Los abogados defensores de Steven Monjenza y Tiwonge Chimbalanga, la pareja encarcelada en Malawi acusada de escándalo público y de mantener relaciones homosexuales, han pedido que su caso sea juzgado directamente por el Tribunal Constitucional del país. Argumentan que su detención, ocurrida tras celebrar una boda por el rito tradicional, viola los derechos fundamentales a la privacidad, a la dignidad y a las propias creencias recogidos en la Constitución de Malawi.
El abogado Mauya Msuku, contratado por la organización local CEDEP (Centre for the Development of People) va incluso más lejos, al considerar que la legislación que castiga las relaciones homosexuales con penas de hasta 14 años de cárcel es directamente inconstitucional, al atentar atenta contra el derecho de todo ciudadano de Malawi a formar una familia. Se trata, en definitiva, de la misma línea argumental que el CEDEP ha defendido desde el principio, y que de ser avalada por el Constitucional supondría la derogación de los artículos del Código Penal que criminalizan la homosexualidad.
El juez que juzga el caso, Nyakwawa Usiwa-Usiwa, aunque aceptando que el caso podría recaer en el ámbito del Constitucional, ha decidido seguir con el proceso en tanto el alto tribunal no se manifieste sobre su competencia. Ya ha comenzado a escuchar a los primeros testigos.
Por el momento, la atención del juicio se centra en la identidad de género de Tiwonge Chimbalanga, uno de los miembros de la pareja. Y es que, pese a que la prensa internacional continúa presentando a la pareja como una pareja gay, Chimbalanga, nacido con sexo masculino, parece ser realmente una mujer transgénero. En todo momento se ha identificado como mujer, viste atuendo femenino y se comporta socialmente como tal.
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