Cuando, por esos azares del destino, lo que deberían ser vidas normales se convierten en algo rompedor, inusual, desmedido, bizarro… las biografías correspondientes parecen venirles grandes a los personajes. A veces, una biografía lleva aparejada despiadas cantidades de sufrimiento, de sinsabores y dudas que son, justamente, lo que hacen esa vida algo distinto a los demás, algo más parecido a lo novelesco, a la pura ficción. Es en esos casos cuando la biografía adquiere esa dimensión insólita que nos extraña y nos hace platearnos una serie de reflexiones, de juicios y catalogaciones, que nunca serán justas, ya que no conocemos el rigor de las circunstancias, sino visto desde fuera.
Gerda, en un retrato de 1904.
Un retrato de Gerda, hacia 1900.
Es el caso del matrimonio de pintores daneses formado por Gerda y Einar Wegener. Ambos, artistas plásticos; ambos con sexualidades confusas; ambos dándose apoyo: él a ella en lo concerniente a su carrera pictórica, en tanto que ella lo ayudó a afrontar el traumático cambio biológico. Se cuenta que Gerda estaba realizando un retrato de la actriz Anna Larsen. En un momento dado, ésta tuvo que abandonar el posado por cuestiones de trabajo y le dijo a la pintora que, para la parte baja del cuadro, posara el marido de ésta, Einar, quien tenía, según la diva, las piernas y los pies tan bonitos como los suyos. Así lo hizo y después confesó que se había sentido muy bien con medias y tacones.
Retrato de Einar Wegener.
Berlín, 1930: Einar ya es Lili. La acompaña una enfermera de la clínica.
Gerda y Lili enun retrato de la primera.
Einar, aun vestido de hombre, tenía aspecto de mujer y siempre se había murmurado que era un travestido. Asumió feliz su papel de modelo de su esposa hasta el punto de que abandonó su propia carrera artística para asesorar a su mujer, para quien posaba siempre en roles femeninos. Más adelante, en 1930, se sometió a una operación de cambio de sexo, lo que lo convirtió en el primer transexual de la historia, pese a que la cirugía de entonces no ofrecía grandes garantías de éxito. A partir de entonces se cambió el nombre por el de Lili Elbe, y obtuvo del monarca danés la anulación de su matrimonio con Gerda, tras toda una campaña mediática. La pareja, huyendo del escándalo, se trasladó a París, donde Gerda presentaba a veces a Lili como su hermana.
Grabados eróticos de Gerda
Por su parte, Gerda siempre tuvo fama de lesbiana, tema que tocó abundantemente en sus grabados, especialmente para los “Doce sonetos lascivos” (1925), de Louis Perceau. Aceptó la difícil situación de su esposo, al que apoyó decididamente en las sucesivas intervenciones quirúrgicas. Cuando el Rey danés Christian X anuló el matrimonio de ambos (Einar ya era oficialmente una mujer y no se podía mantener un matrimonio así), la pareja se separó definitivamente y ella se casó con un militar portugués que la trasladó a Marruecos. Su carrera pictórica se fue desvaneciendo. A su vuelta a Copenhague, murió casi en el olvido.
Lili, tras asumir la quinta operación quirúrgica para conseguir el cambio total de sexo (quería que se le implantara una matriz para ser madre) , murió en el intento.
Estamos hablando de los años treinta, en que la moral pública y la cirugía eran tan diferentes de las convenciones actuales. Hoy día, ambos son más recordados por lo extraño de sus biografías que por su pintura. David Ebershoff publicó La chica danesa, (Anagrama, 2000), en que contaba la historia de Gerda y Lili/Einar. Hace dos años, el libro y las biografías de ambos diseñadores fueron noticia ya que Nicole Kidman pensaba producir la película homónima en la que ella misma haría de Lili junto a Charlize Theron.
No sé si el proyecto, como los afanes de esta extrañísima pareja, se ha quedado en el camino.
Alberto Granados
Fuentes consultadas:
http://www.foxrarebooks.com/exhibit_page.html
http://www.abraword.com/pix.htm
http://www.taringa.net/posts/arte/7626519/Gerda-Wegener-y-Lili-_-Einar-Elbe.html
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