sábado, 12 de mayo de 2012

Argentina: Los símbolos de la lucha trans celebran la ley

La aprobación del proyecto de Indentidad de Género marca un cambio en la vida de los trans. Cuatro historias que simbolizan una larga lucha.

foto perfil.com

Angie, Nazir, Clauda y Gabriel comienzan una nueva vida. A partir de la ley de género, aprobada por el Senado, el miércoles por 55 votos a favor y una abstención los trans podrán acceder con más falicidad a documentos, atención médica,operaciones de reasignación de sexo sin costos, pero sobre todo es el comienzo de una nueva apertura social. PERFIL reunió cuatro de esas historias de personas a las que por fin una ley reconocerá.

Una de ellas es la de Gabriel Núñez, de 17 años. “Según cuenta mi mamá, con tres años me gustaba más usar ropa de varón que de mujer. Siempre jugué con autitos y al fútbol. A los ocho le pedí que me cortara el pelo como nene. Creía que al crecer mi cuerpo mutaría y me desarrollaría como varón. Fue frustrante darme cuenta de que no iba a ser así”, cuenta.

Claudia Vásquez Haro nació en Trujillo, Perú, hace 34 años. Llegó al país en 2000, se radicó en La Plata y se dedicó a trabajar en peluquerías, hasta que se inscribió en Periodismo. “En Perú no hubiera podido ser Claudia. Soy una exiliada ideológica y política. En Argentina, aunque sufrí una doble discriminación por ser extranjera y además ser trans, pude dejarme el pelo largo y comenzar con tratamientos estéticos para construir mi identidad”, relata.

“No soy hombre pero tampoco soy una mujer, ¿qué soy? Toda mi vida me la pasé pensando en eso”, confiesa Nazir Hernández, que a sus 48 años podrá tener su documento de identidad con el nombre y género con el cual finalmente se identifica. “Siempre viví como andrógina, sin definir mi sexualidad. Pero hace casi dos años mis rasgos físicos y mi vestimenta se corresponden al sexo masculino porque decidí mostrar lo que siempre sentí que era. Soy un hombre transexual y gracias a la ley puedo mostrarme al mundo como tal”, dice.

Angie jamás se sintió identificada por su documento. La incomodidad de su condición de transexual ya fue superada. En su pasado, ella era él: Walter Alvarez, decía su credencial laboral de bombero de la Policía.“Ingresé en la fuerza como hombre, pero hace cuatro años me definí abiertamente como mujer. No me olvido de la etapa de transición porque iba fajada y el pelo largo atado y escondido debajo de una gorra que nunca me sacaba”, explica.

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