martes, 6 de noviembre de 2012
Ecuador: La transexualidad se cuestiona como patología
Diane Rodríguez, directora de la Asociación Silueta X, nació físicamente como hombre hace 30 años, pero desde que tiene memoria, se ha sentido como un ser femenino. Ella es una de las representantes de la comunidad transexual y transgénero en la ciudad, y quien ha planteado la discusión del tema de la despatologización de la transexualidad en el plano local.
En semanas anteriores, esta asociación y otros sectores involucrados realizaron el conversatorio “La psicología y el Ministerio de Salud ante la transexualidad: un debate sobre la despatologización”.
Según explicó, varias agrupaciones a nivel internacional buscan que la Organización Mundial de la Salud (OMS) remueva de su siguiente catálogo sobre enfermedades mentales el término “transexual” y que sea reconocido como parte de la compleja identidad sexual de los seres humanos. “Te das cuenta por la misma construcción social, o sea, si tienes una tendencia en la que te sientes bien como eres, la sociedad no te dice nada porque estás acorde a los comportamientos que ellos te digan. Pero hay un problema cuando vas en contra de esos parámetros establecidos por la sociedad”, indicó Rodríguez.
De esa manera argumentó que el hecho de ser transexual no es algo que pueda tratar la psiquiatría, sino que la misma persona identifica su género. Rodríguez señaló que la sociedad trata de imponer los roles masculinos y femeninos: “Esas estructuras son patriarcales y androgénicas, en las que se quiere mantener el dominio sobre los seres humanos con la concepción ideológica de que el mundo es binario”.
Con esta explicación, recalcó que la persona trans se construye desde lo social. “Me concibo así y me voy a construir como mujer porque no nací así. ¿Cómo? Con hormonas, haciéndome cirugías, cambiando mi comportamiento”.
Con esta opinión coincide Silvia Buendía, activista feminista, quien indicó que en la Constitución de Montecristi de 2008 se diferencian las dos facetas de la personalidad: la orientación sexual (homosexual, heterosexual o bisexual) y la identidad de género que se refiere a la forma masculina y femenina con la que la persona se identifica y que es el único concepto viable de familia, sexualidad o de atracción sexual que por ahora se maneja.
Buendía explicó que la transexualidad va en contra de la heteronormativa binaria, es decir, con el pensamiento de que el ser humano solo debe escoger entre dos opciones, en este caso, hombre o mujer, porque es lo “normal” o dentro de la regla, aunque planteó que en la realidad no sucede así.
Buendía mencionó que la psiquiatría, durante mucho tiempo, pensó que si un hombre se sentía atraído por alguien de su mismo sexo, estaba enfermo y no se lo consideraba normal, por lo tanto, se lo clasificó como una patología e incluso una perversión sexual, como en su momento también fue considerado el homosexualismo.
“La homosexualidad es una orientación sexual, una persona que siente atracción sexual por alguien del mismo sexo. La condición del transexual o transgénero es totalmente diferente, es una persona que nació con un sexo biológico, pero en el momento en que empieza a crecer y a identificarse lo hace con un sexo diferente al de su cuerpo”.
Buendía añadió: “Cuando te catalogan de enfermo, te discriminan y esa es una violación de los derechos humanos”, algo que se quiso dejar claro semanas atrás durante el conversatorio. “El progreso se consigue con una mayor educación, una mayor apertura y con más derecho para los ciudadanos.
Jorge Luis Escobar, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Psicólogos, aclaró que la transexualidad no es igual a la homosexualidad y que la labor de los psicólogos es realizar una valoración psicológica mucho más profunda.
Escobar comentó que la reasignación de género, como se conoce al tratamiento hormonal y a las operaciones de cambio de sexo, son otras formas de “hacerlos encajar” en el pensamiento binario de hombre o mujer.
“Permitir a los transgéneros el ejercicio de sus derechos como ciudadanos es una de las ventajas primordiales de eliminar el término “transexual” de los catálogos de las asociaciones internacionales de psiquiatría”, aseguró el especialista. “Ya no nos dirán que estamos enfermos, no nos reasignarán o darán terapia hormonal en malas condiciones, y pelearemos por tener una mejor educación sin discriminación”, afirmó Diane Rodríguez.
Según dijo, esos son algunos de los derechos que obtendrían los transexuales, una vez que se encuentre listo el manifiesto institucional en el que actualmente trabajan la líder de Silueta X y la doctora Gabriela Aguinaga, de la Dirección Nacional de Normatización, como representante del Ejecutivo.
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