Por Ana Paola Abimerhi y Mariana Echandi
CIUDAD
DE MÉXICO, 31 de marzo 2014 (ACNUR) - Con el apoyo de ONUSIDA,
funcionarios del ACNUR en México, así como de la Comisión Mexicana de
Ayuda a Refugiados (COMAR), y de sus socios Sin Fronteras y Casa
Refugiados, participaron en un taller de capacitación sobre violencia
sexual y de género y orientación sexual e identidad de género en el
contexto migratorio mexicano.
Ante el incremento de las solicitudes de asilo presentadas por personas
LGBTI (lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersex) en México, y con
el propósito de atender de manera adecuada los desafíos de protección
resultado de la persecución por violencia de género, la oficina del
ACNUR en México organizó este taller que fue impartido por Javier
Arellano, funcionario de ONUSIDA, el programa conjunto de las Naciones
Unidas sobre el VIH y el SIDA.
Entre los temas abordados, se clarificaron algunos conceptos como los de
persona transgénero y de identidad de género. De acuerdo con ONUSIDA,
el término transgénero es un concepto sombrilla que contribuye a
identificar a todas aquellas personas cuya identidad de género no
coincide con las normas o expectativas sociales predeterminadas.
Según el Instituto Nacional de Salud Pública, las personas con
orientación sexual e identidad de género diversa tienen 16% veces más
probabilidad de ser víctimas de agresiones que una mujer migrante.
Parte de los objetivos de este taller incluyeron proporcionar algunas
herramientas y recomendaciones de qué hacer o cómo interactuar con las
personas transgénero o con orientación sexual e identidad de género
diversa, y cómo ayudar a crear un vínculo de confianza con esta
población, así como brindarles un trato digno y respetuoso de su
diversidad.
“Lo primero es hablarle por el nombre con el cuál ella o él se
identifique a sí misma o a sí mismo”, recomienda Javier Arellano. “Luego
hay que identificar las causas de salida de su país y los posibles
casos de violencia de género. Es muy distinta la emigración por razones
económicas de la que ocurre por razones relacionadas con la violencia”.
Otro de los pasos esenciales es la referencia a servicios específicos,
como servicios de salud, atención psicológica, atención a menores de
edad, servicios de alojamiento, etc. Además, es necesario ser empáticos,
y tener la capacidad de “ponerse en sus zapatos”.
El impacto de este taller en el trabajo diario con las personas
refugiadas, según Claudia Martínez, oficial de la COMAR, la Comisión
Mexicana de Ayuda a Refugiados, coincide con los casos que actualmente
atienden las autoridades mexicanas. “Tenemos muchos casos de
adolescentes transgénero, con identidad de género diversa, en los
albergues. Hay que atenderlos, visitarlos, hacer trabajo de
concientización y de educación, con niños que vienen con muchas
carencias; y cómo lograr que se sientan queridos y aceptados, y siempre
este tipo de capacitación nos dan herramientas para acercarnos”.
“El género es una categoría que se construye, e incluye a mujeres, a
hombres y personas transgénero, y es importante porque promueve el
crecimiento personal y profesional”, concluyó Javier Arellano.
La formación sobre violencia de género e identidad sexual y de género
coincide con la campaña regional de concientización del ACNUR sobre la
población LGBTI en las Américas.
Por Ana Paola Abimerhi y Mariana Echandi en la Ciudad de México.
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