
-¿Qué ha cambiado en todo este tiempo?
-Desde aquí hasta allí. Es una frase tan corta, pero que define todo lo que hemos conseguido en todos estos años de historia, incluso lo que yo no he vivido, cuando nos represaliaban e incluso mataban. Ha habido grandes cambios, como la aprobación del matrimonio homosexual en el año 2005, pero el gran hito para los transexuales fue la ley de identidad de género del 2007, que establece que es posible cambiar de nombre sin necesidad de realizar una cirugía de genitales. Es la primera ley que hubo en este sentido y que luego se copió en numerosos países.
-Pero todavía queda mucho por hacer.
-Por el momento, conseguir que la Organización Mundial de la Salud deje de considerar que la transexualidad es un trastorno mental. También hay que tumbar todos los muros de la desinformación, desarrollar una pedagogía de género en la escuela y educar en el respeto a las diversidades, porque ser hombre o ser mujer está más allá de unos genitales.
-En tantos años de lucha, ¿se ha sentido humillada por no conseguir sus derechos?
-Muchas veces, porque todo se conseguía golpe a golpe, sentencia tras sentencia, y porque nuestros derechos se conseguían acudiendo al juez. Haber conseguido tener un DNI que refleje tu auténtica personalidad es una explosión de felicidad, un mundo de tranquilidad.
-Teme que todo esto se pueda acabar si Rajoy gana.
-Sin duda alguna peligran muchas cosas, porque no se duelen en prendas y ya anuncian que derogarán la ley del aborto y la del matrimonio homosexual.
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