Hoy te contamos otra de esas terribles historias que, lamentablemente, siguen sucediendo en el primer mundo: transfobia en la universidad.
En Carolina del Norte, Andraya Williams, chica que nació chico hace 22 años, fue expulsada del campus en el que estudiaba por ir al baño de las mujeres. Ella cuenta que, de pronto, el equipo de seguridad la sacó fuera del campus y le dijo que no podía volver hasta nuevo aviso, sin informarla más.
Cuando insistió, le contaron que al ser una persona transgénero, no tenía "derechos legales" y no podía usar ni el baño de hombres ni de mujeres, que sólo podría ir al baño si existiera uno unisex o de "género neutro".
La escuela, por su parte, cuenta que sólo la han expedientado por no mostrar su ID, aunque su opinión sobre el tema deja entrever más cosas: "empezamos a reconocer los derechos de la gente transexual, pero la universidad ha de equilibrarlos con los derechos de los estudiantes generales".
Con lo difícil que es pasar por el proceso de reasignación, hacérselo más complicado a una persona que vive como se siente no ayuda en absoluto ni al colectivo ni al país como sociedad.
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