El Sol de Tijuana
22 de octubre de 2013
Eliud Ávalos Matías
Tijuana.- Los abusos en contra de personas transgénero, por parte de la policía municipal, continúan, según informó el director del Centro Binacional de Derechos Humanos, el antropólogo Víctor Clark Alfaro. Dijo a los policías municipales les han puesto una cuota de detenidos diaria de 22.
Un transgénero, que se identificó como Bárbara, dijo que la llevaron a las Fuerzas Especiales.
"Me fueron a pasear y fueron deteniendo a varios. Nadie de los que detuvieron tenía una razón de estar ahí".
Víctor Clark señaló que son los mismos jueces municipales los que han manifestado esta situación.
Para Bárbara, la situación se ha vuelto insostenible por las constantes agresiones de las que es objeto.
"Yo iba llegando de la casa de los pobres, porque me voy caminando de mi trabajo. Me metí por una calle que no está abierta, ahí está el área donde vivo, está lleno de montes, por ahí me crucé yo y ahí estaban unos policías esperándome".
Comentó que la pasearon por la colonia Independencia y otras colonias de la zona.
"Me han detenido ya varias veces, siempre me golpean, pero ha sido reiterado, no me dejo y me quejo, e incluso me han desaparecido mi dinero. Me han quitado mis celulares. Por eso ya no quiero traer celular".
Bárbara se dedica, según platica, al trabajo sexual, pero se dice discriminada por traer ropa de mujer.
"Me tratan mal, a veces me dicen que una golpiza para que me vuelva hombrecito, no hay manera de que yo vea que se hace algo, no tengo manera de defenderme. Para no llevarnos nos piden dinero, es extorsión, nos piden 200 pesos".
Al respecto Víctor Clark denunció que el pretexto es que están vestidas de mujer, dijo que en el caso de Bárbara ha sido más acentuada la persecución.
Comentó que las cosas han llegado a un nivel en el que Bárbara prefiere ya no salir a la calle por temor a ser golpeada por los uniformados.
"Las credenciales que nos dan las tiran, muchos policías se dieron cuenta y me conocieron más y creo que me han tomado fotos. La última vez me agarraron afuera de mi casa, me dieron una golpiza y no me permitieron identificarme, ellos se comunicaron entre ellos con su lenguaje policíaco y no tengo forma de defenderme, me habían detenido unos dos meses antes. He tenido que dejar de trabajar por miedo, me he refugiado en mi casa.
Con lágrimas en los ojos señaló que dejó de ir con el padre Chava porque ahí se encontró a los policías.
"Sirviendo ahí, se burlaron de mí. Mi vida ha sido desastrosa en Tijuana".
Explicó que ha metido muchas quejas y nunca vio resultados. Dichas acusaciones han sido tanto en la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), como en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), y que en ambas no ha habido resultados.
tIJUAMNA
No hay comentarios:
Publicar un comentario