Dice que no fue por moda ni por un papel como el de “La Bugambilia” que interpreta dentro de la obra teatral “Aventurera”, que decidió cambiar de sexo y así convertirse en la polémica Jacqueline Aristegui, la mujer que está dispuesta incluso a desnudarse para demostrar que todo lo tiene muy bien puesto en su lugar.
“Soy lo que siempre quise ser y ya no puedo dar marcha atrás”, dice.
Armando Palomo, es decir Jacqueline Aristegui confiesa que antes de cambiar de sexo, sufrió el largo camino hacia la transición en medio de terapias psicológicas para atreverse a dar el paso tan importante, intentando convencer a sus seres más allegados que, “yo siempre he sido una mujer que habitaba en un cuerpo de hombre. Nadie lo sabía, sólo yo, y siempre jugaba a ser mujer”, admite la hoy actriz, quien llegó hasta las últimas consecuencias, como el cambiar todos sus papeles, incluso su acta de nacimiento, para hacerse mujer, y como tal ser reconocida ante la sociedad.
‘ME SIENTO MUY FELIZ SIENDO MUJER’
Se descubrió mujer, sin embargo le daba miedo el cambio, pero reconoce que mediante la aceptación de sus deseos logró su meta muy largamente acariciada. “No es fácil dar un paso de esa magnitud, aún así ahora que lo di no me arrepiento de nada, ni siquiera me molesta que la gente me vea con morbo, e incluso que me critiquen sólo por ser diferente porque sólo yo sé lo que se siente el reprimirse, cosa que no volveré a hacer, aunque pague las consecuencias por mi atrevimiento”, reconoce Jacqueline Aristegui, quien renunció a ser el dulce galán de ensoñación Armando Palomo, el rompecorazones, para convertirse en la atrevida Jacqueline. “No estoy arrepentida, todo lo contrario, estoy feliz porque nunca me imaginé disfrutar tanto ser mujer, es lo que quería. Soy más mujer que muchas, y voy a demostrarlo, dignificando el papel del sexo femenino en la sociedad porque yo soy una de ellas”, afirma.
‘SI ME QUIEREN VER COMO UN BICHO RARO QUE LO HAGAN’
Jacqueline dice que su cambio provoca la admiración de muchos y muchas, pero también los ataques de otros tantos que se ensañan porque dejó de ser hombre. “Si me quieren ver como un bicho raro que lo hagan. A mí eso no me preocupa, porque ya me cansé de darle explicaciones a todo el mundo, y de complacer su morbo. La verdad yo estoy muy en paz conmigo misma y con la gente que amo, que son mi madre y mi pareja; el resto del mundo, no me importa”, acepta.
A Jacqueline no le importan las critican ni despertar el morbo en hombres y mujeres.
‘ME SIGUEN GUSTANDO LAS MUJERES, PERO’...
La actriz está dispuesta a afrontar lo que venga y de dónde venga. “Si me quieren destrozar que lo hagan. No volveré a sufrir por nada de lo que digan o hagan porque yo estoy muy ocupada en convertirme en una verdadera señora en toda la extensión de la palabra”, admite, pero, aún después del cambio de sexo insiste en que le seguirán gustando las mujeres. “A las mujeres les brindo todo mi respeto y admiración. Soy una de ellas. Yo sigo amando a mi pareja, es mujer, con quien he vivido por muchos años, y si un día me dan ganas de probar lo que es tener un hombre, lo haré, de eso no tengan ninguna duda porque no vuelvo a limitar uno solo de mis deseos. Además, las propuestas por parte de muchos señores, ya las tengo”.
‘DESNUDA O EN CALENDARIOS COMPLACERE SU MORBO’
Ahora que Jacqueline entró de lleno al mundo de las mujeres, dice que todos los sacrificios, como es el caso de las operaciones realizadas, han valido la pena, por eso ni siquiera ha tomado en cuenta el dolor que éstas le causan. “Porque soy lo que siempre quise ser, y definitivamente ya no puedo dar marcha atrás, tampoco quiero, por eso si me quieren ver desnuda o en calendarios, complaceré su morbo, siempre y cuando me tomen en cuenta como una actriz que desea convertirse en la mejor de todas”.
