miércoles, 2 de octubre de 2013

Argentina: Lulú, legalmente la primera niña transgénero del mundo

Esta semana, en Argentina, se hizo el cambio de cédula de identidad para Lulú, una niña de seis años de edad que nació como varón pero que desde que pudo hablar empezó a manifestarse como mujer

El caso de Lulú y su histórico triunfo al obtener una nueva cédula de identidad por parte del gobierno de Buenos Aires, dio la vuelta al mundo. Foto: Getty Images
El caso de Lulú y su histórico triunfo al obtener una nueva cédula de identidad por parte del gobierno de Buenos Aires, dio la vuelta al mundo.
Foto: Getty Images
Por primera vez en el mundo, un gobierno escucha y acoge el deseo de una niña de 6 años, que nació con sexo masculino, pero que desde que logró hablar expresó su identidad de niña. El gobierno de la provincia de Buenos Aires rectificó la partida de nacimiento de Lulú y le entregó un carné de identidad acorde con su identidad de género.


Conversamos con Valeria Pavan, sicóloga y Coordinadora del área salud de la CHA (Comunidad homosexual Argentina), quien hace dos años trata a la niña y a su familia.


-¿Cómo conociste a Lulú?


-Los papás llegan al Área Salud de la CHA cuando ella tiene 4 años, después de peregrinar durante 2 años por consultorios buscando opiniones de distintos profesionales que les recomendaban terapias correctivas y de reforzamiento de la masculinidad. En ese momento Lulú estaba en una situación síquica muy delicada y los papás decidieron ampliar el área de consulta.


En general, yo acompaño a adolescentes, jóvenes y adultos. Ella es la primera persona niña que nos pide ayuda. Desde los 2 años Lulú empezó a decir que era nena y lo sostuvo y defendió durante los siguientes cuatro años con convicción. Después de evaluar a la niña, consensuamos con los padres que íbamos a empezar a respetar lo que ella necesitara y pidiera. Quiso ser llamada por un nombre femenino, vivir como una niña; pidió cosas que son parte del universo infantil femenino, relacionado con la estética, los juegos, los juguetes, la ropa, el pelo, los colores.


-¿Qué pasó en el jardín infantil?


-Al comienzo ella iba al jardín de infantes como varón. Trabajamos en conjunto con el colegio, presentamos informes a las autoridades y, después de un tiempo, aceptaron que fuera como niña. Pensamos que para la nena iba a ser fuerte encontrarse con compañeritos del año pasado y con sus mamás, pero ese día Lulú nos mostró que tiene una fuerza arrolladora para defender su identidad. Hoy por hoy vive como una niña, hace las cosas  de una nena y es respetada como una nena.


-¿Cómo defines a una persona trans?


-Es una persona que no se siente representada total o parcialmente por el sexo que tuvo al nacer, y que construye su propia identidad.


-¿Por qué en el caso de una niña de 6 años pidieron el cambio en el Carné de identidad?


-La vida cotidiana con un DNI que no representa quién eres, es complicado; en el vacunatorio la gente veía a una nena y en el DNI aparecía el nombre de un nene. Al ir a anotarla en cualquier actividad curricular de la escuela; ingles, patín, pedían el DNI y se armaban escenas complicadas, tanto para la mamá como para la niña. Nadie se ahorra el asombro, nadie filtra. La madre está más preparada pero la nena se angustia. Por otro lado, Lulú sabe que no es una nena biológica, ella no cree que es una nena, ella se siente una nena. Sabe que su cuerpo no es el de una nena y es una gran fuente de angustias.

Valeria Pavan es sicóloga de la Comunidad Homosexual Argentina y trata a Lulú desde hace dos años. Foto: Gentileza María Aramburú
Valeria Pavan es sicóloga de la Comunidad Homosexual Argentina y trata a Lulú desde hace dos años.
Foto: Gentileza María Aramburú

-Esta decisión asumida por el gobierno de Buenos Aires se basa en la Ley de identidad de género, ¿cómo consiguieron que se aprobara una ley así?


-Más allá de  la decisión política del gobierno de Cristina Kirchner (primero se sancionó el matrimonio igualitario y, al año siguiente, la ley de identidad de género) de otorgar derechos a quienes hasta ese momento se veían excluidos, hubo un trabajo de organizaciones de años de años. La CHA tiene 30 años de trabajo continuado.


-¿Qué establece la Ley de identidad de género?


-Cada persona tiene derecho a definirse según su auto percepción sin importar su genitalidad. La ley le otorga derechos civiles a personas que se habían visto excluido(a)s de todo este universo de derechos.  En un artículo específico se refiere a cómo deben hacer el trámite personas menores de 14 años, porque la ley contempla que un menor tiene la capacidad progresiva para manifestar quien se siente ser.


-En Argentina los Derechos del Niño tienen rango constitucional, cierto?


-Sí, mientras antes los niños eran considerados incapaces, ahora el niño tiene la capacidad progresiva. Lulú no puede firmar un cheque pero puede decir quién es. Lo novedoso de su situación es que hubo adultos -sus padres- que escucharon lo que empezó a manifestar a partir de los dos años, cuando adquirió la capacidad de comunicarse por medio del lenguaje. La mayoría de las personas trans empiezan a sentir extrañamiento con su identidad en la infancia, pero no son escuchados, sino castigados, reprimidos. Con Lulú los adultos escucharon. Por otro lado, es la primera niña en el mundo que consigue que el Estado privilegie su voz y le otorgue el cambio de identidad sin necesidad de que intervenga un juez.


-¿Las leyes de matrimonio igualitario y de identidad de género han ayudado a la sociedad argentina a convivir con las diferencias?


-De alguna manera le da legalidad a una discusión que antes era legítima pero no tenía legalidad. La ley nos hace responsables de respetarla y, para respetarla, tenemos que reflexionar, la ley nos invita a la reflexión democrática e inclusiva. En el último informe que presentamos este año los crímenes de odio (contra gays, lesbianas, trans) se redujeron en un 50 por ciento a partir de casos denunciados. Ahora, a pesar de este avance legal, la relación entre identidad y género continúa siendo binaria, porque uno puede cambiar el nombre y el sexo, pero necesariamente tiene que poner hombre o mujer. Esta ley dejó fuera a un montón de voces; quienes querían que se agregara travesti como un género en sí mismo, quienes consideran que no debería decir nada. Aun así es una maravilla tener esta ley.



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