Foto: Archivo
Nueva York — Organizaciones y activistas LGBT mantienen una fuerte campaña para promover la denuncia de agresiones, luego de que 2013 fuera un año de crudas cifras.
Nueva York fue escenario de varios incidentes, entre ellos el de la transgénero Islan Nettles (21), que fue atacada, el 17 de agosto, en Harlem y murió más tarde cuando se le retiró el soporte vital.
Hasta agosto de 2013, el número de ataques contra la comunidad sumaba 68 incidentes reportados, 41 clasificados como agresiones y seis como delitos graves. En 2012, el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) investigó 54 casos similares en el mismo periodo.
El Proyecto Anti-violencia de Nueva York (AVP) recibió 3,411 llamadas en su línea bilingüe de 24 horas en el año fiscal 2013. Aproximadamente, una llamada cada 2.5 horas y un aumento del 28% con respecto al año fiscal anterior.
Violentada desde la infancia, la transgénero Jennifer Luna (38) dijo estar acostumbrada al abuso y la discriminación. La ecuatoriana asegura que las palabras despectivas que escucha al caminar en Jackson Heights no pueden causarle más daño.
"He sido tan maltratada que ya no sufro cuando se burlan a mis espaldas. Encaro violencia verbal todos los días", expresó sin inmutarse. "La vida entera he sido humillada. Fui golpeada por intolerantes en varias ocasiones, pero preferí callar".
Brook Cerda, activista transgénero y colaboradora en The LGBT Center, indicó que casos como el de Luna preocupan por la "normalización de la violencia" que asumen muchas sobrevivientes.
"Es primordial que la víctima comprenda que la agresión física o verbal no es normal, y que la denuncia es la vía para frenar la intolerancia", apuntó. "Educar con violencia es cultural para muchas comunidades, pero nos esforzamos por reeducar y hacer entender que tampoco es normal agredir".
La activista mexicana, con tres años de servicio a la comunidad transgénero latina, comentó que la tendencia a minimizar el impacto del abuso es otro desafío en la cruzada por fomentar la denuncia.
"Muchas transexuales han sido tan agredidas que recurren a la negación para protegerse. "Me golpeó pero no es para tanto", "me acosó pero a cualquiera le pasa", son frases comunes", destacó.
Chanel López, transgénero de ascendencia dominicana y concejera comunitaria de AVP, apuntó que la ola de ataques llevó a la organización a redoblar esfuerzos para sacar de la sombra a los sobrevivientes. "Disminuir las estadísticas en crímenes de odio, violencia de pareja y laboral es prioridad en 2014, pero sin la voz de aquellos que sufren agresión no habrá logros significativos", indicó.
Nueva York fue escenario de varios incidentes, entre ellos el de la transgénero Islan Nettles (21), que fue atacada, el 17 de agosto, en Harlem y murió más tarde cuando se le retiró el soporte vital.
Hasta agosto de 2013, el número de ataques contra la comunidad sumaba 68 incidentes reportados, 41 clasificados como agresiones y seis como delitos graves. En 2012, el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) investigó 54 casos similares en el mismo periodo.
El Proyecto Anti-violencia de Nueva York (AVP) recibió 3,411 llamadas en su línea bilingüe de 24 horas en el año fiscal 2013. Aproximadamente, una llamada cada 2.5 horas y un aumento del 28% con respecto al año fiscal anterior.
Violentada desde la infancia, la transgénero Jennifer Luna (38) dijo estar acostumbrada al abuso y la discriminación. La ecuatoriana asegura que las palabras despectivas que escucha al caminar en Jackson Heights no pueden causarle más daño.
"He sido tan maltratada que ya no sufro cuando se burlan a mis espaldas. Encaro violencia verbal todos los días", expresó sin inmutarse. "La vida entera he sido humillada. Fui golpeada por intolerantes en varias ocasiones, pero preferí callar".
Brook Cerda, activista transgénero y colaboradora en The LGBT Center, indicó que casos como el de Luna preocupan por la "normalización de la violencia" que asumen muchas sobrevivientes.
"Es primordial que la víctima comprenda que la agresión física o verbal no es normal, y que la denuncia es la vía para frenar la intolerancia", apuntó. "Educar con violencia es cultural para muchas comunidades, pero nos esforzamos por reeducar y hacer entender que tampoco es normal agredir".
La activista mexicana, con tres años de servicio a la comunidad transgénero latina, comentó que la tendencia a minimizar el impacto del abuso es otro desafío en la cruzada por fomentar la denuncia.
"Muchas transexuales han sido tan agredidas que recurren a la negación para protegerse. "Me golpeó pero no es para tanto", "me acosó pero a cualquiera le pasa", son frases comunes", destacó.
Chanel López, transgénero de ascendencia dominicana y concejera comunitaria de AVP, apuntó que la ola de ataques llevó a la organización a redoblar esfuerzos para sacar de la sombra a los sobrevivientes. "Disminuir las estadísticas en crímenes de odio, violencia de pareja y laboral es prioridad en 2014, pero sin la voz de aquellos que sufren agresión no habrá logros significativos", indicó.
Ayudas:
Si usted desea denunciar abuso, o conoce a alguien que necesita ayuda, puede llamar a AVP las 24 horas, los siete días, al 212-714-1141.
La organización ofrece ayuda legal, refugio temporal, grupos de apoyo, consejería y otros servicios gratuitos disponibles en español en los cinco condados.
Una versión de este artículo se publicó
en la edición impresa de El Diario del día 1/4/2014 con el título
"Activistas transgénero contra la violencia"
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