hay una ley que penaliza la discriminación por orientación sexual e identidad de género y se contempla la unión de hecho entre personas independientemente de la orientación sexual. En Brasil las trans acceden a servicios de salud con su nombre femenino.
Organizaciones que trabajan con la comunidad transgénero, como Vía Libre del Perú, afirman que la comunidad participa en espacios donde antes no estaban, y aportan, como por ejemplo en ONUSIDA, la OEA, entre otros; ahora, no son solo visibles en las noches, sino en las calles en pie de lucha.
Estas poblaciones se encuentran más empoderadas y construyen desde sus países ciudadanía, aún sobreviviendo en un contexto de violencia, asesinatos y represión.
A propósito de los debates sobre la libertad de expresión en Latinoamérica, este documental es una oportunidad para mirar y conocer una “realidad” muy distante a cómo la presentan los reality shows, y todo programa radial y televisivo que ridiculizan a esta comunidad.
Carolina Armijos
Carolina Armijos
Equipo de Corresponsales Clave - Lima, 21/11/09
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