miércoles, 11 de diciembre de 2013
Natasha Jiménez: “Los ( y las) trans solo pedimos respeto”
“Es un mito creer que toda persona trans quiere hacer cambios en su cuerpo. Una cosa es cómo me identifico a la interno y otra cómo yo lo expreso ante la sociedad”, dice Jiménez.
Natasha Jiménez tiene 46 años y se define como transexual y como intersexual, dos conceptos usualmente confundidos y llenos de estigmas.
Su historia, como la de todos los trans, es especialmente dificil. La discriminación y la violencia están presentes en la vida de las mujeres y los hombres trans, cuyas expectativas de vida, según investigaciones regionales que ella cita, no sobrepasan los 24 años.
Jiménez es costarricense y participará en un foro sobre transexualidad y derechos humanos. Es diseñadora gráfica, de interiores y tiene más de dos décadas trabajando en pro de los transexuales, desde Mulabi, una organización que trabaja en estos temas.
Entre lo poco que cuenta sobre ella está que su padre intentó matarla dos veces. “Mi mamá me dio mucho amor y le inculcó a mi hermana que me respetara y me amara tal como soy. Ellas han sido como las anclas que me han tenido amarrada a este mundo, porque el entorno ha sido tan violento que alguna vez pensé en la idea de suicidarme”.
Explica los términos aquí referidos: “La transexualidad es un concepto que acuñó la medicina para definir a un grupo de personas que no se apegaban a las expectativas del género, y lo intersexual tiene que ver con la diversidad de cuerpos sexuados, lo que antes llamaban hermafroditas. Son dos cosas diferentes”.
“El trans es aquella persona que independientemente de los genitales con los que nació, ha construido una identidad muy particular. Dentro de esta gama de construcciones de la sexualidad podemos encontrar a maravillosos hombres con vagina y maravillosas mujeres con pene. La sexualidad es más amplia de lo que nosotros pensamos”.
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