domingo, 23 de octubre de 2011

"En Colombia ser mujer transexual y ´afro´ es como ponerse ´al tiro al blanco´"

Alondra Yajaira visita por primera vez España para participar como ponente en la I Semana Internacional de Afrodescendientes. Mujer transexual, ex prostituta, activista y negra, esta colombiana ejerce su labor en defensa de los derechos humanos en la Fundación Santa María de Santiago de Cali. Diario Progresista habló con ella en la sede la Secretaría de Estado de Igualdad.

"En Colombia ser mujer transexual y ´afro´ es como ponerse ´al tiro al blanco´"Aunque no tiene que ver con el motivo que nos lleva a entrevistarla, no podemos evitar preguntarle por la que el jueves fue la noticia más esperada por los españoles durante largos años de actividad terrorista de la ETA, pues la colombiana es una sociedad que también sufre, desde hace décadas, el zarpazo de la guerrilla terrorista de las FARC

ALONDRA YAJAIARA.- Es una gran noticia, de una gran importancia. Como bien dices, nuestro país está viviendo este tipo de conflicto, y despertarnos hoy en Colombia con la noticia de que un grupo terrorista ha decidido dejar de matar y va a haber paz sólo podemos verlo como una magnífica noticia.

Diario Progresista.- Es tu primera visita a España, adonde vienes invitada por Diaspora’s por tu papel de activista defensora de los derechos humanos en tu tierra natal, Cali, donde has destacado por tu lucha a favor de los derechos de Las personas transexuales.

AY.- Sí, por mi actividad últimamente viajo mucho por toda Latinoamérica, pero es mi primer viaje a Europa y a España.

dP.- Sé que te has informado bien antes de hacer este viaje, y me gustaría que me dijeras qué diferencias crees que hay entre la problemática del colectivo trans latinoamericano y el europeo.

AY.- Obviamente aquí las cosas están mejor para el colectivo. Sé que en España ha habido grandes avances legislativos a favor del colectivo LGTB. En Colombia estamos más atrasados, porque hasta cuando se habla de LGTB, la T siempre está más discriminada, hasta dentro de propio colectivo LGTB. Tanto gays como lesbianas tienen ya algunos reconocimientos legales, pero el colectivo trans no disfruta de ninguna ventaja o reconocimiento.

dP.- En tu caso confluyen diversas causas por las que se producen situaciones de discriminación. Mujer transexual, ex prostituta, negra…

AY.- Me cuesta tener que admitirlo, pero mi país, Colombia, es un país machista y racista, lo que me ha hecho vivir muy de cerca la discriminación por ser ‘afro’ y por ser transexual.

dP.- ¿Has llegado a temer por tu vida?

AY.- En muchas ocasiones. Ya recién comencé a construir mi identidad como mujer, y a visibilizarme todo el tiempo como mujer, temí por mi vida. A los pocos días de comenzar a ‘vestirme’, un hombre negro, un ‘afro’, estuvo a punto de atacarme con un cuchillo porque no podía entender que quien él creía que era un hombre, se vistiera como mujer. Para él era una ofensa. Y así muchas veces, en Colombia ser mujer ‘afro’ y transexual, y encima trabajadora sexual, es como ponerse ‘al tiro al blanco’. Es más, ahora que estamos avanzando en nuestros derechos, aún hay gente como atrasada mentalmente que siguen igual y se siguen produciendo crímenes de odio, que son sobre todo, violaciones de los derechos humanos.

dP.- ¿Es lo que te llevó a convertirte en activista?

AY.- Por supuesto. Comienzas luchando por una misma, pero también por las compañeras que vienen detrás, para que no tengan que vivir lo que hemos tenido que pasar. Que te excluyan, que te marginen, que no puedas estudiar, que tengas que hacer la calle para conseguir tu sustento… No queremos que eso se repita. Queremos que las compañeras que vienen detrás puedan vivir sin exclusión social y que puedan disfrutar de sus derechos políticos, sociales y económicos. No pedimos ni más ni menos, sino lo que está en la Constitución colombiana. Que se cumpla.

dP.- ¿Has notado a través del trabajo que hacéis en la fundación Santa María, a tu propio trabajo, se vayan produciendo mejoras para el colectivo trans colombiano?

AY.-Sí. Piano, piano. Muy despacio, pero hemos abierto muchos espacios donde las trans antes estábamos sin voz. Hablaban otras personas por nosotras, pero nosotras no estábamos allí. Ahora hemos comenzado nosotras mismas a empoderarnos en nuestro tema y hemos empezado a acceder a espacios de toma de decisión y estamos logrando un poquito más de visibilización. Obviamente persisten algunas transgresiones por parte de la policía y de la sociedad en general pero sí que hemos notado algunas mejoras y queremos seguir sensibilizando para decir que aquí estamos, que somos ciudadanas y queremos nuestros derechos.

dP.- ¿Por dónde hay que continuar?

AY.- Por la educación.

dP.- Sabes que en España terminan ahora dos legislaturas que se han destacado por grandes avances en derechos de ciudadanía, como la Ley de Identidad de Género, y que una de las apuestas más criticadas por la derecha al presidente Zapatero fue, precisamente, la inclusión de la asignatura llamada Educación por la Ciudadanía, en la que se incluyen, precisamente, temas como ese, la definición de género. ¿Crees que la educación es el camino a seguir, tal vez incluso antes de que la propia legislación?

AY.- Obviamente sí. La educación es muy importante. Inclusive para la propia población trans, que no tenemos derecho a la educación como consecuencia de la exclusión en la que vivimos. Con una buena educación se podrían evitar muchas cosas. También a través de la legislación, pero creo que es muy importante la educación. En la educación está el fundamento para un cambio total.

dP.- Es cierto que en España hemos avanzado mucho en cuanto a las leyes, aunque seguimos teniendo, lamentablemente, muchos déficits en cuanto a conseguir que los avances legales se vean reflejados en los comportamientos de las personas.

AY.- Creo que se avanza en el buen camino.

dP.- Un hecho histórico, sin duda, en lo que al colectivo de mujeres transexuales se refiere, ha sido este año la elección de Carla Antonelli como la primera mujer transexual que ocupa un escaño parlamentario en nuestro país. No sé si sabes que Carla es, como tú, una conocida activista que en su momento sufrió la discriminación e incluso llegó a pisar la prisión por su condición y que, con el paso de los años, ha visto reconocido su activismo siendo elegida en las filas del Partido Socialista.

AY.- Fue una gran noticia saber que toda esa lucha que ella hizo y hace se haya visto reconocida de esa forma. Es muy importante que una mujer trans llegue a puestos de ese tipo, porque nuestra condición trans no nos limita. Somos mujeres que tenemos las capacidades para ejercer cualquier tipo de trabajo y muchas veces no nos dan la oportunidad de explotar estos saberes que tenemos, por eso me alegra mucho que una persona como Carla pueda estar en el puesto para el que ha sido elegida. La capacidad de las personas está antes que la orientación sexual o su identidad de género.

dP.- ¿Veremos a Alondra dar el salto a la política?

AY.- Pues de pronto me da que sí. (Ríe). Me gusta un poco la política, pero me gusta más la parte de ‘la abogacía’, la de hacer leyes. De hecho, incidimos mucho en espacios políticos, porque la legislación se puede transformar, y hay mucha gente que se puede beneficiar de ello.



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