Nos encontramos en plenas celebraciones/reivindicaciones del Orgullo y ayer tuve el placer de asistir a la presentación de un libro que llama a la reflexión: "El género desordenado", un libro de ensayos sobre la transexualidad que aborda de pleno el debate sobre la despatologización. Sus autores, Miquel Missé y Gerard Coll-Planas, vinieron desde Barcelona a la Librería Berkana para la presentación, auspiciada por la carismática dentro del activismo LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) Mili Fernández.
La verdad es que la presentación de este libro -junto a otro de Gerard que plasma su tesis sociológica, "La voluntad y el deseo"- se celebró en Chueca como si se tratara de un oasis en el desierto. Afuera, diluviaba con una de esas tormentas veraniegas, pero eso no evitaba que la gente se agolpara ante un escaparate en el que cuatro tipos depilados e hipermusculados marcaban paquetes enfundados en minibañadores. Dentro de la librería, una veintena de personas escuchábamos como Gerard y Miquel mostraban el debate, las diferencias de opinión que surgen entorno al mundo LGTB.
Me encantó la presentación, sinceramente, porque se alejaba de ese pensamiento único que a veces nos hacen ver desde algunas asociaciones, desde algunos colectivos que dibujan una realidad LGTB unida, con objetivos comunes, cuando no es así. Las luchas fronterizas entre lesbianas, gays y transexuales siguen hoy día siendo una realidad. El machismo por parte del colectivo gay sigue siendo evidente y, en muchas ocasiones, se mantiene la jerarquía que sitúa al gay en la cúspide de la pirámide. Cuesta, y mucho, que se establezcan alianzas reales por objetivos comunes entre ellos.
¿Por qué? Pues en gran parte porque hay poca reflexión y, sinceramente, porque creo que interesa que no exista esa reflexión. Los que se agolpaban en el escaparate mirando paquetes creo que no tendrían cabida en una presentación como la de "El género desordenado". Y es una pena, porque su fuerza sería importante, pero están demasiado ebrios de la 'marca gay', esa que se representa por tipos musculados, primeras marcas de moda y depilaciones masivas.
De otro modo, ¿cómo explicar que en pleno Orgullo dedicado a la transexualidad, la Federación Estatal LGTB no apoyara/auspiciara un libro que a buen seguro será referencia en el mundo LGTB y, más concretamente, en el del colectivo transexual?
Yo, sinceramente, no lo sé.
Tomado del Blog DB News)
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