El diario británico The Times ha entrevistado a Tiwonge Chimbalanga y Steven Monjeza, la pareja que permanece en prisión desde hace una semana en Malawi tras celebrar una ceremonia de boda acusada de escándalo público y de mantener relaciones homosexuales, algo castigado con hasta 14 años de cárcel.
La entrevista permite conocer algunos detalles más sobre su relación y sobre el carácter transgénero de uno de los miembros de la pareja y deja entrever la terrible situación emocional por la que sin duda están pasando. Ambos refieren, por cierto, haber sido golpeados en prisión.
Según se deduce de la entrevista, la actitud con la que ambos jóvenes encaran la situación es distinta. Mientras Tiwonge, que viste ropa femenina y se identifica orgullosamente como una mujer, afirma amar a Steven, éste aparece claramente sobrepasado por la evolución de los acontecimientos e intenta justificar la relación, pues ahora argumenta que estaba “bebido” cuando se conocieron, aunque reconoce que Tiwonge le gustó. “Me gustó como me hablaba, la forma en la que me quería”, afirma.
El joven parece claramente asustado, a tenor de sus declaraciones. “La vida en la prisión no es buena. Comprendo que hemos desobedecido las leyes y me arrepiento. Tengo otra mujer con la que me iba a casar, pero me enamoré de Tiwonge. Ahora creo que debo disculparme con esa otra mujer”, dice.
Tiwonge, por el contrario, es firme en sus convicciones. Afirma que ama a Steven, que este le pidió matrimonio, y que no considera que hayan desobedecido ninguna ley en tanto que se considera una mujer.
La entrevista permite conocer algunos detalles más sobre su relación y sobre el carácter transgénero de uno de los miembros de la pareja y deja entrever la terrible situación emocional por la que sin duda están pasando. Ambos refieren, por cierto, haber sido golpeados en prisión.
Según se deduce de la entrevista, la actitud con la que ambos jóvenes encaran la situación es distinta. Mientras Tiwonge, que viste ropa femenina y se identifica orgullosamente como una mujer, afirma amar a Steven, éste aparece claramente sobrepasado por la evolución de los acontecimientos e intenta justificar la relación, pues ahora argumenta que estaba “bebido” cuando se conocieron, aunque reconoce que Tiwonge le gustó. “Me gustó como me hablaba, la forma en la que me quería”, afirma.
El joven parece claramente asustado, a tenor de sus declaraciones. “La vida en la prisión no es buena. Comprendo que hemos desobedecido las leyes y me arrepiento. Tengo otra mujer con la que me iba a casar, pero me enamoré de Tiwonge. Ahora creo que debo disculparme con esa otra mujer”, dice.
Tiwonge, por el contrario, es firme en sus convicciones. Afirma que ama a Steven, que este le pidió matrimonio, y que no considera que hayan desobedecido ninguna ley en tanto que se considera una mujer.
“No deberíamos estar aquí. No se arresta a nadie por amar a otra persona”, ha manifestado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario