Viernes 27 de diciembre de 2013
Los resultados de trabajo y la experiencia demostrada
durante décadas fueron insuficientes para que esta economista de profesión
conservara su puesto de directiva en la Empresa Provincial de Correos de Cuba
de Cienfuegos, ciudad a 280 kilómetros al suroeste de la capital.
Asumir su orientación homosexual expuso a Borges y a su
compañera al acoso laboral, violencia que terminó por resquebrajar la salud de
ambas.
Historias como la de Olimpia reflejan los altos costos que
cobra la discriminación a la salud mental y física de las mujeres homosexuales
y transgénero en esta isla del Caribe.
"Las mujeres lesbianas pueden enfermarse por no tener
un trabajo digno y en consecuencia carecer de la economía que les permita
comer, vestirse y calzarse dignamente", reflexiona Teresa Fernández,
coordinadora del grupo Oremi que reúne a mujeres lesbianas y bisexuales en La
Habana.
"Pueden enfermarse, efectivamente, porque no se les
reconoce su derecho a una vida en pareja", agrega la también coordinadora
de la red de mujeres lesbianas y bisexuales asociadas al gubernamental Centro
Nacional de Educación Sexual (Cenesex).
Además de demandar acciones legales, activistas como
Fernández destacan la importancia de fortalecer la autoestima, superar los
miedos, asumir el control de la vida propia e incidir en el cambio social.
Una veintena de mujeres debatieron sobre estos temas durante
el taller "Salud sexual y liderazgo femenino", celebrado en la
capital cubana del 9 al 13 de diciembre.
En el encuentro, organizado por el Cenesex, se reunieron
representantes de grupos de mujeres lesbianas y de la Red TransCuba de las
provincias Santiago de Cuba, Granma, Ciego de Ávila, Santi Spíritus, La Habana
y Matanzas.
Durante las sesiones del taller, la psiquiatra Ada Caridad
Alfonso señalo que la homofobia es uno de los determinantes sociales que más
afecta la salud de las mujeres lesbianas y transexuales en el país.
La discriminación laboral y la no aceptación de la familia
son expresiones de la homofobia que limitan sistemáticamente los derechos
sexuales y humanos de las mujeres lesbianas y trans, alertó la experta.
Frente a esta realidad, activistas cubanas apuestan por
fortalecer la incidencia pública de los grupos de mujeres que forman parte de
las redes sociales del Cenesex.
En 2002 surgieron Las Isabelas, en la oriental provincia de
Santiago de Cuba. Desde entonces hasta la fecha se han creado seis nuevos
grupos de mujeres lesbianas y bisexuales.
En tanto, la red nacional TransCuba cuenta con más una
década de existencia y un voluntariado que supera las 600 personas.
Según las participantes en el taller, saber cómo, cuándo y
en qué espacio defender los derechos propios puede evitar afecciones de salud y
contribuye a vivir la sexualidad de manera plena.
Superar las divisiones entre los grupos de mujeres también
son estrategias a tener en cuenta. Para Yorsi, trans oriunda de la central
provincia de Ciego de Ávila, la concepción inclusiva del encuentro resultó
vital, pues el intercambio con el resto de las compañeras le ha permitido
reconocer que todas luchan por una misma causa.
"Al final, todas somos mujeres y sufrimos la misma
discriminación, quizá con matices diferentes pero nacidas de la misma raíz",
declaró la joven de 22 años a SEMlac.
FUENTE: AGENCIAS
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