En esta ocasión, sin embargo, llegó a oídos de uno de los padres, Roger Beard, la condición de mujer transexual de Klug, lo que motivó una queja ante el centro con el argumento de que ello suponía una “distracción insana” de los alumnos.
“Si eso afecta a mi hijo y su capacidad para aprender, o si eso le hace plantearse preguntas que yo considero inapropiadas, sin duda es un problema que una persona transgénero, transexual o travesti esté dando clases”, declaró Beard.
Tras la queja, el superintendente del distrito escolar anunció a la profesora la suspensión de sus funciones a la espera de que el consejo escolar determine su futuro.
En este sentido, el estado de Texas carece de una normativa contra la discriminación laboral por razones de identidad de género, lo que en principio complicaría un posible proceso legal. Sin embargo en 2012 se sentó un importante precedente, cuando la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC), una agencia federal encargada de velar por el cumplimiento de las leyes contra la discriminación laboral, estimó el recurso de Mia Macy, una trabajadora transexual que habría sufrió acoso tránsfobo.
La EEOC determinó que el Titulo VII de la histórica Ley de Derechos Civiles de 1964, que entre otros factores prohíbe la discriminación laboral por razón de sexo, era de aplicación en el caso de personas transexuales proporcionando a casos como el de Laura Jane Klug munición legal para recurrir.
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