Un juez federal de Massachusetts (noreste) concedió este martes a una presa transexual la posibilidad de ser operada para cambiar de sexo, sin precisar si tras la intervención deberá seguir encarcelada con hombres o con mujeres.
Michelle Kosilek, nacida con el nombre Robert Kosilek, cumple cadena perpetua por el asesinato de su mujer y pide desde hace doce años a la justicia que le conceda el derecho de ser operada. A consecuencia de un "problema de indentidad sexual", la reclusa había recibido ya tratamiento hormonal.
Las autoridades penitenciarias de este estado deben tomar "inmediatamente todas las medidas necesarias" para que Kosilek pueda beneficiarse de una operación de cambio de sexo "tan rápido como sea posible", ordenó el juez Mark Wolf, en una de las primeras decisiones de este tipo tomada en Estados Unidos.
El magistrado estimó que esta operación es "el único tratamiento apropiado" para la "necesidad médica imperativa" de la reclusa respondiendo a los derechos constitucionales de la detenida, en virtud de la 8ª Enmienda sobre la protección frente a las "puniciones crueles e inhabituales", según el documento de 128 páginas al que la AFP tuvo acceso.
Las autoridades penitenciarias del estado se habían opuesto previamente a la intervención estimando que Kosilek, una vez operada, corría el riesgo de convertirse en un objetivo para el resto de internos. Un "pretexto", según el juez, cuyos "pretendidos riesgos pueden ser manejados" por las autoridades penitenciarias.
"El tribunal no decide en este momento donde debe ser encarcelado Kosilek tras la operación", añadió el documento, dejando esta cuestión a los responsables de la prisión. Tampoco se precisó quién debe proceder a la operación ni quién deberá pagar la factura resultante de la misma.
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