Claudia Puccini llegó temprano a Palermo para emitir su voto. En las listas que empapelaban la fachada de la Escuela N° 18 Dr. Herrara Vega, buscó el nombre que figura en su DNI, pero que desde hace un tiempo ya no la representa.
Su aspecto físico es femenino aunque su DNI muestre lo contrario. Esa contradicción le genera incomodidades, como a quien lo llaman por otro nombre y no se siente identificado.
Claudia es travesti , activista y representante de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), que lucha por la promulgación de la Ley de Identidad de Género que, según explicó, ya está en manos del Congreso Nacional y apunta a que todos los travestis y transexuales del país puedan adquirir su Documento con la identidad que desean.
"El proyecto tiene tres pilares: la despatologización de nuestra identidad. Hoy en día, los travestis y transexuales seguimos incluidos en un libro de psiquiatría como personas enfermas y nuestras identidades tienen que ser evaluadas por un juez que es quien dictamina favorable o desfavorablemente al cambio registral. La idea es que nosotras seamos las que decidamos cómo queremos ser nombradas. Eso terminaría con la discriminación que sufrimos social y culturalmente. De lo contrario, seguimos siendo parte del binomio varón mujer con todo lo que eso implica", explicó.
"Si bien hoy las mesas son mixtas, las autoridades de mesas suelen gritar el nombre que figura en el DNI y encima resaltan el género, como una forma de negar la identidad del otro y ridicularizarlo en público", agregó.
Algo similar le sucedió en su momento a Alejandra Portatadino, una ingeniera transexual y activista de la CHA, quien antes de adquirir su DNI femenino en 2006, sufrió distintos actos discriminatorios. Fue despedida en Texaco tras presentar un amparo para operarse y sufrió restricciones al momento de tener una aseguradora de trabajo y viajar al exterior.
Esta especialista en remediación de desastres naturales y antrópicos, medio ambiente e hidráulica de llanura, afirmó que "el documento registrado es un reflejo de la identidad de uno ante la sociedad". "Poder votar con tu identificación es algo muy importante", sostuvo.
Si bien dijo que nunca fue discriminada al momento de votar con el DNI masculino, calificó como una "falacia social" que aparezca un nombre y una foto masculina cuando la persona que se presenta a votar tiene una imagen femenina. "La identificación no puede ser contrapuesta a la imagen que uno tiene ante la sociedad. Es injusto. ¿Por qué alguien tiene que votar con un nombre con el que no se siente identificado?", exclamó.
Además, destacó que el proyecto de Ley de Identidad de Género tiene muchos beneficios, entre ellos, el acceso al trabajo, a la libre circulación (por ejemplo poder viajar al exterior), el derecho a la salud y a una vida digna.
Al respecto, contó que muchas travestis y transexuales le han expresado llorando que ir a votar les resultaba traumático: "La pasaban mal porque se sentían incómodas. El mayor problema que hay es la terrible discriminación que existe en el mercado laboral. Es muy fácil catalogar a las travestis y transexuales como ´las que trabajan en la zona roja´, pero quién les da trabajo para que no estén ahí. Muchas de ellas, si no se prostituyen no comen. Estar en la calle en invierno con cinco grados bajo cero no es chiste. El promedio de vida que tienen es de 35 años. Tenemos que empezar a ser serios y genuinos en los planteos. Somos una sociedad hipócrita", dijo.
Además de ser una ingeniera en petróleo muy exitosa, Alejandra fue la impulsora de la implementación de las mesas mixtas. "Cuando obtuve mi documento de mujer, fui a votar y cuando llegué a la mesa dije: ´No voy a votar porque acá se discrimina´. Con eso, quise reivindicar y apoyar a aquellas personas que no se ven identificadas con lo que figura en su documento de identidad. A raíz de eso, hablé con diputados nacionales y entendieron cuál era la situación de muchas transexuales y travestis, y hoy en día las mesas son mixtas".
A Alejandra, el nuevo DNI la llenó de gratificaciones porque allí aparece el nombre y la foto que la identifica. Hoy, todos sus títulos profesionales dejaron de estar a nombre de Alejandro y pasaron al de Alejandra. "Yo no cambié mi género, sino que adecué la identificación de acuerdo a mi género", subrayó.
"Estimo que la ley saldrá entre este año y el que viene, para que todas las travestis y transexuales tengan acceso a cambiar su identidad en el DNI. Espero que sea pronto porque es terrible llevar una doble vida. Es una falta de respeto hacia uno mismo y hacia el otro. En este momento, muchas personas en Argentina podrían estar celebrando este acto cívico, como es la elección presidencial, sin necesidad de sentirse incómodas o discriminadas", concluyó.
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