lunes, 18 de octubre de 2010

Mujer transexual de Ecuador y su novio planean grabar un disco, unidos por la música y el amor

No solo el amor los unió, también la afinidad por el canto. Por eso han conformado un dúo que deleita con baladas del recuerdo a sus amigos, cuando organizan eventos. Nombre todavía no tienen, pero por lo pronto se conforman con saber que son la “Pareja ideal”, canción que cantan como himno en cada una de sus presentaciones porque se sienten identificados con la letra.

Diario Extra/Actualización Diario Digital Transexual-. -. El dúo está formado por Kenia Burgos y Omar Quiroz. Ella es una mujer transexual perteneciente a la Asociación Silueta “X”, dirigida por Diane Rodríguez. Él es un muchacho de apenas 22 años, a quien no le vergüenza que el mundo sepa que está enamorado y que convive bajo el mismo techo con Kenia.

Juntos construyen su futuro basado en el canto, porque el sueño más grande de ambos es interpretar, el próximo año, una canción inédita que sería el comienzo de una carrera musical llena de triunfos, según la perspectiva que tienen.

No los atemoriza que el amor se acabe y que la carrera de cantantes se les trunque, pues están convencidos de que si llegase a pasar eso, sería después de mucho tiempo y además porque a Kenia nunca le ha gustado terminar con sus parejas como enemigos, más bien continúa manteniendo un contacto amistoso.

Cómo nació el amor

Kenia es una transexual que le ha gustado luchar por sus sueños, por eso hace 15 años viajó a Europa buscando el medio para cristalizarlos.

Empezó como muchas lo han hecho, vendiendo su cuerpo al mejor postor. Y como sabía y sentía el gran sacrificio que debía hacer para ganarse ese dinero, se volvió ahorrativa, no le importaban los comentarios de sus amigas que la tildaban de tacaña y que por no gastar prefería no salir a divertirse como las demás migrantes.

Ahora los resultados están a la vista. Para el próximo año tiene previsto regresar a su tierra para radicarse de nuevo y vivir de las rentas de sus propiedades, pues está consciente que aunque logre el sueño de cantar, “nadie vive de eso”.

Mientras tanto está vacacionando unos días en esta ciudad, disfrutando del confort que le brinda su lujosa casa ubicada en el sur de la ciudad. El techo lo comparte con su amigo de toda la vida y media naranja desde hace apenas cinco meses, Omar.

Kenia ríe al recordar cómo nació el amor entre ambos. “Yo tenía mi pareja y él a su mujer, pero con el tiempo cada quien se separó y buscó rumbos diferentes. Nos encontramos por el Facebook y volvimos a frecuentarnos”, hasta que descubrieron la atracción y terminaron como pareja no solo de amantes, sino también como dueto musical que ha empezado a dar sus primeros pasos cantando en diferentes eventos.

Los fines de semana ensayan en el tercer piso de la vivienda, acondicionada como discoteca. Allí, en reunión con amigos, entonan las baladas de recuerdo y otro género que le soliciten.

Diseñadora

El retorno de Kenia a Italia será corto, pues solo va a estar por dos meses desempeñando su trabajo de diseñadora, que lo aprendió para dejar atrás lo que empezó haciendo cuando pisó esas tierras europeas.

El dinero que ganará lo invertirá en hacer componer la letra de una canción inédita.

También piensa continuar preparándose en sus clases de canto, junto a Omar. Tampoco descarta integrar el grupo de la tecnocumbieras-trans de la parroquia Pascuales.

“Aunque yo me defiendo bailando, no sé bailar como ellas”, pero en cambio yo les podría prestar mi voz para que el grupo sea completo”.

Este es un anhelo que todavía no lo ha conversado con sus compañeras bailarinas, pero cree que no habrá inconvenientes para su intervención.

Diane Rodríguez la apoya en sus sueños, incluso fue quien incentivó a la pareja a que canten a dúo.

“Ella, como ya nos había escuchado cantar, nos pidió que nos presentáramos en el Malecón 2000, en un encuentro de jóvenes. Y en otra ocasión lo hicimos en Samborondón, en una elección de Miss Trans”.

Omar se desilusionó porque no pudo ingresar al grupo Millenium, a través de un reality organizado por un canal de televisión, pero ahora está decidido a luchar por convertirse, con su pareja, en los Pimpinela ecuatorianos.

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