Eduardo está a punto de cumplir los 18 años y finalmente, tras haber dejado pasar 10 años sin haber tocado el cuaderno que sería su diario, se decide a escribir y relatar lo que sucede en su vida y dar a conocer a Victoria, la mujer que vive atrapada en su cuerpo de hombre y que ya no permanecerá más encubierta.
Nina es la abuela de Victoria (Eduardo), una mujer especial, fantasiosa que, antes de morir entrega un mensaje importante a sus nietos: "…hay vidas maravillosas, como la mía, que deberían ser relatadas en un diario. Y así va a ser con ustedes. Yo lo sé. Sé que no son ordinarios… Lo sé. No dejen de escribir acerca de su extraordinaria existencia". Con su invitación, Nina, se convierte en el destinatario de las reflexiones del protagonista, algunas muy profundas y otras cargadas de humor cotidiano.
Aún cuando el subtítulo de este libro hace hincapié en la identidad sexual, en especial al hecho de que Eduardo/Victoria se asume como transexual, este escrito muestras las inquietudes y vivencias de un joven en el mundo de hoy. Sus reflexiones y su maduración, muy atadas al hecho de conocerse a sí mismo y aceptarse como la persona que se es, bien pueden identificar a muchos jóvenes que viven ocultando distintos rasgos de su personalidad.
Javier Malpica, autor de este libro, trata el tema de la transexualidad de una manera muy fina y libre de todo morbo o estereotipos. Los personajes de este diario de vida representan distintas alternativas de enfrentar la vida y, por lo tanto, invitan a un reflexión amplia que ayuda a dibujar el círculo de tendencias o influencias que rodean al protagonista y que lo van convirtiendo en quien realmente es: una madre conservadora, autoritaria, egoísta y concentrada en sus propios intereses, pero con un pasado oculto no exento de dolor.
Una hermana que está lejos de ser la figura femenina y recatada que su madre esperaba, si no que muy por el contrario no teme atreverse a seguir sus impulsos y motivaciones en la vida y que, por lo tanto, jamás se traiciona a sí misma. Un amigo homosexual, que vive "dentro y fuera del closet" de acuerdo a sus necesidades sociales, que percibe y ayuda a salir a Victoria al mundo. Un padre desconocido y una tía-abuela que hace todo lo que esté a su alcance por beneficiarse a sí misma.
El diario está ordenado de una manera original y atractiva, en vez de avanzar por fechas consecutivas, cada evento se enmarca dentro del día en que sucedió algo digno de contar; así nos encontramos con capítulos como "Día en que te cuento cómo me hundí de un modo peor que el Titanic", "Día en que te cuento sobre mi primera confesión" o, ya casi al final del libro, "Día en que te cuento cómo finalmente diré adiós a mi envoltura masculina".
Junto con estos títulos, Para Nina se encuentra ilustrado con los dibujos de Enrique Torralba, quien entrega en cada una de sus ilustraciones una interpretación que amplia el sentir del protagonista en un determinado momento y que logran darle al libro un espacio para interpretar los distintos estados de ánimo y sus alcances.
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