Después de investigar el
trato dado a tres menores transexuales en sus respectivos centros
escolares, la fiscal andaluza de violencia contra la mujer y
discriminación de género, Flor de Torres, ha enviado un ultimátum
al único de los colegios, dependiente de Obispado de Málaga, que no
ha cambiado el trato a la niña transexual de seis años.
El escrito fue enviado después de la fiscal conociese que el centro impide que la niña utilice el uniforme femenino (falda verde de cuadros) y le obliga a vestir el pantalón gris de los niños. Este lunes era el primero en el que debían vestir el uniforme. Ante la ambigüedad de la situación, la madre ha decidido llevar a sus tres hijos con el uniforme del chandal, que es común para niños y niñas. “Yo no le puedo poner a mi hija el uniforme del pantalón, no puedo hacerle eso”, explica la madre al diario El País.
Antes del verano, el centro había llegado a un acuerdo con la familia según la cual iba a ser tratada en todo como una alumna más. Sin embargo, la fundación diocesana de la que depende, se ha opuesto. “El colegio nos está apoyando en todo. Pero la fundación dice que, hasta que no haya una orden judicial, no va a aceptar el cambio”, relata.
La inspección educativa de la Junta de Andalucía ha fijado unas pautas para que se respete la identidad de género de los alumnos transexuales y, según entiende la fiscalía y transmite en el escrito enviado al centro, el colegio debería seguirlas para asegurar que no se perjudica la salud psíquica de la menor.
El escrito fue enviado después de la fiscal conociese que el centro impide que la niña utilice el uniforme femenino (falda verde de cuadros) y le obliga a vestir el pantalón gris de los niños. Este lunes era el primero en el que debían vestir el uniforme. Ante la ambigüedad de la situación, la madre ha decidido llevar a sus tres hijos con el uniforme del chandal, que es común para niños y niñas. “Yo no le puedo poner a mi hija el uniforme del pantalón, no puedo hacerle eso”, explica la madre al diario El País.
Antes del verano, el centro había llegado a un acuerdo con la familia según la cual iba a ser tratada en todo como una alumna más. Sin embargo, la fundación diocesana de la que depende, se ha opuesto. “El colegio nos está apoyando en todo. Pero la fundación dice que, hasta que no haya una orden judicial, no va a aceptar el cambio”, relata.
La inspección educativa de la Junta de Andalucía ha fijado unas pautas para que se respete la identidad de género de los alumnos transexuales y, según entiende la fiscalía y transmite en el escrito enviado al centro, el colegio debería seguirlas para asegurar que no se perjudica la salud psíquica de la menor.
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