En este contexto nos ha sorprendido dolorosamente que haya sido la consejera de salud y bienestar del PSOE-Andalucía la que hoy (por ayer), precisamente en la víspera del Día Internacional por la Despatologización de la Transexualidad se haya pronunciado en contra de posiciones respaldadas por los distintos organismos europeos e internacionales en defensa de los derechos humanos, por muchísimos de los profesionales que trabajan a nuestro lado, y por la misma comunidad transexual.
Vemos con asombro que María Jesús Montero está siguiendo posturas que ya han quedado obsoletas, tanto jurídicamente como desde el punto de vista sanitario, y que tienen como rasgo principal que no reconocen la autonomía personal de las personas transexuales, sometiéndolas a tutelas de terceros, caso único en la sanidad española.
Esta lucha que no tiene más objetivo que el de
extender a las personas transexuales los mismos derechos a la dignidad y
a la salud.
Esta práctica, que desgraciadamente se lleva desarrollando en nuestra comunidad autónoma desde que se comenzó a ofrecer atención sanitaria específica para la transexualidad, con desprecio de todos los derechos humanos de las personas trans, viene suponiendo la denegación del acceso a los servicios sanitarios públicos a una gran parte de quienes pertenecen a este colectivo, abocándolas a la imposibilidad de recibir ningún tipo de atención, ni reconocimiento legal de su identidad de género, o a refugiarse, con altísimo coste, en la sanidad privada, o en los mercados negros de medicamentos y cirugías.
Confiando en que el PSOE es y ha sido nuestro constante apoyo, instamos a María Jesús Montero a reunirse con los colectivos de transexuales para reconsiderar su posición, y a unirse a la corriente progresista, y hoy mayoritaria, de los organismos internacionales en defensa de la igualdad, como es la Comisaría de Derechos Humanos de la Unión Europea, el Alto Comisario de Derechos Humanos de Naciones Unidas, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, y otras organizaciones internacionales no gubernamentales como la Comisión Internacional de Juristas, Transgender Europe, ILGA, Amnistía Internacional, etc, en esta lucha que no tiene más objetivo que el de extender a las personas transexuales los mismos derechos a la dignidad y a la salud de que ya disfruta el resto de la población.
Mar Cambrollé es presidenta de ATA
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