“Soy lo que siempre quise ser y ya no puedo dar marcha atrás”, dice.
Armando Palomo, es decir Jacqueline Aristegui confiesa que antes de cambiar de sexo, sufrió el largo camino hacia la transición en medio de terapias psicológicas para atreverse a dar el paso tan importante, intentando convencer a sus seres más allegados que, “yo siempre he sido una mujer que habitaba en un cuerpo de hombre. Nadie lo sabía, sólo yo, y siempre jugaba a ser mujer”, admite la hoy actriz, quien llegó hasta las últimas consecuencias, como el cambiar todos sus papeles, incluso su acta de nacimiento, para hacerse mujer, y como tal ser reconocida ante la sociedad.
‘ME SIENTO MUY FELIZ SIENDO MUJER’
Se descubrió mujer, sin embargo le daba miedo el cambio, pero reconoce que mediante la aceptación de sus deseos logró su meta muy largamente acariciada. “No es fácil dar un paso de esa magnitud, aún así ahora que lo di no me arrepiento de nada, ni siquiera me molesta que la gente me vea con morbo, e incluso que me critiquen sólo por ser diferente porque sólo yo sé lo que se siente el reprimirse, cosa que no volveré a hacer, aunque pague las consecuencias por mi atrevimiento”, reconoce Jacqueline Aristegui, quien renunció a ser el dulce galán de ensoñación Armando Palomo, el rompecorazones, para convertirse en la atrevida Jacqueline. “No estoy arrepentida, todo lo contrario, estoy feliz porque nunca me imaginé disfrutar tanto ser mujer, es lo que quería. Soy más mujer que muchas, y voy a demostrarlo, dignificando el papel del sexo femenino en la sociedad porque yo soy una de ellas”, afirma.
‘SI ME QUIEREN VER COMO UN BICHO RARO QUE LO HAGAN’
Jacqueline dice que su cambio provoca la admiración de muchos y muchas, pero también los ataques de otros tantos que se ensañan porque dejó de ser hombre. “Si me quieren ver como un bicho raro que lo hagan. A mí eso no me preocupa, porque ya me cansé de darle explicaciones a todo el mundo, y de complacer su morbo. La verdad yo estoy muy en paz conmigo misma y con la gente que amo, que son mi madre y mi pareja; el resto del mundo, no me importa”, acepta.
A Jacqueline no le importan las critican ni despertar el morbo en hombres y mujeres.
‘ME SIGUEN GUSTANDO LAS MUJERES, PERO’...
La actriz está dispuesta a afrontar lo que venga y de dónde venga. “Si me quieren destrozar que lo hagan. No volveré a sufrir por nada de lo que digan o hagan porque yo estoy muy ocupada en convertirme en una verdadera señora en toda la extensión de la palabra”, admite, pero, aún después del cambio de sexo insiste en que le seguirán gustando las mujeres. “A las mujeres les brindo todo mi respeto y admiración. Soy una de ellas. Yo sigo amando a mi pareja, es mujer, con quien he vivido por muchos años, y si un día me dan ganas de probar lo que es tener un hombre, lo haré, de eso no tengan ninguna duda porque no vuelvo a limitar uno solo de mis deseos. Además, las propuestas por parte de muchos señores, ya las tengo”.
‘DESNUDA O EN CALENDARIOS COMPLACERE SU MORBO’
Ahora que Jacqueline entró de lleno al mundo de las mujeres, dice que todos los sacrificios, como es el caso de las operaciones realizadas, han valido la pena, por eso ni siquiera ha tomado en cuenta el dolor que éstas le causan. “Porque soy lo que siempre quise ser, y definitivamente ya no puedo dar marcha atrás, tampoco quiero, por eso si me quieren ver desnuda o en calendarios, complaceré su morbo, siempre y cuando me tomen en cuenta como una actriz que desea convertirse en la mejor de todas”.
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